Mujeres en las Fuerzas Armadas de Mexico

Mujeres con grado de General marcan el paso al Ejército mexicano

En los últimos siete años, el número de mujeres en las Fuerzas Armadas se ha duplicado.
Sábado, 8 Mar, 2014 

]En el Ejército mexicano, hay 3 mujeres con grado de general, una de ellas es Clementina Espínola Zetina También hay 14 con grado de coronel, y 530 de mayor.

En los últimos años, el número de mujeres en las Fuerzas Armadas se duplicó, según estadísticas de Sedena. En la imagen, Cecilia Raquel Añorve Bórquez, una de las únicas 3 generales que tiene el Ejército. (Facebook)[/b][/color]

Ignacio Alzaga/Milenio Diario

MÉXICO, DF.- Ganaron el honor de portar una estrella en el Ejército, símbolo de años de perseverancia en la carrera de las armas, que les permitió alcanzar el rango de generales brigadieres.

Clementina Espínola Zetina -campechana de nacimiento-, Cecilia Raquel Añorve Bórquez e Irene Espinoza Reyes son tres mujeres mexicanas que pertenecen a una época diferente dentro de las filas del Ejército y Fuerza Aérea.
Han logrado ascender a la jerarquía de generales y se desempeñan como directora del Hospital Militar de Especialidades, Jefe de Área y Comandante de una Compañía de Sanidad, respectivamente.

Forman parte de la cultura de equidad de género —una de las prioridades del general secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda— para que existan las mismas oportunidades, a fin de que las mujeres militares desempeñen cargos en igualdad de condiciones que el personal masculino.

En junio de 2013 se autorizó el ingreso de mujeres a los cursos de formación de las armas de artillería.
De acuerdo con datos de la Sedena, en los últimos siete años el número de mujeres en activo en las filas castrenses se incrementó 124 por ciento, al pasar de seis mil 293 en 2006 a 14 mil 150 en diciembre de 2013.
Catorce tienen la jerarquía de coronel y 530 la de mayor, además de que personal femenino ha realizado cursos de paracaidismo y de protección a funcionarios.

En el Colegio de la Defensa Nacional las mujeres que ostentan el grado de general brigadier o coronel pueden tomar el curso maestría en administración militar para la seguridad interior y defensa nacional.
Como parte del compromiso del general Salvador Cienfuegos Zepeda a favor de la igualdad de género y no discriminación, en junio del año pasado se autorizó el ingreso de mujeres a los cursos de formación de las armas de artillería y zapadores (constructores de infraestructura de guerra) en el ciclo lectivo 2013-2014.
El alto mando ratificó a todas y todos los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea, además de que se ha impulsado la capacitación y formación profesional con perspectiva de género.
El objetivo es “que se promueva el desarrollo de competencias, tanto técnicas como de actitud del personal militar”, indicó.

mr. troll escribió:orale ¿Pero que se gana SEDENA con ponerle la boina a unas oficinistas?

Lanceros de Toluca escribió:Una cosa es que se lo ganen por meritos. Otra cosa es que se los regalen por que quieren poner mujeres a huevo en un lugar donde por sus propios meritos en igualdad de condiciones no podrian estar. Si se lo ganan, adelante. Si es por dar las nalgas, por ser familiar de un caca grande o por hacer buenas relaciones publicas, es basura.
Una mujer debe de estar en el Ejercito para liberar a un hombre para combatir.


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Ahi les dejo este video para que se entienda un poco mas.

Las mujeres militares, tan capaces como los hombres
Ciro Pérez Silva

Periódico La Jornada
Martes 27 de mayo de 2014, p. 16

Lo único que una mujer necesita es que le den la oportunidad de mostrar que es capaz de hacer las cosas tan bien como cualquier hombre, asegura con una sonrisa Gwen Bingham, una de dos generales del ejército de Estados Unidos que es además comandante y la primera afroestadunidense en ocupar el cargo de intendente general y comandante de la Escuela de Intendencia del Ejército de su país en el Fuerte Lee, Virginia, así como el de comandante general del campo de misiles White Sands, Nuevo México.

Esposa, hija, madre, hermana, la menuda general mayor ha logrado en más de 30 años de carrera militar balancear sus responsabilidades familiares y militares, aunque reconoce que en su país el ascenso de las mujeres a los más altos rangos de la estructura castrense es producto de una evolución, "porque las cosas no siempre fueron como hoy. No puedo decir que sufrí discriminación por mi condición de mujer o por ser afroestadunidense. Lo que sí pasó es que muchos compañeros pensaron que yo no podría estar a la altura, pero al final terminaron viéndome como una igual", dice.

Invitada por la Universidad Nacional Autónoma de México para compartir con mujeres de los ejércitos mexicano y canadiense sus experiencias y expectativas en la carrera militar, Bingham, graduada con honores en administración de empresas en la Universidad de Alabama y con maestrías en administración en la Universidad Central de Michigan y en estrategia y recursos en seguridad nacional de la Universidad de Defensa Nacional, dice a La Jornada "que el Ejército Mexicano ha empezado a dar pasos en favor de la promoción de las mujeres en espacios tradicionalmente reservados a los hombres".

En el Ejército Mexicano las únicas mujeres con rango de general son las de servicio, como médicas y dentistas. Sólo las que se mantengan como pilotos en la Fuerza Aérea podrán aspirar finalmente al grado de general de arma, como Bingham.

"Si se da a una mujer la oportunidad y luego a 10, a 100, de hacer el trabajo, muchos quedarán sorprendidos de que lo puede hacer. Pero primero hay que pensar positivamente y darles la oportunidad de poner un primer pie en la puerta y de empezar a construir con ellas una situación de confianza. Eso es una forma positiva de pensar; tienes que tener un estado mental positivo para creer que las mujeres pueden contribuir tan bien como lo hacen los hombres. Si no les damos esa oportunidad, nunca se podrán dar cuenta de que pueden ser soldados exitosas", insistió.

Piden mujeres más presencia en los niveles de mando del ejército

Admiten avance en la equidad de género dentro de las tres milicias
Emir Olivares Alonso

Periódico La Jornada
Lunes 2 de junio de 2014, p. 16

Dentro de las fuerzas armadas, las mujeres han roto paradigmas y esquemas; cada vez con mayor frecuencia participan en tareas que antes se consideraban exclusivas para el personal masculino. Hoy las militares destacan en labores como artillería, vuelo de aviones de combate, paracaídismo, medicina e incluso están al frente de batallones en el campo de operaciones, a diferencia del pasado cuando sólo se les consideraba para trabajos de oficina y de enfermería.

En ello coincidieron elementos del personal femenino de las fuerzas armadas de México, Canadá y Estados Unidos, quienes agregaron que se ha avanzando en la construcción de la equidad de género en las milicias de las tres naciones, aunque aún faltan "pasos relevantes por dar", como alcanzar una mayor presencia en los niveles de toma de decisión y mando.

Con el objetivo de establecer un espacio de intercambio y vinculación entre mujeres militares de los tres países, además de buscar visibilizar el tema entre estudiantes universitarios, el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (Cisan) de la UNAM y el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry de Estados Unidos, realizaron hace unos días el seminario internacional El papel de las mujeres como actoras en las fuerzas armadas en América del Norte, en el que las militares compartieron sus experiencias y puntos de vista sobre su labor y la equidad dentro de los ejércitos.

Una de las primeras conclusiones fue que "todavía hay un largo trecho por construir" en cuanto a la equidad. La directora del Cisan, Silvia Núñez García, dijo en entrevista que las mujeres militares de las tres naciones de América del Norte aseguraron que "la cifra ideal" para tener mayor presencia en sus ejércitos sería de 25 por ciento del sector femenino y 75 masculino.

De acuerdo con las cifras aportadas durante el encuentro, en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicana hay 12 mil 488 mujeres con jerarquías de soldados, clases, oficiales y jefes generales, equivalente a 7 por ciento del total de efectivos; y en la Marina hay 8 mil 900 mujeres, 16 por ciento del personal.

Las fuerzas armadas estadunidenses cuentan con 214 mil mujeres en servicio (14 por ciento del total), pero sólo 25 con la jerarquía de general. En Canadá se habló de cerca de 20 por ciento de presencia femenina al interior de sus cuadros castrenses.

La directora del Cisan dijo que el caso canadiense es el más sobresaliente en la región en términos de igualdad de género en el seno de sus fuerzas armadas. “Esto –apuntó– es coincidente con el hecho de que Canadá es una de las naciones con mayores niveles de equidad, al ocupar el sitio 18 en el ranking mundial según datos del Índice de Desigualdad de Género del PNUD, mientras que Estados Unidos y México ocupan los lugares 42 y 72, respectivamente”.

Otra observación fue que ellas no piden ningún tipo de concesión o requisitos con exigencias menores para avanzar en la carrera de las armas por el hecho de ser mujeres.

Al hablar sobre la decisión que las lleva a sumarse a las fuerzas armadas, la académica planteó que las representantes de las tres naciones coincidieron en compartir varios "valores", entre ellos que la carrera militar está orientada a servir a los demás, tener "un amplio" concepto de lo que es la patria y destacar la relevancia de trabajar en equipo.

Como parte del seminario también se habló de otros dos fenómenos de la presencia femenina dentro de las fuerzas armadas: la importancia de que ellas gocen de tiempo, sobre todo para estar con sus familias, lo que generó la creación de las licencias de paternidad para los hombres, y que muchas tienen de pareja a un militar.

Cuando el armario es el cuartel
14 de junio del 2014

Foto colgada en Facebook por el Ejército Israelí. Foto: EspecialMéxico, 14 de junio.- La imagen de la mujer en el ejército, ha cambiado hasta en los medios de comunicación, pues cada vez es más visible. ¿Cómo olvidar aquella portada de la revista Proceso (edición 1688) –publicada el 18 de marzo, Día Internacional de la Mujer- en la que una bella integrante de las fuerzas armadas de Ciudad Juárez avanzaba con sus gafas oscuras portando una ametralladora bajo el sol desértico?

Las mujeres de las guerras de siempre, se quedaban a levantar hogares en crisis, mientras el marido se enlistaba en el Ejército rumbo a la condecoración o a la muerte. Ahora, el que las mujeres se enrolen ya no está fuera de su rol, al contrario, es una de las expresiones de su emancipación:

Según informa la Cámara de Diputados, para el año 2013, el número de mujeres en el Ejército se duplicó a 12 mil 345 integrantes.

A penas en 2006 eran ya 6 mil 309 mujeres de entre los 191mil miembros del Ejército; hoy parece que la tendencia se revierte, y podría ser que muy pronto dejen de ocupar el marginal 3.30% del total de ese año.

La Gral. Bgda. C. D. Ret. María Eugenia Gómez López, fue la primera mujer en entrar al Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos en el año 1957; para llegar a General hizo un largo camino como enfermera y odontóloga –graduada tanto de la Escuela Militar, como de la UNAM–, hasta hacer la Maestría en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacional.

¿Cuántos años llevan las mujeres haciendo sala de espera para aspirar a generalatos o capitanías?

Se piensa que el ejército es como la Iglesia, o más lento que ésta en aceptar los cambios que se dan a nivel global.

En 2014, un 54.9% de las mujeres en la institución, tienen cargos de soldados y cabos, después le sigue el cargo de teniente con 11.3%. Pese a las cifras, se observa aún un ascenso rápido de las mujeres al interior de la institución castrense.

Son preguntas que nadie se hace ni en tiempos de mujeres sobresalientes en el ámbito laboral, ni ahora que los homosexuales tienen derecho al matrimonio

Las mujeres en el Ejército comenzaron cuidando de los soldados en el año 1938; eran las enfermeras del general, las enfermeras del coronel, las enfermeras del soldado. Las últimas en el escalafón.

Fue hasta 2007 que las mujeres pudieron a la escuela militar, incluso para ser piloto aviador.

Este es el lento ascenso de las mujeres en el ejército, el cual pugna por ser motor de igualdad de género; pero ellas no son las únicas que han protagonizado su propia guerra por lograr igualdad en las filas del Ejército; hay otros grupos aún más vulnerables: los homosexuales y los seropositivos.

¿Cuántos homosexuales están en el armario castrense esperando aceptación para salir sin ser estigmatizados?

¿Cuántos militares portadores del VIH-sida son discriminados?

En Letra S, el diario La Jornada llegó a publicar una encuesta realizada entre julio de 2001 y julio del 2002 en la XXI Zona Militar, coordinada por el doctor Ramón Hernández Martínez, de la Secretaría de Salud de Michoacán, la cual reveló que de 660 soldados encuestados, 88 presentaron alguna enfermedad de transmisión sexual, y varios de ellos más de una. Las más frecuentes fueron gonorrea (55), herpes (12) y el virus del papiloma humano (12). Además, se reveló un bajo uso del condón entre los soldados.

En el 2007 la Suprema Corte de Justicia de la Nación retomó el caso –aplazado desde 2005– de militares con sida, que la Sedena pretendía sacar de sus filas, como en una especie de juicio sumario contra todos los elementos que tuvieran enfermedades incurables. En ese entonces, un pequeño grupo de militares decidió salir del armario del cuartel para exigir respuesta del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, ya que no contaban con ningún respaldo médico.

Hoy, la imagen tanto de la mujer, como de los homosexuales, y de los portadores del VIH-sida, está cambiando poco a poco en el Ejército, en búsqueda de una milicia más incluyente.

Yuriria Rodríguez Castro

Estado Mayor

En igualdad de género Sedena incumple planes
Jesús Aranda

Periódico La Jornada
Martes 27 de enero de 2015, p. 8

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no cumplió con ninguna de las metas previstas en el Programa de igualdad entre hombres y mujeres 2014, a pesar de que tenía asignados 100 millones de pesos para diversas actividades.

La encargada de aterrizar los objetivos planteados fue la Dirección General de Derechos Humanos de la Sedena, la cual registró un avance del cero por ciento en 30 proyectos previstos.

De acuerdo con información oficial de la propia dependencia, el objetivo era promover "acciones afirmativas" para “disminuir situaciones y condiciones de desigualdad entre mujeres y hombres en el Ejército Mexicano.

Actualmente hay cerca de 15 mil mujeres militares, de un total de 200 mil elementos que componen la Sedena y, según las estimaciones oficiales, se espera que su número se incremente.

Sin embargo, entre los proyectos que no se llevaron a cabo en 2014, pese a que tenían asignada la partida presupuestal referida, destaca: la operación del Observatorio para la igualdad entre mujeres y hombres en las fuerzas armadas, con el propósito de mejorar el ambiente laboral.

Asimismo, la campaña de prevención y atención de la violencia familiar y de género; la campaña para incorporar lineamientos para mejorar las condiciones de responsabilidad compartida en la vida laboral, familiar y personal; el mejoramiento del ambiente laboral, y el curso básico sobre hostigamiento y acoso sexual.

El alto mando tampoco cumplió su objetivo de construir dos centros de desarrollo infantil, uno en el campo militar 15-A de Zapopan, Jalisco, y otro en el campo militar 37-C en San Miguel de los Jagüeyes, estado de México.

It is a universally accepted fact that militaries are not created to generate employment and hence have nothing to do with gender equality. They are tasked to ensure national defence and that is the sole reason for their existence. They need only the fittest – men or women. Armed forces require personnel who are physically strong and mentally robust to be able to handle battle-field pressures. The fighting potential of a force depends fundamentally on its cohesion, mutual trust and faith in the leadership. Nothing should be done to weaken these traits.