policias coludidos.

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Con una narcolista “activa” conformada por más de 50 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que abarca desde los filtros policíacos y hasta custodios de la cárcel y en manos del ex policía municipal, Pastor Benítez Carrillo, se abre otro boquete en la corporación policíaca, que refleja la subordinación a la narcocélula de “Los Zetas”.
Con ello el círculo criminal abarca desde “Los Halcones”, capturados en la Zona Hotelera y también los que fueron detenidos este miércoles frente a las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia, en pleno centro de la ciudad.
La amplia narcolista abarca los números personales de teléfonos celulares, de jefes de turno, elementos de los filtros policíacos, agentes de los turnos nocturnos y matutinos, y hasta de custodios de la cárcel de esta ciudad.
Lo que refleja que la “activa” narcolista mantiene la grave complicidad de malos elementos policíacos con el crimen organizado.
Y además la corporación policíaca reconoce que Pastor Benítez Carrillo, de 41 años de edad, efectivamente laboró como policía municipal y que fungió como enlace e informante de la delincuencia organizada.
Lo grave es que cuando detectaron esa grave situación, solamente lo dieron de baja por perdida de confianza. Lo cual resulta inconcebible porque no lo denunciaron ante las autoridades correspondientes para que sea investigado debidamente y se realice del deslinde de responsabilidades para que enfrente la sanción penal respectiva.
Con ello la corporación policiaca, le quitó el uniforme y el cargo, pero como ex policía municipal siguió fungiendo como enlace entre el crimen organizado y sus compañeros policías en activo.
Tal y como lo demuestra la “narcolista” que fue detectada en manos del ex policía Pastor Benítez y Juan Cristóbal de Santiago Gutiérrez, de 53 años de edad.
Ambos fueron detenidos a bordo de un auto compacto tipo Tsuru de la marca Nissan, color blanco.
Al momento de su detención lanzaron amenazas y advertencias en contra de los elementos policíacos que los detuvieron y fueron enviados a la cárcel en agravio de los elementos que los capturaron por la agresión verbal que realizaron.
Ambos fueron detenidos sobre la avenida Leona Vicario, a la altura de la Región 217, del fraccionamiento de “La Guadalupana”.
Fue durante este martes cuando se registraron los hechos, pasadas las 4 de la tarde.
Y su captura fue fortuita, pues todo ocurrió cuando en un recorrido en materia de prevención en la avenida Leona Vicario, elementos de la policía municipal, se percataron de un vehículo compacto tipo Tsuru, con placas UVG-9165, de Quintana Roo que circulaban a exceso de velocidad.
Fue en ese momento que se les marcó el alto, pero los dos ocupantes del vehículo hicieron caso omiso a la indicación, por lo que los elementos de la patrulla se dieron a la tarea de perseguirlos hasta que los obligaron a detenerse.
Fue en ese momento, cuando al solicitarles que descendieran del vehículo, los dos sujetos se negaron a cooperar, y el chofer los agredió verbalmente pues de forma altanera dijo que no tenía porque bajarse y que no sabían con quien trataban y que los dejaran en paz si no querían tener problemas.
Fue ante esa la actitud agresiva y prepotente por parte de los sujetos que procedieron a detenerlos.
Y al realizarles una revisión preventiva entre sus ropas, les encontraron una hoja de papel con una lista de claves y números de teléfonos, de elementos policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal.
Ante lo delicado de esta situación y por las amenazas, se procedió a trasladarlos a la unidad jurídica para certificarlos médicamente y ponerlos a disposición del agente del Ministerio Público del Fuero Común.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal confirmó que Pastor Benítez Carrillo fue elemento activo de la corporación y causó baja por pérdida de la confianza ya que se presume estaba trabajando como informante de un grupo del crimen organizado.
A razón de esto Pastor Benítez y Juan Cristóbal de Santiago Gutiérrez, se encuentran bajo investigación del Ministerio Publico del Fuero Común por la “narcolista” que les fue encontrada.