El caso de las favelas

He escrito y mantenido muchas veces que México no tiene más problemas de seguridad que los que tuvo Colombia en un momento determinado de su historia o los que padeció el propio Brasil.



Fue la insistencia de Calderón de abordar en todo momento el discurso sobre la seguridad el que hizo que en nuestro país todo fuera violencia, violencia y más violencia.



Una vez dicho esto es importante rescatar el sentido de los riesgos que la seguridad en México presenta. Situaciones como las que se presentan en entidades como Michoacán y Guerrero, que tienen muy poca excusa.



El gobierno de Peña no tiene más remedio que enfrentar operaciones de comando del estilo de las que el gobierno de Lula -que tan agradable es a la concepción política de este gabinete- tuvo que efectuar con las favelas para restaurar el orden y evitar que las cosas se salieran todavía más de cauce.



Pero por si eso no fuera ya suficiente con las condiciones en las que se encuentra Guerrero y Michoacán, unido al problema permanente de normalistas y una determinada parte del magisterio que extiende sus problemas a Chiapas y Oaxaca, ahora surge el primer indicio de que podemos estar frente al riesgo latente de una guerrilla urbana o algo que se le parezca.



Desde hace mucho tiempo vivimos en la confortabilidad de que los grupos terroristas no existen en México. Afortunadamente eso es verdad, sólo que es cierto, sólo hasta cierto punto.



Los últimos incidentes producidos en todo el país, especialmente en Michoacán y Guerrero, mas la constante prueba de fuego a la que se es sometida la capital del país a través de operaciones como la toma de la oficina de Rectoría de la UNAM y otras, muestran que en algún punto el Cisen que ya parece haber recuperado su estado original de realizar labores de inteligencia que sirvan para prevenir problemas de la seguridad nacional, debe fijarse en el alcance de los problemas que realmente estamos enfrentando.



Como sostenía Lenin, un cuchillo con un tenedor es lo más inocente e inofensivo del mundo, todos los usamos para comer, sin embargo, pueden ser el primer detonante de una situación que cambie el régimen.



No estoy diciendo que estemos en esa situación pero considero que debemos dejar de contemplar el tema de la seguridad nacional bajo los canales que lo estamos haciendo ahora, es decir el problema medio detectado de la influencia de los cárteles y la ausencia de otros problemas.



La franja de desigualdad social es la mecha que puede incendiar, desde un punto de vista teórico, cualquier situación. Pero además ya hemos vivido otras situaciones en las que de narcotráfico se pasó a narcoguerrilla y de allí a un problema mucho más complejo como el que podemos enfrentar más pronto que tarde.



Los datos siguen acumulándose y es importante que este Estado que ha demostrado mayor eficacia en el manejo de la información, al menos en algunos casos, debe definitivamente empezar a considerar los atentados y las situaciones a las que estamos midiendo desde una perspectiva nueva.



Sin ser alarmista, sí que sirva para prevenir la conjunción de maestros, más desorden en algunos estados, más la permanente prueba de fuego en la capital del país, para crear una situación que se pueda tornar mucho más peligrosa a partir de aquí.

FUENTE:
http://www.lasillarota.com/component/k2/item/68060-el-caso-de-las-favelas

Y eso que no se menciona lo de las bombas...ni lo de los zapatistas...y no mencionaron tampoco a Tamaulipas, solo a Michoacan y Guerrero.

Vaya interesante punto de vista, y repito lo que dije en el tema de Michoacan, la situacion se esta saliendo de control, Estados donde la ley del Narco es la que impera, Gobiernos corruptos y/o coludidos con el Crimen Organizado, un pueblo harto de la violencia, el alzamiento de comunidades deslindandose de las autoridades y aplicando su propia justicia, el problema con los grupos de maestros disidentes, son focos rojos que el gobierno debe atender, el terrorismo en el pais como tal, yo considero no existe, pero algunos grupos subversivos han hecho gala de actos que si se miran con lupa son considerados como terroristas, esperemos y las cosas mejoren y que el gobierno realmente haga su tarea la cual por el momento debe ser garantizar la seguridad interior de nuestro amado pais