[Resuelto]El Asunto Siria

Putin teme el "caos" en Siria y la OTAN afirma que Asad usa misiles Scud

Internacional • 21 Diciembre 2012 - 9:59pm — AFP

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que los combates proseguían hoy en particular en el sur de Damasco, en Homs y la provincia de Hama.

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Foto: AFP

Manifestantes sirios sostienen una pancarta en Kfar Nubul donde puede leerse "Papa, Felicidades desde Siria, la tierra donde Asad mató a Santa Claus"

Beirut • El presidente ruso Vladimir Putin aseguró hoy que Moscú no quiere que "el caos" se instale en Siria, donde, según la OTAN, el régimen ha disparado misiles Scud contra los rebeldes.

Por otra parte, miles de palestinos seguían regresando al campamento de refugiados de Yarmuk en Damasco, donde, pese a haberse anunciado un acuerdo para que cesaran los combates, nuevos enfrentamientos tenían lugar en la tarde de hoy.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña, afirmó que los combates proseguían hoy en varias zonas del país, en particular en el sur de Damasco, en Homs y en la provincia de Hama (centro).

"Siria está cerca de nuestras fronteras y no queremos que el caos se instale, como fue el caso de algunos países de la región", afirmó Putin durante una conferencia de prensa, al fin de una cumbre UE-Rusia en Bruselas. Putin precisó que Rusia estaba "interesada" en la instauración de un régimen democrático al subrayar que su país "no era el abogado de las autoridades sirias".

Sin embargo, añadió que para "tener acuerdos a largo plazo, hay que ponerse de acuerdo sobre el futuro de Siria, los intereses de todos sus ciudadanos, de todas las minorías étnicas y de distintas confesiones".

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, denunció la lógica "peligrosa" de Occidente. "Nuestros colegas occidentales han comenzado a diferenciar entre los terroristas 'malos' y los 'aceptables'. Esto es muy peligroso", dijo. También en Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó que el régimen sirio ha disparado recientemente misiles.

"Lamentamos profundamente este acto. Lo considero un acto de desesperación de un régimen a punto del colapso", dijo Rasmussen. Una fuente cercana a la OTAN reveló que los últimos lanzamientos fueron detectados el jueves.

En Siria, los refugiados palestinos siguieron regresando hoy a Yarmuk. El jueves, miles de palestinos ya habían regresado a este campamento de refugiados de Damasco. Unos cien mil de los 150 mil habitantes de Yarmuk habían huido del campamento, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).

Ayer circulaban informaciones contradictorias sobre un posible acuerdo. Un dirigente del movimiento palestino Fatah, Azam al Ahmad, afirmó a la radio "Voz de Palestina" que "se había llegado a un acuerdo preliminar por la noche entre todas las partes en Damasco para la retirada de los combatientes de la oposición y del régimen" del campamento.

El miércoles se habían entablado negociaciones para hacer salir a los rebeldes sirios del campamento de Yarmuk y mantenerlo al margen del conflicto en Siria, después de violentos enfrentamientos entre partidarios y opositores al régimen, según una asociación de socorro palestina.

No obstante, en la tarde de hoy tenían lugar "violentos combates" en la parte norte del campamento entre partidarios y adversarios de Asad, según el OSDH. Poco antes, el Programa Alimentario Mundial (PAM) de la ONU había anunciado hoy en un comunicado que suministrará ayuda alimentaria a 125 mil palestinos y desplazados sirios afectados por los combates en Yarmuk.

El PAM suministra actualmente ayuda alimentaria a un promedio de 1.5 millones de personas cada mes en las catorce gobernaciones de Siria, dando prioridad a los desplazados que huyeron de las zonas de combate más peligrosas.

Por último, el principal grupo de la oposición siria denunció hoy una iniciativa de Irán para poner fin al conflicto en Siria, por estimar que es un último intento por salvar al régimen de Asad.

"En momentos en que las fuerzas libres del pueblo sirio acumulan victorias políticas y militares decisivas, el régimen y sus aliados siguen lanzando iniciativas políticas obsoletas", señala en un comunicado la Coalición Nacional. "La iniciativa iraní es un ejemplo de intento desesperado por impedir que se hunda el barco del régimen Asad", añade el texto.

Irán presentó el domingo un plan que pide, antes de nada, "el cese inmediato de la violencia y de las acciones armadas, bajo supervisión de la ONU".

Bombardeo en panadería de Siria deja al menos 200 muertos; oposición acusa al Gobierno por atentado (VIDEO)

Por: Redacción / Sinembargo - diciembre 23 de 2012 - 11:21

El Cairo, 23 dic (EFE).- Decenas de personas han muerto y otras muchas han resultado heridas en un bombardeo de las Fuerzas Aéreas del régimen sirio sobre una panadería de la ciudad de Halfaya, en provincia de Hama (centro de Siria), según han informado activistas, quienes temen que la cifra de víctimas pueda rebasar los 200 fallecidos.

En declaraciones a Efe vía internet, el portavoz de la Unión de Revolucionarios de Hama, Abu Qasem al Hamaui, explicó que los ciudadanos habían acudido en masa al referido establecimiento tras una semana de escasez de pan. La plataforma opositora Observatorio Sirio de Derechos Humanos también informó del ataque, sin especificar igualmente la cifra de víctimas, mientras que los Comités de Coordinación Local señalaron que hay decenas de muertos.
El activista destacó que todas las víctimas son civiles en la “masacre” de Halfaya, cuyo control fue tomado hace cinco días por los rebeldes. Los Comités añadieron que la situación humanitaria en Halfaya es desastrosa por la falta de medicamentos y de servicio sanitario adecuado.
Un vídeo difundido por los opositores muestra importantes destrozos materiales en el edificio y ciudadanos tratando de rescatar los cuerpos bajo los escombros. Este bombardeo se produce después de que el pasado día 18, los rebeldes sirios lanzaron una operación militar para “liberar” Hama de las manos de las tropas del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, según informaron entonces fuentes del Ejército Libre Sirio (ELS).
En esta ofensiva, los combatientes insurgentes lograron tomar el control de Halfaya y otras seis poblaciones menores. Por otro lado, al menos trece personas fallecieron hoy por bombardeos de aviones militares contra la ciudad de Al Safira, en la provincia de Alepo (norte), informaron el Observatorio y los Comités.

Mientras la violencia prosigue en Siria, está previsto que el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, se reúna mañana, lunes, con Al Asad en Damasco para tratar de dar una salida a la crisis que vive el país.

OTAN confirma que Assad dispara misiles Scud en Siria
Autoridades de este organismo señalan que el lanzamiento de los misiles es un acto desesperado de un régimen cercano a su colapso

Bruselas.- | Viernes 21 de diciembre de 2012 EFE | El Universal 05:32


El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, confirmó hoy que se han detectados nuevos lanzamientos de misiles tipo Scud desde Siria, lo que consideró como "un acto desesperado de un régimen cercano a su colapso".

"Sí, confirmo que se ha detectado el lanzamiento de misiles tipo Scud, y lo lamentamos profundamente", dijo hoy Rasmussen al ser preguntado durante un encuentro con la prensa con motivo de la visita a los cuarteles generales de la Alianza del primer ministro de Yibuti, Dileita Mohamed Dileita.

Fuentes de la Alianza indicaron que esos lanzamientos de misiles Scud desde territorio sirio, "no cayeron en Turquía" y "se produjeron en la mañana del jueves".

El secretario general de la Alianza Atlántica consideró también que "el hecho de que se hayan usado esos misiles en Siria, subraya la necesidad de una protección de defensa efectiva para nuestro aliado Turquía".

Rasmussen se refería así a la decisión adoptada por los ministros de Exteriores de la organización aliada a principios de diciembre, cuando acordaron el despliegue en territorio turco del sistema de misiles tipo Patriot para defender a Ankara de un posible ataque de su vecino sirio.

Estados Unidos, Alemania y Holanda son los países que proporcionarán ese armamento al aliado turco, en lo que se ha subrayado que será un despliegue de carácter únicamente defensivo y que no dará apoyo a ninguna zona de exclusión aérea u operación defensiva, según decidieron los 28 países de la OTAN.

Rasmussen señaló también que aunque los misiles no cayeron en territorio turco, "sigue habiendo una amenaza potencial y ésa es exactamente la razón por la que los aliados de la OTAN decidieron desplegar los misiles Patriot en Turquía con un objetivo puramente defensivo".

"El objetivo es asegurar una protección y defensa efectiva de la población y el territorio turco", afirmó el secretario del organismo defensivo.

Los Patriot que la OTAN desplegará en Turquía son proyectiles tierra-aire diseñados para interceptar misiles, con alcance de unos 150 kilómetros y la ventaja de que las baterías pueden moverse rápidamente y resistir interferencias electrónicas.

Los actuales son una evolución del modelo que comenzó a utilizar Estados Unidos a mediados de los años 80 y que se utilizaron contra Irak en la primera Guerra del Golfo.

ONU cifra en 60 mil los muertos por conflicto en Siria

El estudio realizado por la ONU advierte de que se trata de una estimación a la baja del número real de víctimas, dado que muchos de los muertos no han sido contabilizados por ninguna de las siete fuentes -incluida el Gobierno- con las que se ha elaborado el recuento

Ginebra | Miércoles 02 de enero de 2013 EFE | El Universal09:54
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Al menos 60 mil personas han perdido la vida en el conflicto sirio desde marzo de 2011 hasta noviembre de 2012, informó hoy la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

El estudio realizado por la ONU advierte de que se trata de una estimación a la baja del número real de víctimas, dado que muchos de los muertos no han sido contabilizados por ninguna de las siete fuentes -incluida el Gobierno- con las que se ha elaborado el recuento.

Conforme a los datos recogidos, el número de víctimas causadas por el conflicto era de 59 mil 648 de marzo de 2011 al 30 de noviembre de 2012.

La mayoría de las muertes se produjeron en Homs (12 mil 560) , alrededores de Damasco (10 mil 862) Idlib (7 mil 686) , Alepo (6 mil188) , Daraa (6 mil 34) y Hama (5 mil 80) .

El estudio demuestra el incremento sostenido del número de fallecidos conforme el conflicto se extendía en el tiempo: del millar por mes registrado en el verano boreal de 2011 a los más de 5 mil de un año después.

"No existe ninguna justificación para estos crímenes. A menos que haya una rápida solución al conflicto, temo que miles (de personas) más morirán y sufrirán terribles heridas a causa de la obstinación de aquellos que creen que se puede conseguir algo con más baño de sangre, más tortura y más destrucción absurda" , lamentó Pillay.

La lista se elaboró usando una recopilación preliminar que establecía los muertos en 147 mil 349.

Los expertos en análisis de datos fueron eliminando duplicados al identificar el nombre, apellido, día y lugar de la muerte de las personas mencionadas en la lista, un proceso que llevó a cifrar el número de víctimas totales causadas por el conflicto en 59.648 desde marzo de 2011 a noviembre de 2012.

Pillay alertó de que, "a pesar de que esta es la lista más detallada realizada hasta la fecha, no es de ninguna forma una lista definitiva" .

"No hemos sido capaces de verificar todas las circunstancias de cada muerte, especialmente porque no se nos ha permitido la entrada al país desde que el conflicto comenzó en marzo de 2011. Una vez que retorne la paz, deberá investigarse cada una de esas muertes y juzgar a los responsables de esos crímenes para que asuman sus responsabilidades" , agregó.

La Alta Comisionada recordó que el elevado número de víctimas se debe a un conflicto que comenzó "porque el Gobierno usó la fuerza de forma desproporcionada para suprimir unas protestas de civiles desarmados que inicialmente eran legítimas y pacíficas" .

"La incapacidad de la comunidad internacional y en particular del Consejo de Seguridad para parar esta masacre es una vergüenza para todos" , sentenció.

La alta comisionada solicitó que comiencen los preparativos para cuando el conflicto acabe, a fin de evitar que se produzcan represalias, venganzas y discriminaciones, como, a su juicio, ha ocurrido en lugares como Afganistán, Irak o República Democrática del Congo.

Fuerzas rebeldes de Siria toman una base área del gobierno de al Asad

El complejo militar era un punto clave del gobierno sirio para bombardear la ciudad de Albu Kamal, informaron activistas de la oposición.

Sábado, 01 de septiembre de 2012 a las 12:03

(CNN) — Las fuerzas rebeldes en Siria tomaron la base militar aérea del gobierno en la ciudad de Albu Kamal, la noche del jueves, informó a CNN el activista Ridha Al-Alwani.

Los miembros de la oposición cercaron la base aérea 11 días antes de tomarla y el líder del batallón fue asesinado durante la operación, informó Al Alwani via Skype, desde la fronte de la ciudad de Albu Kamal.

Los rebeldes decidieron que su blanco sería la base porque consideraron que era un punto clave de las fuerzas del gobierno para atacar Albu Kamal.

Videos amateurs publicados en internet parecen corroborar la versión dada por los rebeldes a CNN. Muestran cuartos llenos de armas y cajas de municiones que el narrador asegura fueron confiscados en la base militar.

Pese a ello, los militares del gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, aún mantienen el control de otras dos bases aéreas, informó Al Alwani, y desde esos puntos lanzaron ataques aéreos sobre la ciudad tras el ataque los rebeldes, así como en otros lugares del país.

Al menos 134 personas murieron en enfrentamientos en Siria este sábado, según reportes de activistas de la oposición.

Tal es el caso de Damasco, donde un intenso tiroteo resonó, mientras los tanques del Ejército patrullaban los barrios de la capital, según los opositores, quienes acusaron que había francotiradores en los techos.

Los Comités de Coordinación Local informaron que permanecen cadáveres en las calles de los suburbios de Damasco, ante la fuerte presencia militar.

En Homs, un bastión rebelde, grandes explosiones sacudieron los barrios de la ciudad sitiada.

Combatientes de la oposición, muchos de ellos soldados desertores, lucharon con las fuerzas del gobierno en una importante rotonda en Hama. Los combatientes de la oposición también atacaron un puesto de control local y mataron a varios soldados, de acuerdo con el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

CNN no puede verificar de forma independiente los informes de violencia porque el gobierno ha limitado el acceso a los periodistas internacionales.

80,000 sirios se refugian en Turquía

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan informó que en Turquía se refugian más de 80,000 sirios debido a la guerra civil.

En el cruce fronterizo de Bab al Salam hay al menos 5,000 personas esperan en la sede de la Aduana poder entrar a Turquía para refugiarse, aseguran que hay poca comida y agua, así como muchas personas enfermas.

“No volveremos hasta que el régimen sea derrocado”, dijo uno de ellos, “si no podemos ingresar a Turquía nos veremos forzados a llevar a nuestros niños de regreso a los ataques de Assad”, dijo, refiriéndose a los bombardeos del gobierno del presidente sirio, Bachar al-Assad.

Hamdi Alkhshali y Yousuf Basil contribuyó con este reporte.

The Consequences of Intervening in Syria
January 31, 2013 | 1030 GMT

Stratfor

By Scott Stewart
Vice President of Analysis

The French military's current campaign to dislodge jihadist militants from northern Mali and the recent high-profile attack against a natural gas facility in Algeria are both directly linked to the foreign intervention in Libya that overthrew the Gadhafi regime. There is also a strong connection between these events and foreign powers' decision not to intervene in Mali when the military conducted a coup in March 2012. The coup occurred as thousands of heavily armed Tuareg tribesmen were returning home to northern Mali after serving in Moammar Gadhafi's military, and the confluence of these events resulted in an implosion of the Malian military and a power vacuum in the north. Al Qaeda in the Islamic Maghreb and other jihadists were able to take advantage of this situation to seize power in the northern part of the African nation.

As all these events transpire in northern Africa, another type of foreign intervention is occurring in Syria. Instead of direct foreign military intervention, like that taken against the Gadhafi regime in Libya in 2011, or the lack of intervention seen in Mali in March 2012, the West -- and its Middle Eastern partners -- have pursued a middle-ground approach in Syria. That is, these powers are providing logistical aid to the various Syrian rebel factions but are not intervening directly.

Just as there were repercussions for the decisions to conduct a direct intervention in Libya and not to intervene in Mali, there will be repercussions for the partial intervention approach in Syria. Those consequences are becoming more apparent as the crisis drags on.
Intervention in Syria

For more than a year now, countries such as the United States, Turkey, Saudi Arabia, Qatar and European states have been providing aid to the Syrian rebels. Much of this aid has been in the form of humanitarian assistance, providing things such as shelter, food and medical care for refugees. Other aid has helped provide the rebels with non-lethal military supplies such as radios and ballistic vests. But a review of the weapons spotted on the battlefield reveals that the rebels are also receiving an increasing number of lethal supplies.

Visit our Syria page for related analysis, videos, situation reports and maps.

For example, there have been numerous videos released showing Syrian rebels using weapons such as the M79 Osa rocket launcher, the RPG-22, the M-60 recoilless rifle and the RBG-6 multiple grenade launcher. The Syrian government has also released videos of these weapons after seizing them in arms caches. What is so interesting about these weapons is that they were not in the Syrian military's inventory prior to the crisis, and they all likely were purchased from Croatia. We have also seen many reports and photos of Syrian rebels carrying Austrian Steyr Aug rifles, and the Swiss government has complained that Swiss-made hand grenades sold to the United Arab Emirates are making their way to the Syrian rebels.

With the Syrian rebel groups using predominantly second-hand weapons from the region, weapons captured from the regime, or an assortment of odd ordnance they have manufactured themselves, the appearance and spread of these exogenous weapons in rebel arsenals over the past several months is at first glance evidence of external arms supply. The appearance of a single Steyr Aug or RBG-6 on the battlefield could be an interesting anomaly, but the variety and concentration of these weapons seen in Syria are well beyond the point where they could be considered coincidental.

This means that the current level of external intervention in Syria is similar to the level exercised against the Soviet Union and its communist proxies following the Soviet intervention in Afghanistan. The external supporters are providing not only training, intelligence and assistance, but also weapons -- exogenous weapons that make the external provision of weapons obvious to the world. It is also interesting that in Syria, like Afghanistan, two of the major external supporters are Washington and Riyadh -- though in Syria they are joined by regional powers such as Turkey, Jordan, Qatar and the United Arab Emirates, rather than Pakistan.

In Afghanistan, the Saudis and the Americans allowed their partners in Pakistan's Inter-Services Intelligence agency to determine which of the myriad militant groups in Afghanistan received the bulk of the funds and weapons they were providing. This resulted in two things. First, the Pakistanis funded and armed groups that they thought they could best use as surrogates in Afghanistan after the Soviet withdrawal. Second, they pragmatically tended to funnel cash and weapons to the groups that were the most successful on the battlefield -- groups such as those led by Gulbuddin Hekmatyar and Jalaluddin Haqqani, whose effectiveness on the battlefield was tied directly to their zealous theology that made waging jihad against the infidels a religious duty and death during such a struggle the ultimate accomplishment.

A similar process has been taking place for nearly two years in Syria. The opposition groups that have been the most effective on the battlefield have tended to be the jihadist-oriented groups such as Jabhat al-Nusra. Not surprisingly, one reason for their effectiveness was the skills and tactics they learned fighting the coalition forces in Iraq. Yet despite this, the Saudis -- along with the Qataris and the Emiratis -- have been arming and funding the jihadist groups in large part because of their success on the battlefield. As my colleague Kamran Bokhari noted in February 2012, the situation in Syria was providing an opportunity for jihadists, even without external support. In the fractured landscape of the Syrian opposition, the unity of purpose and battlefield effectiveness of the jihadists was in itself enough to ensure that these groups attracted a large number of new recruits.

But that is not the only factor conducive to the radicalization of Syrian rebels. First, war -- and particularly a brutal, drawn-out war -- tends to make extremists out of the fighters involved in it. Think Stalingrad, the Cold War struggles in Central America or the ethnic cleansing in the Balkans following the dissolution of Yugoslavia; this degree of struggle and suffering tends to make even non-ideological people ideological. In Syria, we have seen many secular Muslims become stringent jihadists. Second, the lack of hope for an intervention by the West removed any impetus for maintaining a secular narrative. Many fighters who had pinned their hopes on NATO were greatly disappointed and angered that their suffering was ignored. It is not unusual for Syrian fighters to say something akin to, "What has the West done for us? We now have only God."

When these ideological factors were combined with the infusion of money and arms that has been channeled to jihadist groups in Syria over the past year, the growth of Syrian jihadist groups accelerated dramatically. Not only are they a factor on the battlefield today, but they also will be a force to be reckoned with in the future.
The Saudi Gambit

Despite the jihadist blowback the Saudis experienced after the end of the war against the Soviets in Afghanistan -- and the current object lesson of the jihadists Syria sent to fight U.S. forces in Iraq now leading groups such as Jabhat al-Nusra -- the Saudi government has apparently calculated that its use of jihadist proxies in Syria is worth the inherent risk.

There are some immediate benefits for Riyadh. First, the Saudis hope to be able to break the arc of Shiite influence that reaches from Iran through Iraq and Syria to Lebanon. Having lost the Sunni counterweight to Iranian power in the region with the fall of Saddam Hussein in Iraq and the installation of a Shiite-led government friendly to Iran, the Saudis view the possibility of installing a friendly Sunni regime in Syria as a dramatic improvement to their national security.

Supporting the jihad in Syria as a weapon against Iranian influence also gives the Saudis a chance to burnish their Islamic credentials internally in an effort to help stave off criticism that they are too secular and Westernized. It allows the Saudi regime the opportunity to show that it is helping Muslims under assault by the vicious Syrian regime.

Supporting jihadists in Syria also gives the Saudis an opportunity to ship their own radicals to Syria, where they can fight and possibly die. With a large number of unemployed, underemployed and radicalized young men, the jihad in Syria provides a pressure valve similar to the past struggles in Iraq, Chechnya, Bosnia and Afghanistan. The Saudis are not only trying to winnow down their own troubled youth; we have received reports from a credible source that the Saudis are also facilitating the travel of Yemeni men to training camps in Turkey, where they are trained and equipped before being sent to Syria to fight. The reports also indicate that the young men are traveling for free and receiving a stipend for their service. These young radicals from Saudi Arabia and Yemen will even further strengthen the jihadist groups in Syria by providing them with fresh troops.

The Saudis are gaining temporary domestic benefits from supporting jihad in Syria, but the conflict will not last forever, nor will it result in the deaths of all the young men who go there to fight. This means that someday the men who survive will come back home, and through the process we refer to as "tactical Darwinism" the inept fighters will have been weeded out, leaving a core of competent militants that the Saudis will have to deal with.

But the problems posed by jihadist proxies in Syria will have effects beyond the House of Saud. The Syrian jihadists will pose a threat to the stability of Syria in much the same way the Afghan groups did in the civil war they launched for control of Afghanistan after the fall of the Najibullah regime. Indeed, the violence in Afghanistan got worse after Najibullah's fall in 1992, and the suffering endured by Afghan civilians in particular was egregious.

Now we are seeing that the jihadist militants in Libya pose a threat not only to the Libyan regime -- there are serious problems in eastern Libya -- but also to foreign interests in the country, as seen in the attack on the British ambassador and the U.S. diplomatic mission in Benghazi. Moreover, the events in Mali and Algeria in recent months show that Libya-based militants and the weapons they possess also pose a regional threat. Similar long-lasting and wide-ranging repercussions can be expected to flow from the intervention in Syria.

Siria: La historia de una maestra de inglés convertida en francotiradora.

Témoris Grecko
6 de febrero de 2013 · 8 Comentarios
Reportaje Especial
Givara. El precio de la libertad. Foto Témoris Grecko

LEPO, SIRIA (Proceso).- “¡Deja de matar, Bashar al Assad!”, exige Givara, una siria de 37 años que utiliza un fusil austriaco con mira telescópica para luchar contra el régimen. “Si dices que somos tu gente, deja de matar a nuestro pueblo, de destruir nuestro futuro. ¿Qué vamos a dejar aquí? Sólo muerte”.

Givara es una combatiente del Ejército Sirio Libre, en guerra con el gobierno del presidente sirio Al Assad. Maestra de inglés en tiempos de paz, hoy habla mientras acaricia su arma. Es una francotiradora. Pertenece a la katiba Al Waed (unidad militar La Promesa) del barrio de Salaheddine, uno de los que más han sufrido la destrucción de los seis meses que lleva la batalla de Alepo.

El de esta histórica ciudad es un frente que se ha estancado y en el que predominan dos tipos de ataques: el de las bombas y el de los tiros de precisión a distancia.

El trabajo de Givara es buscar posiciones de ventaja desde donde pueda hostigar al enemigo y, si es posible, matarlo. O combatir a quienes hacen lo mismo que ella en el bando rival.

Las matanzas del régimen la convencieron de unirse a la insurgencia: “Veíamos por televisión cómo mataban a sangre fría a la gente de (las ciudades de) Deraa, Homs, Idlib, Deir ez-Zor. No podía decir nada en ese momento porque el ejército controlaba Alepo, pero estaba muy triste. Bashar mataba a nuestros parientes, a nuestros amigos, a nuestros niños. ¿Qué podíamos hacer? ¿Seguir mirando televisión?”.

La guerra vino a su ciudad. Para combatir a los insurgentes en Alepo la fuerza aérea inició una campaña de bombardeos en zonas civiles… que no ha terminado: “Ves gente caminando, y dos minutos después los vuelves a ver y ya son sangre, pedazos de carne”, comenta ella.

–¿Cómo aprendió a disparar en contra de personas?

–No es difícil si piensas “mi enemigo quiere matarme, me voy a defender”.

–Como mujer, ¿tiene el respeto de los combatientes hombres?

–Todos los combatientes respetan a los demás combatientes. Al principio me dijeron que era muy difícil que una mujer peleara. Yo les respondí que no, que si ellos querían defender su libertad yo quería defender la mía, que no estaba dispuesta a ver a mis hijos convertidos en pedazos de carne. Así aceptaron mi presencia aquí y me respetan.

–¿Qué opina de que Jabhat al Nusra y otras organizaciones religiosas extremistas quieran prohibir que las mujeres combatan?

–Les pregunto si ellos pueden recuperar solos los derechos que nos ha quitado el régimen. Las mujeres siempre han luchado como los hombres, luchan todos los días, luchan por defender a su familia, para sacar adelante a sus hijos. Luchan como los hombres. Entonces, ¿por qué no pueden luchar con las armas para defender a su familia, a sus hijos y a su país?

–¿Ha matado a alguien?

–Sí. A tres hombres. Iban por ahí, riéndose y matándonos a sangre fría. No creen que seamos el mismo pueblo, la misma nación. Nos matan y ríen.

–¿Cómo afecta la guerra a las mujeres?

–Mucho. Aquí en Alepo muchas mujeres trabajan por la revolución pero sólo hay dos o tres combatientes como yo. Quiero preguntarte, ¿cómo se supone que se debe sentir una mujer cuando ha perdido a su marido, a su hijo, a su hermano? Si los matan a todos, ¿cómo puedo vivir como mujer? ¿Cómo puedo criar a mis hijos? ¿Me lo puedes decir, querido? De manera que yo quiero morir con ellos.

–¿Qué opina su marido de que pelee con las armas?

–Dice que no puede detenerme porque soy muy terca –contesta y ríe.

“Está muy orgulloso de mí. Él es el líder en este barrio”, añade.

–¿Y su familia?

–No lo aceptan, dicen que es muy peligroso. Pero lo que yo les digo es: ¿Qué debemos hacer para vivir después de toda esta destrucción? ¿Dónde queda nuestro futuro? Dos años y Bashar al Assad no se ha convencido de que ésta es la forma equivocada de tratar a su pueblo. Si tú eres un buen presidente, debes amar a tu pueblo, a tu país, defenderlo de sus enemigos, no ser su enemigo.

–¿Usted es de Alepo?

–Soy palestina, de Acre (en el norte del actual Israel). De ahí salió mi familia como refugiada en 1948. Vino a Siria y yo nací aquí. Sueño desde niña con ir a Palestina.

En ese momento de la entrevista se escucha una fuerte explosión en la calle vecina.

Givara pregunta: “¿Puedes oír las bombas? Bashar ha matado nuestros sueños”.

–¿Sabe usted que en Egipto ahora muchas mujeres que lucharon por la revolución temen que el nuevo gobierno islamista les quite sus derechos?

–La situación es muy distinta aquí, en Siria, porque las mujeres tienen mucho miedo. Queremos nuestros derechos porque somos musulmanas y nuestra religión dice que siempre debes proteger a la mujer. Somos débiles. En tiempos de Bashar trabajábamos mucho. No me sentía como mujer. Todo el tiempo sentía que era un hombre, que tenía que trabajar para traerle dinero a mi familia.

–¿Tiene usted un mensaje que enviarles a las mujeres en otros países del mundo?

–Quiero decirles a las mujeres en Yemen, en Egipto y en Túnez que las respeto mucho. Me han motivado para salir a la revolución y luchar. Ellas dijeron “no” antes que nosotras. Sueño con vivir entre ellas. Quiero visitar Egipto para ver mujeres que salen a la revolución y le dicen “es suficiente” a la dictadura.

–¿Qué les dice de la guerra a sus hijos?

–Son dos, de ocho y de 10 años. Quieren vivir, quieren jugar, quieren aprender en las escuelas. Pero desde hace dos años no tenemos escuelas ni parques para que jueguen los niños. Ellos sólo escuchan las bombas, las armas, ven a gente que muere en las calles. Me preguntan: “¿Por qué están muriendo?”. No puedo decirles nada, sólo me siento muy triste. Le dije a mi hijo: Éste es el precio de la libertad, amor mío. Si quieres vivir como un hombre, tienes que defender la libertad.

By George Friedman
Founder and Chairman

The civil war in Syria, one of the few lasting legacies of the Arab Spring, has been under way for more than two years. There has been substantial outside intervention in the war. The Iranians in particular, and the Russians to a lesser extent, have supported the Alawites under Bashar al Assad. The Saudis and some of the Gulf States have supported the Sunni insurgents in various ways. The Americans, Europeans and Israelis, however, have for the most part avoided involvement.

Last week the possibility of intervention increased. The Americans and Europeans have had no appetite for intervention after their experiences in Afghanistan, Iraq and Libya. At the same time, they have not wanted to be in a position where intervention was simply ruled out. Therefore, they identified a redline that, if crossed, would force them to reconsider intervention: the use of chemical weapons.

There were two reasons for this particular boundary. The first was that the United States and European states have a systemic aversion to the possession and usage of weapons of mass destruction in other countries. They see this ultimately as a threat to them, particularly if such weapons are in the hands of non-state users. But there was a more particular reason in Syria. No one thought that al Assad was reckless enough to use chemical weapons because they felt that his entire strategy depended on avoiding U.S. and European intervention, and that therefore he would never cross the redline. This was comforting to the Americans and Europeans because it allowed them to appear decisive while avoiding the risk of having to do anything.

However, in recent weeks, first the United Kingdom and France and then Israel and the United States asserted that the al Assad regime had used chemical weapons. No one could point to an incidence of massive deaths in Syria, and the evidence of usage was vague enough that no one was required to act immediately.

In Iraq, it turned out there was not a nuclear program or the clandestine chemical and biological weapons programs that intelligence had indicated. Had there been, the U.S. invasion might have had more international support, but it is doubtful it would have had a better outcome. The United States would have still forced the Sunnis into a desperate position, the Iranians would have still supported Shiite militias and the Kurds would have still tried to use the chaos to build an autonomous Kurdish region. The conflict would have still been fought and its final outcome would not have looked very different from how it does now.

What the United States learned in Iraq, Afghanistan and Libya is that it is relatively easy for a conventional force to destroy a government. It is much harder -- if not impossible -- to use the same force to impose a new type of government. The government that follows might be in some moral sense better than what preceded it -- it is difficult to imagine a more vile regime than Saddam Hussein's -- but the regime that replaces it will first be called chaos, followed by another regime that survives to the extent that it holds the United States at arm's length. Therefore, redline or not, few want to get involved in another intervention pivoting on weapons of mass destruction.

Interventionist Arguments and Illusions

However, there are those who want to intervene for moral reasons. In Syria, there is the same moral issue that there was in Iraq. The existing regime is corrupt and vicious. It should not be forgotten that the al Assad regime conducted a massacre in the city of Hama in 1982 in which tens of thousands of Sunnis were killed for opposing the regime. The regime carried out constant violations of human rights and endless brutality. There was nothing new in this, and the world was able to act fairly indifferent to the events, since it was still possible to create media blackouts in those days. Syria's patron, the Soviet Union, protected it, and challenging the Syrian regime would be a challenge to the Soviet Union. It was a fight that few wanted to wage because the risks were seen as too high.

The situation is different today. Syria's major patron is Iran, which had (until its reversal in Syria) been moving toward a reshaping of the balance of power in the region. Thus, from the point of view of the American right, an intervention is morally required to confront evil regimes. There are those on the left who also want intervention. In the 1980s, the primary concern of the left was the threat of nuclear war, and they saw any intervention as destabilizing a precarious balance. That concern is gone, and advocacy for military intervention to protect human rights is a significant if not universal theme on the left.

The difference between right-wing and left-wing interventionists is the illusions they harbor. In spite of experiences in Afghanistan and Iraq, right-wing interventionists continue to believe that the United States and Europe have the power not only to depose regimes but also to pacify the affected countries and create Western-style democracies. The left believes that there is such a thing as a neutral intervention -- one in which the United States and Europe intervene to end a particular evil, and with that evil gone, the country will now freely select a Western-style constitutional democracy. Where the right-wing interventionists cannot absorb the lessons of Afghanistan and Iraq, the left-wing interventionists cannot absorb the lessons of Libya.

Everyone loved the fall of communism in Eastern Europe. What was not to like? The Evil Empire was collapsing for the right; respect for human rights was universally embraced for the left. But Eastern Europe was occupied by Josef Stalin in 1945 following domination and occupation by Adolf Hitler. Eastern Europeans had never truly embraced either, and for the most part loathed both. The collapse freed them to be what they by nature were. What was lurking under the surface had always been there, suppressed but still the native political culture and aspiration.

That is not what was under the surface in Afghanistan or Iraq. These countries were not Europe and did not want to be. One of the reasons that Hussein was despised was that he was secular -- that he violated fundamental norms of Islam both in his personal life and in the way he governed the country. There were many who benefited from his regime and supported him, but if you lopped off the regime, what was left was a Muslim country wanting to return to its political culture, much as Eastern Europe returned to its.

In Syria, there are two main factions fighting. The al Assad regime is Alawite, a heterodox offshoot of Shi'ism. But its more important characteristic is that it is a secular regime, not guided by either liberal democracy or Islam but with withering roots in secular Arab Socialism. Lop it off and what is left is not another secular movement, this time liberal and democratic, but the underlying Muslim forces that had been suppressed but never eradicated. A New York Times article this week pointed out that there are no organized secular forces in areas held by the Sunni insurgents. The religious forces are in control. In Syria, secularism belonged to the Baath Party and the Alawites, and it was brutal. But get rid of it, and you do not get liberal democracy.

This is what many observers missed in the Arab Spring. They thought that under the surface of the oppressive Hosni Mubarak regime, which was secular and brutal, was a secular liberal democratic force. Such a force was present in Egypt, more than in Syria, Iraq, Afghanistan or Libya, but still did not represent the clear alternative to Mubarak. The alternative -- not as clearly as elsewhere, but still the alternative -- was the Muslim Brotherhood, and no secular alternative was viable without the Egyptian army.

The Difficulties of an Intervention

There are tremendous military challenges to dealing with Syria. Immaculate interventions will not work. A surgical strike on chemical facilities is a nice idea, but the intelligence on locations is never perfect, Syria has an air defense system that cannot be destroyed without substantial civilian casualties, and blowing up buildings containing chemical weapons could release the chemicals before they burn. Sending troops deep into Syria would not be a matter of making a few trips by helicopter. The country is an armed camp, and destroying or seizing stockpiles of chemical weapons is complicated and requires manpower. To destroy the stockpiles, you must first secure ports, airports and roads to get to them, and then you have to defend the roads, of which there are many.

Eradicating chemical weapons from Syria -- assuming that they are all in al Assad's territory -- would require occupying that territory, and the precise outlines of that territory change from day to day. It is also likely, given the dynamism of a civil war, that some chemical weapons would fall into the hands of the Sunni insurgents. There are no airstrikes or surgical raids by special operations troops that would solve the problem. Like Iraq, the United States would have to occupy the country.

If al Assad and the leadership are removed, his followers -- a substantial minority -- will continue to resist, much as the Sunnis did in Iraq. They have gained much from the al Assad regime and, in their minds, they face disaster if the Sunnis win. The Sunnis have much brutality to repay. On the Sunni side, there may be a secular liberal democratic group, but if so it is poorly organized and control is in the hands of Islamists and other more radical Islamists, some with ties to al Qaeda. The civil war will continue unless the United States intervenes on behalf of the Islamists, uses its power to crush the Alawites and hands power to the Islamists. A variant of this happened in Iraq when the United States sought to crush the Sunnis but did not want to give power to the Shia. The result was that everyone turned on the Americans.

That will be the result of a neutral intervention or an intervention designed to create a constitutional democracy. Those who intervene will find themselves trapped between the reality of Syria and the assorted fantasies that occasionally drive U.S. and European foreign policy. No great harm will come in any strategic sense. The United States and Europe have huge populations and enormous wealth. They can, in that sense, afford such interventions. But the United States cannot afford continual defeats as a result of intervening in countries of marginal national interest, where it sets for itself irrational political goals for the war. In some sense, power has to do with perception, and not learning from mistakes undermines power.

Many things are beyond the military power of the United States. Creating constitutional democracies by invasion is one of those things. There will be those who say intervention is to stop the bloodshed, not to impose Western values. Others will say intervention that does not impose Western values is pointless. Both miss the point. You cannot stop a civil war by adding another faction to the war unless that faction brings overwhelming power to bear. The United States has a great deal of power, but not overwhelming power, and overwhelming power's use means overwhelming casualties. And you cannot transform the political culture of a country from the outside unless you are prepared to devastate it as was done with Germany and Japan.

The United States, with its European allies, does not have the force needed to end Syria's bloodshed. If it tried, it would merely be held responsible for the bloodshed without achieving any strategic goal. There are places to go to war, but they should be few and of supreme importance. The bloodshed in Syria is not more important to the United States than it is to the Syrians.

Armas químicas acrecentarán crisis en Siria: Turquía

El conflicto multinacional por la controversia del posible uso de armas químicas en el régimen del presidente Bashar al-Assad continúa: Turquía se ha unido a quienes afirman o dicen tener pruebas de que efectivamente el país de medio oriente ha usado productos químicos en la población civil de Siria.

Turquía dijo que cualquier uso de armas químicas por parte del presidente Bashar al-Assad “llevaría la crisis a otro nivel”, pero permaneció cautelosa sobre cualquier intervención militar en el conflicto en su frontera.

De acuerdo al portal de Terra, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, Levent Gumrukcu dijo que ”Hemos estado escuchando acusaciones sobre el uso de armas químicas desde hace algún tiempo y estos nuevos hallazgos llevan las cosas a un nuevo nivel. Son muy alarmantes“, afirmó.

“Desde que se emitieron los primeros informes sobre el uso de armas químicas en Siria, hemos estado pidiendo una completa investigación por parte de Naciones Unidas para confirmar estos reportes. Sin embargo, el régimen sirio no ha permitido esto”, agregó.

Por su parte, la Casa Blanca informó la semana pasada que el Gobierno de Assad probablemente ha usado armas químicas en una pequeña escala, pero que el presidente Barack Obama necesita pruebas antes de actuar.

Siria, que hasta el momento ha rechazado el acceso a investigadores de la ONU, niega haber disparado armas químicas y acusa a rebeldes en contra de Assad de hacerlo.

“Esto ha sido hecho por organizaciones, incluyendo a Al Qaeda, que amenazaron con usar armas químicas contra Siria. Han concretado su amenaza cerca de Aleppo. Hubo víctimas”, afirmó el ministro de Información sirio, Omran al-Zoubi, en Moscú.

“El Ejército sirio no tiene armas químicas”, sostuvo Zoubi, citado por la agencia de noticias Interfax.



Siria coincide con EU: usar armas químicas sería cruzar la “línea roja”

El ministro de Información, Omran al Zoubi, afirmó en CNN que las armas químicas también son una “línea roja” para Siria, también confirmó que un grupo rebelde islamista de línea dura ha usado armas químicas durante la guerra civil.

“El presidente Obama dice que las armas químicas son una línea roja. Entonces está en concordancia directa con el presidente (Bachar al) Asad, quien también piensa que las armas químicas son una línea roja”, dijo al Zoubi.

La guerra civil en Siria ha causado alrededor de 70,000 muertes, desplazamientos masivos y destrucción en el país del Medio Oriente. La presencia de armas químicas y el temor de su uso en el conflicto ha despertado alertas en las capitales mundiales, incluyendo Washington.

El gobierno sirio niega el uso o la posesión de armas químicas, pero los países occidentales han concluido que el país alberga tales arsenales.

(Con información Notimex, Terra y CNN)

Conflicto en Siria suma hasta hoy 82 mil muertes

Notimex
Mayo 12, 2013
1:11 pm

47 mil 389 corresponden a civiles, de los cuales cuatro mil 788 fueron menores de edad y tres mil 048 mujeres

Desde el inicio del conflicto en Siria, a mediados de marzo de 2011, más de 82 mil personas han muerto, en su mayoría civiles, denunció hoy el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En un comunicado, el Observatorio precisó que desde el 18 de marzo de 2011, cuando iniciaron las represiones de la Policía y la Fuerzas Armadas contra opositores al presidente Bashar al-Assad y hasta ayer 11 de mayo ha documentado la muerte de al menos 82 mil 257 personas.

De la cifra total de víctimas fatales 47 mil 389 corresponden a civiles, de los cuales cuatro mil 788 fueron menores de edad y tres mil 048 mujeres, destacó la declaración del organismo, según un reporte de la cadena Al Arabiya.

El Observatorio destacó que también han perdido la vida 14 mil 840 combatientes de la oposición, entre los que se encuentran un gran número de soldados desertores, y 16 mil 729 miembros de las fuerzas gubernamentales.

A los 82 mil 257 muertos falta agregar al menos otras cuatro mil 215 personas que no han podido ser identificadas, pero cuyos fallecimientos se han podido documentar a través de fotografías y los videos grabados con cámaras de seguridad y teléfonos celulares.

El número de víctimas tampoco incluye más de 10 mil personas que están reportadas como desaparecidas, en centros de detención temporal o las cárceles del régimen, así como unas dos mil 500 personas que están en manos de los rebeldes.

Además, el OSDH estima que unos 12 mil shadiha (milicianos pro gubernamentales o informantes de al-Assad) también han fallecido en los más de dos años del conflicto, con lo que el número real de muertos ascendería a unos 110 mil 972.

Las cifras superan por un amplio margen a los 70 mil muertos que estimó en febrero pasado la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, que busca llevar a al-Assad ante la Corte Penal Internacional (CPI) para ser juzgado por estas muertes.

Siria, en “desastre humanitario”; se vislumbra “pesadilla”: ONU


La titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas, manifestó que Siria vive un desastre humanitario en el que se cometen "crímenes horribles" de tortura y ejecuciones extrajudiciales.


El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH) denunció públicamente el fracaso de la comunidad internacional para frenar la catástrofe humanitaria en Siria y advirtió que en el país árabe se vislumbra “una pesadilla”.

Al inaugurar la sesión del Consejo de Derechos Humanos, la titular del ACNUDH, Navi Pillay, externó: Siria vive “un desastre humanitario, político y social que ya está sobre nosotros, y lo que se vislumbra es una verdadera pesadilla”.

Pillay comentó que “la comunidad internacional parece incapaz de hacer un fuerte compromiso con la solución de la crisis”.

“Insto a los Estados a que hagan todo lo posible por forjar un fin a este desastre humanitario, ya que a veces parece que podemos hacer poco más que gritar en la oscuridad y tratar de contar los muertos“, manifestó.

Según informes recabados por el ACNUDH, los grupos armados han utilizado a civiles como escudos humanos, y los secuestros están aumentando. Continúan bombardeos con artillería pesada en zonas urbanas densamente pobladas, así como ataques a hospitales.

“Seguimos recibiendo informes sobre grupos contrarios al gobierno que cometen crímenes horribles, como la tortura y las ejecuciones extrajudiciales”.

“Debemos dejar claro tanto al gobierno como a los grupos armados de oposición que habrá consecuencias para los responsables”, agregó Pillay, quien urgió a que “el mundo tome medidas para poner fin a este terrible conflicto”.

Los representantes de Estados Unidos, Qatar y Turquía pidieron al máximo órgano de derechos humanos de la ONU convocar a un debate urgente que podría tener lugar este miércoles, para buscar formas de poner fin a la guerra civil en Siria y hacer pagar a los responsables por la muerte de miles de civiles.

Periodistas asesinados.

Por otro lado, una corresponsal de una cadena siria de noticias fue abatida en los combates que se registran en Qusair, que las fuerzas del presidente Bashar al Assad tratan de recuperar de manos de los rebeldes opositores.

Yara Abbas, corresponsal de la cadena Al-Ikhbariya, cayó en un ataque de los “terroristas” (como Damasco llama a los rebeldes) cerca del aeropuerto de Al Dabaa en las afueras de Qusair, señaló la agencia oficial de noticias SANA.

La televisora Al-Ikhbariya, cercana al régimen sirio, señaló que el ministerio de Información indicó que el sindicato de periodista añadió a Abbas en la categoría de “mártires”, después de que fue murió en el ataque, reportó el diario libanes Daily Star.

La terminal aérea de al-Dabaa, en la provincia central de Homs, se encuentra cerca de la ciudad de Qusair, que ha sido objeto de ataques de las fuerzas gubernamentales y los miembros del grupo chiita libanés Hezbollah desde la semana pasada.

Periodistas de ‘Le Monde’ sufren ataques químicos.

Dos reporteros del diario francés ‘Le Monde’ que acompañaban a los rebeldes sirios en las cercanías de Damasco, presenciaron ataques con armas químicas lanzados por las tropas del régimen, según informa EL Mundo.

Laurent Van der Stockt, fotógrafo del diario francés, relató cómo vivió los efectos de esas armas en un reportaje titulado ‘Guerra química en Siria’.

El fotógrafo vio que los combatientes rebeldes, que estaban apostados en unas casas en ruinas, empezaron a toser, a vomitar, a dar muestras de ahogo, antes de sufrir algunos síntomas él mismo, que después tuvo problemas visuales y respiratorios durante cuatro días.

Según las investigaciones hechas por Van der Stockt y por el periodista Jean-Philippe Rémy, el químico podría ser sarín.

Los reporteros consideraron que las fuerzas leales al presidente Bashar Asad utilizan gases tratando de evitar las propagaciones masivas, que ofrecerían fácilmente pruebas irrefutables del uso de esas armas.

(Con información de Notimex y El Mundo)

Russia Defends Sale Of 'Ship Killer' Missiles To Syria

Russian Foreign Minister Sergei Lavrov dismissed criticism over reports that Moscow sent advanced antiship cruise missiles to Syrian President Bashar al-Assad.

Michael Kelley | May 17, 2013, 7:05 AM

"I do not understand why the media is trying to create a sensation out of this," Lavrov said during a press conference with UN Secretary General Ban Ki-moon. "We have not hidden that we supply weapons to Syria under signed contracts, without violating any international agreements, or our own legislation."

The New York Times reports that Syria sent a shipment of upgraded Yakhonts anti-ship missiles, which Michael Gordon and Eric Schmitt describe as "a formidable weapon to counter any effort by international forces to reinforce Syrian opposition fighters by imposing a naval embargo, establishing a no-fly zone or carrying out limited airstrikes."

“It’s a real ship killer,” which Nick Brown, editor in chief of IHS Jane’s International Defense Review, told The Times.

Russia says it's business as usual.

"We are first and foremost supplying defense weapons related to air defense," he said. "This does not in any way alter the balance of forces in this region or give any advantage in the fight against the opposition."

That last claim is certainly debatable, based on the assessment by the Times.

Nevertheless, Russia's latest moves, including sending their Pacific Fleet to the region for the first time since the Cold War, reinforce Moscow's support for Assad.


Read more: http://www.businessinsider.com/russia-is-stilling-supporting-assad-2013-5#ixzz2Ueux7v21

La Inteligencia israelí cree que Al Assad puede ganar la guerra


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Foto: MOHAMED AZAKIR / REUTERS

JERUSALÉN, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Inteligencia y Asuntos Estratégicos israelí, Yuval Steinitz, ha señalado este lunes que el régimen sirio puede ganar la guerra contra la insurgencia si cuenta con el apoyo de Irán y del partido-milicia chií Hezbolá.

"Siempre he creído que al final Al Assad, con un apoyo iraní y de Hezbolá muy fuerte, tendría la ventaja", ha afirmado Steinitz, según recoge el diario israelí 'The Jerusalem Post'. "Y creo que es posible y siempre he creído que es posible, desde hace mucho tiempo", ha añadido.

En cualquier caso, Steinitz ha recordado la superioridad militar israelí, por lo que considera que el Gobierno israelí es el primer interesado en "no provocarnos" y evitar que Israel participe en el conflicto.

Steinitz no participa en el gabinete de seguridad, el núcleo de las decisiones de seguridad del Gobierno israelí, pero tiene acceso a la información de inteligencia y conoce de primera mano lo que piensa el primer ministro, Benjamin Netanyahu, de esta cuestión.

Estas afirmaciones han sido desmentidas por el Gobierno israelí, pero reflejan las dudas que tienen Israel, Estados Unidos y sus aliados sobre el resultado del conflicto sirio. Así, fuentes diplomáticas israelíes han señalado que "esta es una opinión personal informada, o más bien desinformada, de Steinitz".