La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
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La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
Con la deserción de 217 mil 494 soldados de 1993 a la fecha, la crisis de los militares toca fondo: prácticamente se ha renovado la tropa. Para los comandantes, el soldado es “un autómata, un número, un mercenario” que recibe una paga por lo que hace, mientras el manual Mando militar de la Secretaría de la Defensa Nacional lo describe como “un ser despojado de voluntad, individualidad, inteligencia y valores”
Frente al reto de que “el Ejército necesita día a día de mejor personal, con altas calificaciones y calidad profesional en todos sus niveles jerárquicos, el soldado anda en la búsqueda de satisfacciones inmediatas de carácter personal. Está a disgusto ante la responsabilidad; prefiere ser dirigido. (Muestra) falta de iniciativa. Ante una orden requiere inclusive el cómo hacerlo y trata de evitar excederse en más de lo que se le ordena”.
El manual de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), denominado Mando militar, señala que las “experiencias de los comandantes, relativas a la contextura mental y anímica común del soldado, indican que existe una gran proporción de que su conducta es del seguimiento de la línea del menor esfuerzo; tratando de evadir los actos del servicio, trabajo y otras actividades”.
Editado por la Sedena en 1994 como un manual-curso del Ejército Mexicano, dirigido a los comandantes superiores, señala que “ser militar exige la comprensión de altas normas éticas y morales, profesionalismo, sentido de responsabilidad, disciplina, entrega plena y auténtica a la profesión; una vocación permanente por el estudio, para cumplir con eficiencia los cargos y situaciones que la carrera les depare”.
El diagnóstico de los comandantes, impartido en la Escuela Superior de Guerra, describe que un gran porcentaje de soldados presenta “falta de ambición; un comportamiento resignado, fatalista y conformista con la situación. También, falta de identificación de metas u objetivos precisos. Seguir la senda del destino o la aventura, carecer de proyectos y no tener definido el mañana”.
El soldado “no es previsor, se excede en gastos, adquiriendo bienes superfluos. Carece de cultura y oficio, de conocimiento o habilidades que le proporcionen un medio de vida en el ambiente civil (excepto en labores rudimentarias), lo que significa que militarmente no posee vocación, sino que su situación es una forma de vida”, subraya.
Dice que frente a la exigencia del mundo moderno de que los militares tengan una mayor dedicación, profesionalismo, cultura y tecnología, el soldado mexicano “carece de sentido de grupo; es esencialmente egocéntrico e indiferente a las necesidades y problemas de la unidad”. Advierte que “los medios de hacer y conducir la guerra han evolucionado a un ritmo que no permite a nuestro país aislarse del progreso mundial, so pena de, en algún momento, verse invalidado para la defensa de sus intereses vitales.
“Ello repercute en la calidad profesional del personal, mismo que debe disponer de profundos conocimientos técnicos-militares que correspondan a su cargo y especialidad, desarrollo, evolución y posiciones futuras; de ahí que (es necesario) considerar la exigencia permanente de revisar los planes de estudio y actualizar los conocimientos de jefes y oficiales, para que concurran con su esfuerzo al mejoramiento y eficacia de la institución”.
En el capítulo séptimo “El comportamiento humano” inciso IV, “La naturaleza humana y el mando”, reconoce que “un efecto generalizado entre los comandantes es intuir al subalterno únicamente en relación con el servicio y de los subordinados el observar los actos del servicio como castigo, esfuerzo innecesario, mal irremediable, etcétera.
“Esta diferencia, nociva por sus consecuencias, define desde el punto de vista del comandante al soldado como un autómata, un número o como un mercenario que recibe una paga por lo que hace; al individuo al que se le paga por obedecer, es decir, un ser despojado de voluntad, individualidad, inteligencia y valores”.
El subalterno, a su vez, observa los actos del servicio como un trabajo o medio de ganarse la vida, esperando, a corto o mediano plazo, darse de baja para mejorar su forma de vivir y recobrar su individualidad”.
Sin escuela militar
Paradójicamente, define al oficial de alto rango como quien no actúa por incentivos económicos, porque “el oficial no es un mercenario que transfiera sus servicios a donde sean mejor recompensados, no es un ciudadano-soldado de tiempo parcial, sino que mantiene deseos permanentes de perfeccionamiento y superación. La combinación de estos factores constituye su motivación profesional”.
Fundamenta ese abismo que hay entre soldados y oficiales: “El derecho legal para practicar la profesión militar es limitada a los miembros acreditados, y en el caso de oficiales, jefes y generales a la posesión de su patente, misma que sirve para ejercer, en forma de título, como cualquier otra profesión”.
Advierte que entrar a este grupo está restringido a aquéllos a quienes se les ha proporcionado educación y entrenamiento, y permite actuar como oficiales sólo a aquellos que muestran competencia profesional. Así, dice, el personal de clases, considerando las jerarquías de sargento segundo y primero, ha recibido una educación profesional, desarrollado destrezas y habilidades que corresponden a los cargos y especialidades que se les asignan.
El resto del personal –cabos y soldados– no recibe una educación militar formal, únicamente adiestramiento y técnicas necesarias en función de su responsabilidad. Su vocación es un contrato, no una profesión. Esta diferencia fundamental entre el oficial, las clases y soldados refleja la línea divisoria internacionalmente marcada en las instituciones militares del mundo. La diferencia de caracteres de las dos vocaciones hace que la jerarquía organizacional sea discontinua.
Los soldados o cabos que llegan a convertirse en oficiales son preferentemente la excepción que (confirma) la regla, considerando que la educación y el entrenamiento necesario para el oficial es normalmente incompatible con el servicio prolongado que presta el soldado, señala el Mando militar, impreso en el Taller Autográfico bajo la supervisión de la Sección Segunda de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Parteaguas en el Ejército
José Luis Piñeyro dice que el contexto histórico en que fue redactado el manual, en 1994, fue un parteaguas en el seno de las fuerzas armadas: transformaciones internas, surgimiento de los cuerpos especiales, mayor educación militar, en términos de habilidades y doctrina; y se da un proceso de reestructuración administrativa y de abastecimiento de materiales de guerra y pertrechos. “Habría que preguntar si esa combinación de soberbia con desprecio del alto mando frente a la tropa sigue persistiendo o ha cambiado”.
“Se trata de un documento redactado poco antes del levantamiento zapatista, que plantea una reconstrucción en las fuerzas armadas, al detectarse que hay faltantes de movilización de tropas vía aérea o terrestre, y capacidad de reacción con suficientes tropas. La vocación profesional militar está centrada en los bajos y altos mandos, y la tropa es vista como algo provisional en la cual no se puede confiar”, subraya.
El general Roberto Badillo Martínez, integrante de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, dice tajante: “No estoy de acuerdo con esa apreciación, porque los soldados ven un trabajo en donde pueden llegar a ser generales. ¿Cómo puede ser mercenario quien puede llegar a ser general? Un soldado con secundaria al año y medio asciende a cabo, luego a la escuela militar de clases, para sargento segundo, después como sargento primero; regresa con las tropas y va a promoción para subteniente y de ahí puede llegar a general. ¿Por qué va a ser un mercenario? Me parece que es un error haber hecho el manual y quien lo escribió no hizo carrera militar”.
Hay soldados y cabos que van a ascender hasta generales, ya no es común porque hay más movilidad en las fuerzas armadas, movilidad que se dio con el cambio de la sociedad, ahora es más urbana; antes se reclutaba en la sierra, hoy, en las colonias populares, expresa el también exjefe de la Sección Segunda de Inteligencia del Estado Mayor de la Sedena.
Guillermo Garduño, doctor en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México, manifiesta que uno de los grandes puntos que señala Sun Tzu como esencial es que cuando un ejército, por poderoso que sea, es quebrado de sus fuerzas morales y sus valores que pretende defender, automáticamente está derrotado, es un fenómeno de México y del mundo.
Los otros elementos –cabos y soldados–, añade, son totalmente improvisados; es una de las grandes debilidades de los ejércitos modernos, donde la gran mayoría están condenados a no llegar ni a subtenientes, el grado más bajo de la oficialidad, y concentra el mayor número de desertores.
Aplicación y administración de la violencia
El manual especifica una clara distancia en la esfera de competencia dentro de la estructura militar y una marcada diferencia entre la tropa, considerados por el alto mando como “especialistas en la aplicación de la violencia” y el personal de clase, oficiales y generales, a los que caracteriza como “especialistas en la administración de la violencia”.
“Dentro de la especialización militar, que es común a casi todos los oficiales, entre los cuales se distinguen unos de otros, la especialidad focal del militar es quizá bien resumida en una frase, que la define como ‘la administración de la violencia’”.
En la dirección, operación y control de una organización humana, cuya función primaria es la aplicación de la violencia, está la manifestación de la actividad peculiar del oficial; ésta es común en las actividades terrestres y aéreas, y distinguen al oficial de arma de otros oficiales con otras especialidades, necesarias para el logro del objetivo global de la institución y de las tropas.
La habilidad peculiar del oficial es la administración de la violencia, pero no el acto de violencia misma. Por ejemplo, disparar un fusil es básicamente una habilidad mecánica, dirigir las operaciones de una compañía de fusileros necesita de un diferente tipo de habilidad, la cual puede ser aprendida en manuales, en la práctica y la experiencia.
La especialización militar impone al oficial una responsabilidad social, ya que el empleo de su especialización utilizada incontroladamente rompe el orden en una sociedad. De tal manera que mientras todas las profesiones son, en alguna forma, reguladas por el Estado, la profesión militar es monopolizada por el Estado.
La profesión militar
El cuarto capítulo del manual, “El profesionalismo dentro del Ejército”, inciso III, refiere que en las condiciones ambivalentes de actuar al mismo tiempo como jefe y subalterno, como comandante y colaborador, como líder y ejecutante, colocan al militar en un desafío profesional permanente, ya que existen deberes, responsabilidades, actitudes y posiciones intransferibles, que exigen una disposición y capacidad para adaptarse a los cambios que impone su situación en el Ejército y de la sociedad a la que sirve.
En lo profesional, independientemente de ser apto técnica, táctica, operativa y administrativamente, tendrá que desempeñarse como comandante o jefe; circunstancia que lo obliga a conocer las técnicas y procedimientos para realizar el efectivo manejo y conducción de los hombres a su mando, lograr su voluntaria y franca colaboración para cumplir con las misiones asignadas a la unidad.
Una necesidad básica de nuestra institución como entidad organizada, es la de asignar el mando de las unidades de cualquier nivel, a personal que revele disponer de las aptitudes y capacidades para ejercerlo con garantía de armonizar y adecuar las calidades individuales de los miembros de una comunidad, motivándolos y conduciéndolos para el logro del fin propuesto para la organización.
El soldado moderno reúne características diferentes del soldado que prestó sus servicios hace 25 o 30 años. Mandarlo constituye un desafío por dos razones: las condiciones del mundo actual, las actitudes y los valores que han sufrido cambios son producto de la evolución tecnológica, social, de los medios de combate, las destrezas y la complejidad, cantidad y calidad de conocimientos que se le deben impartir para la ejecución y desarrollo eficaz de sus funciones.
El soldado de esta época es un ente con mayor información y cultura, resultado de la extensión del sistema educacional; menos controlable, dadas las condiciones de ruptura gradual en el seno familiar y de la fe y espiritualidad que proporcionaba la religión. La menor autoridad de los padres y mayor libertad que facilita el mundo moderno han incrementado la independencia y el desafío de los valores tradicionales, así como el enfrentamiento a autoridades, instituciones, costumbres y el orden social que imperó hasta una generación atrás.
La adecuación de la institución militar a la evolución de la sociedad a la que sirve, la ha obligado a una reestructuración constante en: sus misiones constitucionales, su organización interior, la educación de su personal, para lograr una adecuación de sus cuadros de clases, oficiales y jefes, para hacer frente al problema de enseñar al soldado la variedad y complejidad de destrezas requeridas por la organización.
Sin embargo, los jefes y oficiales tienen con frecuencia problemas para comprender y comunicarse con sus subalternos y viceversa, lo cual obliga al jefe u oficial a una mayor preparación profesional, cultural y a poseer una técnica para comunicarse y entender a sus hombres.
Con base en lo anterior, concluye que un comandante genera una profunda interrelación entre la capacidad profesional y las cualidades y condiciones que debe desarrollar; estableciéndose que: no es digno mandar si no es, en toda circunstancia, maestro de sí mismo, si es incapaz de ser imparcial, si no es capaz de entender y orientar a sus hombres, si no puede escuchar otras opiniones, incluso contrarias a la suya y evaluarlas con serenidad y justicia. Debe ser capaz de sentir las exigencias del momento y de trazar en el futuro la línea de las consecuencias.
La influencia del comandante radica en dos aspectos: reconocerse a sí mismo. “El arte de mandar a los demás es, esencialmente, el arte de mandarse a sí mismo y disponer de habilidad en el manejo de los hombres a su mando. “Hay comandantes que dirigen a sus subordinados y hay otros que espolean a la gente, los primeros son respetados, los segundos son temidos (…)”.
La comunicación
Un aspecto relevante del curso del “Don de mando” es el capítulo relativo a la comunicación interna entre los altos niveles y jerarquías del Ejército y los soldados, la cual constituye “el factor que hace la diferencia entre el éxito y la mediocridad en el desempeño de un militar con el mando de tropas”.
Sin embargo, dice que “debe aceptarse que es el área más descuidada (por lo que) es necesario incrementarla y fomentarla para comunicar ideas e información, que creen comprensión y esfuerzo unificado entre los miembros de una organización militar”.
Refiere que un problema frecuente para lograr una buena comunicación entre los comandantes y sus subordinados es la falta de interés en escuchar; y, contrariamente, en hablar demasiado.
De tal manera que, dice, muy pocos comandantes conocen el verdadero alcance de la comunicación; no aprecian su valor como la herramienta más importante de que disponen para lograr que se hagan las cosas. “La comunicación es la base para la cooperación, la comprensión y la acción”.
Cualquiera que sea la meta o propósito del militar en el cargo de comandante, le obligará a pensar que el único camino accesible para lograrlo será con la cooperación plena, decidida y voluntaria de sus hombres, lográndola a través de la comunicación.
Cualquier otro camino, advierte, sea el de la rigidez disciplinaria o extrema agresión, dará, en su mejor caso, resultados temporales, pero siempre caerá en un elevado ausentismo, cambios de personal, licencias ilimitadas, procesados, deserciones, gran número de quejas, anónimos y una baja moral, que se reflejará en el rendimiento general de la unidad.
El comandante debe conocer a sus colaboradores inmediatos y a los principales orientadores y líderes en todos los niveles. No conocerlos sólo por su jerarquía o cargo, sino como personas: sus necesidades, cualidades, educación, tendencias, vulnerabilidades, sentimientos, familia, que le permitan emplearlo, inducirlo o generar corrientes favorables a las finalidades de la institución, del cumplimiento de las tareas asignadas.
Conocer a sus hombres, adentrarse y profundizar en su mente, y lograr una identificación consciente y valiosa para los fines que perseguimos; “todo consiste en prestar oídos y observar en actitud benévola y positiva”.
La cadena de mando
Debido a que con frecuencia hay problemas para hacer llegar información a las unidades y a sus miembros, la comunicación militar se realiza a través de la cadena de mando que disemina la información oficial, a través de la cual el comandante trasmite políticas, normas y misiones hacia las unidades. Pero, señala el texto, al utilizar la cadena de mando, la información se distorsiona, se diluye, cambia o se detiene antes de llegar a su destinatario.
Además, un gran porcentaje de información se filtra o se pierde el contenido original de una orden, en una proporción que va del 45 por ciento en los niveles más bajos al 5 por ciento en el grupo de comandantes. Considerando estos filtros, es comprensible que la información sea tergiversada, diluida o se pierda en considerables porcentajes.
El desempeño del comandante
De acuerdo con el documento, tres cualidades definen el desempeño del comandante: el mando o autoridad que ejerce sobre sus subordinados; la autoridad, el poder legítimo para dirigir al personal y tomar decisiones; y la responsabilidad, es decir, él es responsable de los actos de sus subalternos.
Estos lineamientos se encuentran contenidos en leyes, reglamentos, directivas, circulares, decretos, órdenes, etcétera; sin embargo, éstas no pueden cubrir, ni prever todas las situaciones y circunstancias por las cuales un comandante debe decidir y adoptar la conducta más adecuada.
La falta de lineamientos escritos obliga a un comandante a recurrir a su habilidad, experiencia, sentido común y buen juicio para determinar lo correcto. Es en estas condiciones cuando ejerce su autoridad y responsabilidad correlativa, basado primordialmente en su juicio y experiencias personales.
“Don de mando” es el proceso de ejercer influencia sobre los subordinados en beneficio de la misión encomendada a la unidad, comprende: la relación personal de un individuo con un grupo de gente, la habilidad del comandante para utilizar su personalidad a fin de influir adecuadamente sobre sus subalternos en el cumplimiento de la misión, e inducir a los subordinados permitirá recibir su cooperación voluntaria, a través de la persuasión.
El “Don de mando” establece las reglas básicas que debe realizar el cuerpo de comandantes para revertir el mal estado en que se encuentran las tropas del Ejército Mexicano.
De acuerdo con el diagnóstico, la Sedena dice que, para un comandante, satisfacer las necesidades de grupo es un reto mayor, ya que no únicamente se requiere mantener la cohesión, respeto y obediencia de sus soldados, sino incrementar su autoestima; reforzar su autoridad moral, profesional y jerárquica.
Militarmente, dice, los jefes son designados por la superioridad, en función de su jerarquía y posición que ocupan; sin embargo, el jefe no se gana la confianza y entrega de su personal, sino hasta que obtiene el respeto y admiración de su unidad, al satisfacer sus necesidades y lograr el apoyo de sus valores de grupo.
“Las tropas mantendrán la confianza en sus jefes, siempre y cuando sean satisfechas sus necesidades y esperanzas de grupo; ya que cuando esa confianza se pierde, cada miembro buscará sus satisfacciones individualmente”, sentencia el alto mando de la Sedena.
Deserción total
Pero al parecer esa confianza se perdió, y tampoco fueron resueltas las necesidades de la tropa, ya que en 13 años, de 1993 a 2006, durante los sexenios de los expresidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox, desertaron del Ejército un total de 217 mil 494 soldados, de acuerdo con la respuesta a la solicitud de información pública 0000700033706.
Del total de deserciones, 150 mil soldados abandonaron la institución armada en el periodo de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, entre 2000 y 2008. Tan sólo en este último año desertaron 18 mil elementos del Ejército, de acuerdo con un reporte de El Universal.
Para el general Badillo, las deserciones tienen su causa en los bajos salarios, falta de profesionalismo y de convicciones militares, lo cual “es normal. El presidente sólo aumentó a la tropa pero no a los oficiales. El 1.5 por ciento de aumento de Vicente Fox fue una burla. El 80 por ciento de los desertores se fueron entre tres y seis años, eso es normal, considera.
José Luis Piñeyro dice que el desgaste material y moral que ha sufrido el Ejército en particular y en general las fuerzas armadas en el combate al narcotráfico y el crimen organizado no sólo se manifiesta en las deserciones, básicamente de tropa y mandos medios, sino en la corrupción con el narcotráfico, la desmoralización y bajos salarios, así como la exposición a condiciones de alto riesgo.
Hay una crisis general por el alto índice de deserciones. Se anunció que 5 mil 500 cadetes de las diferentes escuelas militares están participando en el ejercicio del Triángulo Dorado, lo cual ha sido justificado no como una falta de tropas, sino de adiestramiento de oficiales.
La deserción es equivalente a todo el Ejército Mexicano, la institución está totalmente indefensa. Se trata de gente con nulo conocimiento del terreno y de cuestiones táctico operativas, expresa Garduño.
“Don de mando”
El propósito del curso es proporcionarle al jefe y futuro comandante de unidad una referencia para el estudio del comportamiento individual y de grupo, así como de los principios y técnicas del “Don de mando” aplicado. No existe ninguna solución estándar para convertirse en un buen comandante y ninguna se proporcionará a lo largo del curso.
El “Don de mando” es intangible, difícil de describir, sin embargo, si se comprenden y aplican adecuadamente los principios y normas el comandante comprenderá lo que motiva a sus subalternos, y desarrollará un marco personal de referencia para su aplicación.
Aun cuando el estudio y análisis de buenos comandantes es de suma utilidad y beneficio y puede proporcionar información para ayudar a la formación de un estilo individual de “Don de mando”, cada comandante debe comprender que no puede adoptar completamente el estilo, método o actitud de otra persona y obtener como resultado ser totalmente efectivo.
Se han realizado una serie de estudios a fin de determinar el tipo de “Don de mando” que se requiere en la actualidad. Estos apuntes son el resultado del examen crítico de las condiciones, técnicas y principios del “Don de mando” aplicados durante mucho tiempo en diferentes organismos y elementos, para determinar los que tienen validez en la actualidad.
El comportamiento del “Don de mando” debe ser, por lo tanto, flexible en la técnica y personal en su aplicación para motivar al subalterno, promover y mantener un alto grado de disciplina y efectividad, desarrollar una unidad con un alto espíritu de cuerpo y de combate. (JR)
Tendencia mundial, reclutar mercenarios: Garduño
La cultura castrense establece una distinción muy marcada entre los militares de carrera y los reclutados de manera circunstancial, factores que dependen de las escuelas militares como la Naval, el Colegio Militar, de donde salen como oficiales, algunos pasan a la Escuela Superior de Guerra, del Estado Mayor, equivalente a una maestría, y más adelante para los mandos, al Colegio de la Defensa Nacional, señala Guillermo Garduño Valero, doctor en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en América Latina por la Universidad de Pittsburgh.
Experto en seguridad nacional y fuerzas armadas, Garduño dice que la actividad profesional ha quedado desfasada hace mucho porque las viejas instituciones se rezagaron de las nuevas condiciones. Particularmente en la década de 1980 obligaron a retrasar tres años el ingreso, por lo que la demanda de militares con especialidad disminuyó considerablemente. Antes era extremadamente difícil el ingreso al Colegio Militar y escuelas superiores, hoy sólo acepta a un menor número.
No hay vocación de por vida en el ámbito militar, hay enormes dificultades no sólo para captar a nuevos elementos, sino incluso para mantenerlos y que no deserten, es muy visible sobre todo en la Marina, y en la escuela de Zapopan, donde los pilotos aviadores podrían dedicarse a actividades más rentables, pero están obligados a permanecer en las fuerzas armadas.
Este panorama afecta a las fuerzas armadas no sólo en México, sino en el mundo; está ocurriendo con Estados Unidos en la guerra de Irak, están reclutando mercenarios, y en Afganistán, los frentes de mayor riesgo; lo cual habla de la crisis profunda que tiene la institución militar.
La autocrítica debería plantearse en los distintos niveles de la cadena de mando del Ejército, pero no hay forma de intervenir, hay una enorme desventaja frente a la oferta de Los Zetas. Estamos frente a un cambio civilizatorio que reclama un patrón social que en este momento no conocemos. (JR)
Reconstrucción de las fuerzas armadas: Piñeyro
José Luis Piñeyro, especialista en fuerzas armadas, dice que el Ejército pasa por un proceso de reconstrucción necesario en el que se tiene que poner el acento en el tipo de personal militar que recibe adiestramiento especial como fuerzas especiales, porque algunos se han pasado al crimen organizado y el narcotráfico, y fungen como instructores civiles para acciones de alto riesgo.
Advierte que Felipe Calderón está utilizando el último recurso que todo Estado tiene frente a una situación de crisis: las fuerzas armadas, las cuales no pueden contra el crimen organizado; se les expone a la corrupción; se está impactando la moral de guerra que cualquier cuerpo armado debe tener.
“Se está apostando en general, y hablo de los generales, a la fortaleza de los medios materiales como armamento, tecnología de comunicación, salarios altos a partir de cierto nivel, pero las guerras no se ganan sólo con eso, sino también con elementos morales. México ni ningún país pueden competir con salarios del narcotráfico y el crimen organizado. Un soldado debe estar ahí porque tiene el compromiso y una moral de guerra”. (JR)
El Ejército no está en crisis: general Badillo
El general Roberto Badillo Martínez niega que el Ejército esté en crisis; “quienes están en crisis son las policías que le hacen mucho daño al Ejército, el cual hace poco se deshizo de una gavilla de maleantes en Zacatecas. Con la policía, jueces que se venden, eso no hubiera ocurrido.
“Es inconcebible que se piense que la lucha contra el narcotráfico se va a ganar con esas contras, como yo les llamo a las policías; es increíble que haya 450 mil policías en el país y que el 50 por ciento de ellos no sea confiable, cuando las fuerzas armadas están luchando solas. Por eso propuse la guardia nacional. No hay otra solución para el crimen organizado, el narcotráfico y la seguridad pública”.
El legislador del Partido Revolucionario Institucional considera que las fuerzas armadas no pueden ser cooptadas ni vulneradas como las demás fuerzas policiacas, porque “en el Ejército al corrupto lo castigamos y lo hemos demostrado. Las fuerzas armadas se autorregeneran y no permiten que se generalice la corrupción, como en las corporaciones policiacas”.
El general Badillo señala que la Sedena cuenta con 180 mil soldados, y tiene un presupuesto de 46 mil millones de pesos, mientras que la Secretaría de Seguridad Pública, con 24 mil elementos, tiene 24 mil millones de pesos.
“¿Cuánto le destina el Estado a un soldado y cuánto a un policía? El soldado al que le destina mucho menos de la mitad que a un policía da el 90 por ciento de resultados en el combate al narcotráfico y el crimen organizado. Las policías dan el 10 por ciento”. (JR)
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Frente al reto de que “el Ejército necesita día a día de mejor personal, con altas calificaciones y calidad profesional en todos sus niveles jerárquicos, el soldado anda en la búsqueda de satisfacciones inmediatas de carácter personal. Está a disgusto ante la responsabilidad; prefiere ser dirigido. (Muestra) falta de iniciativa. Ante una orden requiere inclusive el cómo hacerlo y trata de evitar excederse en más de lo que se le ordena”.
El manual de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), denominado Mando militar, señala que las “experiencias de los comandantes, relativas a la contextura mental y anímica común del soldado, indican que existe una gran proporción de que su conducta es del seguimiento de la línea del menor esfuerzo; tratando de evadir los actos del servicio, trabajo y otras actividades”.
Editado por la Sedena en 1994 como un manual-curso del Ejército Mexicano, dirigido a los comandantes superiores, señala que “ser militar exige la comprensión de altas normas éticas y morales, profesionalismo, sentido de responsabilidad, disciplina, entrega plena y auténtica a la profesión; una vocación permanente por el estudio, para cumplir con eficiencia los cargos y situaciones que la carrera les depare”.
El diagnóstico de los comandantes, impartido en la Escuela Superior de Guerra, describe que un gran porcentaje de soldados presenta “falta de ambición; un comportamiento resignado, fatalista y conformista con la situación. También, falta de identificación de metas u objetivos precisos. Seguir la senda del destino o la aventura, carecer de proyectos y no tener definido el mañana”.
El soldado “no es previsor, se excede en gastos, adquiriendo bienes superfluos. Carece de cultura y oficio, de conocimiento o habilidades que le proporcionen un medio de vida en el ambiente civil (excepto en labores rudimentarias), lo que significa que militarmente no posee vocación, sino que su situación es una forma de vida”, subraya.
Dice que frente a la exigencia del mundo moderno de que los militares tengan una mayor dedicación, profesionalismo, cultura y tecnología, el soldado mexicano “carece de sentido de grupo; es esencialmente egocéntrico e indiferente a las necesidades y problemas de la unidad”. Advierte que “los medios de hacer y conducir la guerra han evolucionado a un ritmo que no permite a nuestro país aislarse del progreso mundial, so pena de, en algún momento, verse invalidado para la defensa de sus intereses vitales.
“Ello repercute en la calidad profesional del personal, mismo que debe disponer de profundos conocimientos técnicos-militares que correspondan a su cargo y especialidad, desarrollo, evolución y posiciones futuras; de ahí que (es necesario) considerar la exigencia permanente de revisar los planes de estudio y actualizar los conocimientos de jefes y oficiales, para que concurran con su esfuerzo al mejoramiento y eficacia de la institución”.
En el capítulo séptimo “El comportamiento humano” inciso IV, “La naturaleza humana y el mando”, reconoce que “un efecto generalizado entre los comandantes es intuir al subalterno únicamente en relación con el servicio y de los subordinados el observar los actos del servicio como castigo, esfuerzo innecesario, mal irremediable, etcétera.
“Esta diferencia, nociva por sus consecuencias, define desde el punto de vista del comandante al soldado como un autómata, un número o como un mercenario que recibe una paga por lo que hace; al individuo al que se le paga por obedecer, es decir, un ser despojado de voluntad, individualidad, inteligencia y valores”.
El subalterno, a su vez, observa los actos del servicio como un trabajo o medio de ganarse la vida, esperando, a corto o mediano plazo, darse de baja para mejorar su forma de vivir y recobrar su individualidad”.
Sin escuela militar
Paradójicamente, define al oficial de alto rango como quien no actúa por incentivos económicos, porque “el oficial no es un mercenario que transfiera sus servicios a donde sean mejor recompensados, no es un ciudadano-soldado de tiempo parcial, sino que mantiene deseos permanentes de perfeccionamiento y superación. La combinación de estos factores constituye su motivación profesional”.
Fundamenta ese abismo que hay entre soldados y oficiales: “El derecho legal para practicar la profesión militar es limitada a los miembros acreditados, y en el caso de oficiales, jefes y generales a la posesión de su patente, misma que sirve para ejercer, en forma de título, como cualquier otra profesión”.
Advierte que entrar a este grupo está restringido a aquéllos a quienes se les ha proporcionado educación y entrenamiento, y permite actuar como oficiales sólo a aquellos que muestran competencia profesional. Así, dice, el personal de clases, considerando las jerarquías de sargento segundo y primero, ha recibido una educación profesional, desarrollado destrezas y habilidades que corresponden a los cargos y especialidades que se les asignan.
El resto del personal –cabos y soldados– no recibe una educación militar formal, únicamente adiestramiento y técnicas necesarias en función de su responsabilidad. Su vocación es un contrato, no una profesión. Esta diferencia fundamental entre el oficial, las clases y soldados refleja la línea divisoria internacionalmente marcada en las instituciones militares del mundo. La diferencia de caracteres de las dos vocaciones hace que la jerarquía organizacional sea discontinua.
Los soldados o cabos que llegan a convertirse en oficiales son preferentemente la excepción que (confirma) la regla, considerando que la educación y el entrenamiento necesario para el oficial es normalmente incompatible con el servicio prolongado que presta el soldado, señala el Mando militar, impreso en el Taller Autográfico bajo la supervisión de la Sección Segunda de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Parteaguas en el Ejército
José Luis Piñeyro dice que el contexto histórico en que fue redactado el manual, en 1994, fue un parteaguas en el seno de las fuerzas armadas: transformaciones internas, surgimiento de los cuerpos especiales, mayor educación militar, en términos de habilidades y doctrina; y se da un proceso de reestructuración administrativa y de abastecimiento de materiales de guerra y pertrechos. “Habría que preguntar si esa combinación de soberbia con desprecio del alto mando frente a la tropa sigue persistiendo o ha cambiado”.
“Se trata de un documento redactado poco antes del levantamiento zapatista, que plantea una reconstrucción en las fuerzas armadas, al detectarse que hay faltantes de movilización de tropas vía aérea o terrestre, y capacidad de reacción con suficientes tropas. La vocación profesional militar está centrada en los bajos y altos mandos, y la tropa es vista como algo provisional en la cual no se puede confiar”, subraya.
El general Roberto Badillo Martínez, integrante de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, dice tajante: “No estoy de acuerdo con esa apreciación, porque los soldados ven un trabajo en donde pueden llegar a ser generales. ¿Cómo puede ser mercenario quien puede llegar a ser general? Un soldado con secundaria al año y medio asciende a cabo, luego a la escuela militar de clases, para sargento segundo, después como sargento primero; regresa con las tropas y va a promoción para subteniente y de ahí puede llegar a general. ¿Por qué va a ser un mercenario? Me parece que es un error haber hecho el manual y quien lo escribió no hizo carrera militar”.
Hay soldados y cabos que van a ascender hasta generales, ya no es común porque hay más movilidad en las fuerzas armadas, movilidad que se dio con el cambio de la sociedad, ahora es más urbana; antes se reclutaba en la sierra, hoy, en las colonias populares, expresa el también exjefe de la Sección Segunda de Inteligencia del Estado Mayor de la Sedena.
Guillermo Garduño, doctor en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México, manifiesta que uno de los grandes puntos que señala Sun Tzu como esencial es que cuando un ejército, por poderoso que sea, es quebrado de sus fuerzas morales y sus valores que pretende defender, automáticamente está derrotado, es un fenómeno de México y del mundo.
Los otros elementos –cabos y soldados–, añade, son totalmente improvisados; es una de las grandes debilidades de los ejércitos modernos, donde la gran mayoría están condenados a no llegar ni a subtenientes, el grado más bajo de la oficialidad, y concentra el mayor número de desertores.
Aplicación y administración de la violencia
El manual especifica una clara distancia en la esfera de competencia dentro de la estructura militar y una marcada diferencia entre la tropa, considerados por el alto mando como “especialistas en la aplicación de la violencia” y el personal de clase, oficiales y generales, a los que caracteriza como “especialistas en la administración de la violencia”.
“Dentro de la especialización militar, que es común a casi todos los oficiales, entre los cuales se distinguen unos de otros, la especialidad focal del militar es quizá bien resumida en una frase, que la define como ‘la administración de la violencia’”.
En la dirección, operación y control de una organización humana, cuya función primaria es la aplicación de la violencia, está la manifestación de la actividad peculiar del oficial; ésta es común en las actividades terrestres y aéreas, y distinguen al oficial de arma de otros oficiales con otras especialidades, necesarias para el logro del objetivo global de la institución y de las tropas.
La habilidad peculiar del oficial es la administración de la violencia, pero no el acto de violencia misma. Por ejemplo, disparar un fusil es básicamente una habilidad mecánica, dirigir las operaciones de una compañía de fusileros necesita de un diferente tipo de habilidad, la cual puede ser aprendida en manuales, en la práctica y la experiencia.
La especialización militar impone al oficial una responsabilidad social, ya que el empleo de su especialización utilizada incontroladamente rompe el orden en una sociedad. De tal manera que mientras todas las profesiones son, en alguna forma, reguladas por el Estado, la profesión militar es monopolizada por el Estado.
La profesión militar
El cuarto capítulo del manual, “El profesionalismo dentro del Ejército”, inciso III, refiere que en las condiciones ambivalentes de actuar al mismo tiempo como jefe y subalterno, como comandante y colaborador, como líder y ejecutante, colocan al militar en un desafío profesional permanente, ya que existen deberes, responsabilidades, actitudes y posiciones intransferibles, que exigen una disposición y capacidad para adaptarse a los cambios que impone su situación en el Ejército y de la sociedad a la que sirve.
En lo profesional, independientemente de ser apto técnica, táctica, operativa y administrativamente, tendrá que desempeñarse como comandante o jefe; circunstancia que lo obliga a conocer las técnicas y procedimientos para realizar el efectivo manejo y conducción de los hombres a su mando, lograr su voluntaria y franca colaboración para cumplir con las misiones asignadas a la unidad.
Una necesidad básica de nuestra institución como entidad organizada, es la de asignar el mando de las unidades de cualquier nivel, a personal que revele disponer de las aptitudes y capacidades para ejercerlo con garantía de armonizar y adecuar las calidades individuales de los miembros de una comunidad, motivándolos y conduciéndolos para el logro del fin propuesto para la organización.
El soldado moderno reúne características diferentes del soldado que prestó sus servicios hace 25 o 30 años. Mandarlo constituye un desafío por dos razones: las condiciones del mundo actual, las actitudes y los valores que han sufrido cambios son producto de la evolución tecnológica, social, de los medios de combate, las destrezas y la complejidad, cantidad y calidad de conocimientos que se le deben impartir para la ejecución y desarrollo eficaz de sus funciones.
El soldado de esta época es un ente con mayor información y cultura, resultado de la extensión del sistema educacional; menos controlable, dadas las condiciones de ruptura gradual en el seno familiar y de la fe y espiritualidad que proporcionaba la religión. La menor autoridad de los padres y mayor libertad que facilita el mundo moderno han incrementado la independencia y el desafío de los valores tradicionales, así como el enfrentamiento a autoridades, instituciones, costumbres y el orden social que imperó hasta una generación atrás.
La adecuación de la institución militar a la evolución de la sociedad a la que sirve, la ha obligado a una reestructuración constante en: sus misiones constitucionales, su organización interior, la educación de su personal, para lograr una adecuación de sus cuadros de clases, oficiales y jefes, para hacer frente al problema de enseñar al soldado la variedad y complejidad de destrezas requeridas por la organización.
Sin embargo, los jefes y oficiales tienen con frecuencia problemas para comprender y comunicarse con sus subalternos y viceversa, lo cual obliga al jefe u oficial a una mayor preparación profesional, cultural y a poseer una técnica para comunicarse y entender a sus hombres.
Con base en lo anterior, concluye que un comandante genera una profunda interrelación entre la capacidad profesional y las cualidades y condiciones que debe desarrollar; estableciéndose que: no es digno mandar si no es, en toda circunstancia, maestro de sí mismo, si es incapaz de ser imparcial, si no es capaz de entender y orientar a sus hombres, si no puede escuchar otras opiniones, incluso contrarias a la suya y evaluarlas con serenidad y justicia. Debe ser capaz de sentir las exigencias del momento y de trazar en el futuro la línea de las consecuencias.
La influencia del comandante radica en dos aspectos: reconocerse a sí mismo. “El arte de mandar a los demás es, esencialmente, el arte de mandarse a sí mismo y disponer de habilidad en el manejo de los hombres a su mando. “Hay comandantes que dirigen a sus subordinados y hay otros que espolean a la gente, los primeros son respetados, los segundos son temidos (…)”.
La comunicación
Un aspecto relevante del curso del “Don de mando” es el capítulo relativo a la comunicación interna entre los altos niveles y jerarquías del Ejército y los soldados, la cual constituye “el factor que hace la diferencia entre el éxito y la mediocridad en el desempeño de un militar con el mando de tropas”.
Sin embargo, dice que “debe aceptarse que es el área más descuidada (por lo que) es necesario incrementarla y fomentarla para comunicar ideas e información, que creen comprensión y esfuerzo unificado entre los miembros de una organización militar”.
Refiere que un problema frecuente para lograr una buena comunicación entre los comandantes y sus subordinados es la falta de interés en escuchar; y, contrariamente, en hablar demasiado.
De tal manera que, dice, muy pocos comandantes conocen el verdadero alcance de la comunicación; no aprecian su valor como la herramienta más importante de que disponen para lograr que se hagan las cosas. “La comunicación es la base para la cooperación, la comprensión y la acción”.
Cualquiera que sea la meta o propósito del militar en el cargo de comandante, le obligará a pensar que el único camino accesible para lograrlo será con la cooperación plena, decidida y voluntaria de sus hombres, lográndola a través de la comunicación.
Cualquier otro camino, advierte, sea el de la rigidez disciplinaria o extrema agresión, dará, en su mejor caso, resultados temporales, pero siempre caerá en un elevado ausentismo, cambios de personal, licencias ilimitadas, procesados, deserciones, gran número de quejas, anónimos y una baja moral, que se reflejará en el rendimiento general de la unidad.
El comandante debe conocer a sus colaboradores inmediatos y a los principales orientadores y líderes en todos los niveles. No conocerlos sólo por su jerarquía o cargo, sino como personas: sus necesidades, cualidades, educación, tendencias, vulnerabilidades, sentimientos, familia, que le permitan emplearlo, inducirlo o generar corrientes favorables a las finalidades de la institución, del cumplimiento de las tareas asignadas.
Conocer a sus hombres, adentrarse y profundizar en su mente, y lograr una identificación consciente y valiosa para los fines que perseguimos; “todo consiste en prestar oídos y observar en actitud benévola y positiva”.
La cadena de mando
Debido a que con frecuencia hay problemas para hacer llegar información a las unidades y a sus miembros, la comunicación militar se realiza a través de la cadena de mando que disemina la información oficial, a través de la cual el comandante trasmite políticas, normas y misiones hacia las unidades. Pero, señala el texto, al utilizar la cadena de mando, la información se distorsiona, se diluye, cambia o se detiene antes de llegar a su destinatario.
Además, un gran porcentaje de información se filtra o se pierde el contenido original de una orden, en una proporción que va del 45 por ciento en los niveles más bajos al 5 por ciento en el grupo de comandantes. Considerando estos filtros, es comprensible que la información sea tergiversada, diluida o se pierda en considerables porcentajes.
El desempeño del comandante
De acuerdo con el documento, tres cualidades definen el desempeño del comandante: el mando o autoridad que ejerce sobre sus subordinados; la autoridad, el poder legítimo para dirigir al personal y tomar decisiones; y la responsabilidad, es decir, él es responsable de los actos de sus subalternos.
Estos lineamientos se encuentran contenidos en leyes, reglamentos, directivas, circulares, decretos, órdenes, etcétera; sin embargo, éstas no pueden cubrir, ni prever todas las situaciones y circunstancias por las cuales un comandante debe decidir y adoptar la conducta más adecuada.
La falta de lineamientos escritos obliga a un comandante a recurrir a su habilidad, experiencia, sentido común y buen juicio para determinar lo correcto. Es en estas condiciones cuando ejerce su autoridad y responsabilidad correlativa, basado primordialmente en su juicio y experiencias personales.
“Don de mando” es el proceso de ejercer influencia sobre los subordinados en beneficio de la misión encomendada a la unidad, comprende: la relación personal de un individuo con un grupo de gente, la habilidad del comandante para utilizar su personalidad a fin de influir adecuadamente sobre sus subalternos en el cumplimiento de la misión, e inducir a los subordinados permitirá recibir su cooperación voluntaria, a través de la persuasión.
El “Don de mando” establece las reglas básicas que debe realizar el cuerpo de comandantes para revertir el mal estado en que se encuentran las tropas del Ejército Mexicano.
De acuerdo con el diagnóstico, la Sedena dice que, para un comandante, satisfacer las necesidades de grupo es un reto mayor, ya que no únicamente se requiere mantener la cohesión, respeto y obediencia de sus soldados, sino incrementar su autoestima; reforzar su autoridad moral, profesional y jerárquica.
Militarmente, dice, los jefes son designados por la superioridad, en función de su jerarquía y posición que ocupan; sin embargo, el jefe no se gana la confianza y entrega de su personal, sino hasta que obtiene el respeto y admiración de su unidad, al satisfacer sus necesidades y lograr el apoyo de sus valores de grupo.
“Las tropas mantendrán la confianza en sus jefes, siempre y cuando sean satisfechas sus necesidades y esperanzas de grupo; ya que cuando esa confianza se pierde, cada miembro buscará sus satisfacciones individualmente”, sentencia el alto mando de la Sedena.
Deserción total
Pero al parecer esa confianza se perdió, y tampoco fueron resueltas las necesidades de la tropa, ya que en 13 años, de 1993 a 2006, durante los sexenios de los expresidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox, desertaron del Ejército un total de 217 mil 494 soldados, de acuerdo con la respuesta a la solicitud de información pública 0000700033706.
Del total de deserciones, 150 mil soldados abandonaron la institución armada en el periodo de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, entre 2000 y 2008. Tan sólo en este último año desertaron 18 mil elementos del Ejército, de acuerdo con un reporte de El Universal.
Para el general Badillo, las deserciones tienen su causa en los bajos salarios, falta de profesionalismo y de convicciones militares, lo cual “es normal. El presidente sólo aumentó a la tropa pero no a los oficiales. El 1.5 por ciento de aumento de Vicente Fox fue una burla. El 80 por ciento de los desertores se fueron entre tres y seis años, eso es normal, considera.
José Luis Piñeyro dice que el desgaste material y moral que ha sufrido el Ejército en particular y en general las fuerzas armadas en el combate al narcotráfico y el crimen organizado no sólo se manifiesta en las deserciones, básicamente de tropa y mandos medios, sino en la corrupción con el narcotráfico, la desmoralización y bajos salarios, así como la exposición a condiciones de alto riesgo.
Hay una crisis general por el alto índice de deserciones. Se anunció que 5 mil 500 cadetes de las diferentes escuelas militares están participando en el ejercicio del Triángulo Dorado, lo cual ha sido justificado no como una falta de tropas, sino de adiestramiento de oficiales.
La deserción es equivalente a todo el Ejército Mexicano, la institución está totalmente indefensa. Se trata de gente con nulo conocimiento del terreno y de cuestiones táctico operativas, expresa Garduño.
“Don de mando”
El propósito del curso es proporcionarle al jefe y futuro comandante de unidad una referencia para el estudio del comportamiento individual y de grupo, así como de los principios y técnicas del “Don de mando” aplicado. No existe ninguna solución estándar para convertirse en un buen comandante y ninguna se proporcionará a lo largo del curso.
El “Don de mando” es intangible, difícil de describir, sin embargo, si se comprenden y aplican adecuadamente los principios y normas el comandante comprenderá lo que motiva a sus subalternos, y desarrollará un marco personal de referencia para su aplicación.
Aun cuando el estudio y análisis de buenos comandantes es de suma utilidad y beneficio y puede proporcionar información para ayudar a la formación de un estilo individual de “Don de mando”, cada comandante debe comprender que no puede adoptar completamente el estilo, método o actitud de otra persona y obtener como resultado ser totalmente efectivo.
Se han realizado una serie de estudios a fin de determinar el tipo de “Don de mando” que se requiere en la actualidad. Estos apuntes son el resultado del examen crítico de las condiciones, técnicas y principios del “Don de mando” aplicados durante mucho tiempo en diferentes organismos y elementos, para determinar los que tienen validez en la actualidad.
El comportamiento del “Don de mando” debe ser, por lo tanto, flexible en la técnica y personal en su aplicación para motivar al subalterno, promover y mantener un alto grado de disciplina y efectividad, desarrollar una unidad con un alto espíritu de cuerpo y de combate. (JR)
Tendencia mundial, reclutar mercenarios: Garduño
La cultura castrense establece una distinción muy marcada entre los militares de carrera y los reclutados de manera circunstancial, factores que dependen de las escuelas militares como la Naval, el Colegio Militar, de donde salen como oficiales, algunos pasan a la Escuela Superior de Guerra, del Estado Mayor, equivalente a una maestría, y más adelante para los mandos, al Colegio de la Defensa Nacional, señala Guillermo Garduño Valero, doctor en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en América Latina por la Universidad de Pittsburgh.
Experto en seguridad nacional y fuerzas armadas, Garduño dice que la actividad profesional ha quedado desfasada hace mucho porque las viejas instituciones se rezagaron de las nuevas condiciones. Particularmente en la década de 1980 obligaron a retrasar tres años el ingreso, por lo que la demanda de militares con especialidad disminuyó considerablemente. Antes era extremadamente difícil el ingreso al Colegio Militar y escuelas superiores, hoy sólo acepta a un menor número.
No hay vocación de por vida en el ámbito militar, hay enormes dificultades no sólo para captar a nuevos elementos, sino incluso para mantenerlos y que no deserten, es muy visible sobre todo en la Marina, y en la escuela de Zapopan, donde los pilotos aviadores podrían dedicarse a actividades más rentables, pero están obligados a permanecer en las fuerzas armadas.
Este panorama afecta a las fuerzas armadas no sólo en México, sino en el mundo; está ocurriendo con Estados Unidos en la guerra de Irak, están reclutando mercenarios, y en Afganistán, los frentes de mayor riesgo; lo cual habla de la crisis profunda que tiene la institución militar.
La autocrítica debería plantearse en los distintos niveles de la cadena de mando del Ejército, pero no hay forma de intervenir, hay una enorme desventaja frente a la oferta de Los Zetas. Estamos frente a un cambio civilizatorio que reclama un patrón social que en este momento no conocemos. (JR)
Reconstrucción de las fuerzas armadas: Piñeyro
José Luis Piñeyro, especialista en fuerzas armadas, dice que el Ejército pasa por un proceso de reconstrucción necesario en el que se tiene que poner el acento en el tipo de personal militar que recibe adiestramiento especial como fuerzas especiales, porque algunos se han pasado al crimen organizado y el narcotráfico, y fungen como instructores civiles para acciones de alto riesgo.
Advierte que Felipe Calderón está utilizando el último recurso que todo Estado tiene frente a una situación de crisis: las fuerzas armadas, las cuales no pueden contra el crimen organizado; se les expone a la corrupción; se está impactando la moral de guerra que cualquier cuerpo armado debe tener.
“Se está apostando en general, y hablo de los generales, a la fortaleza de los medios materiales como armamento, tecnología de comunicación, salarios altos a partir de cierto nivel, pero las guerras no se ganan sólo con eso, sino también con elementos morales. México ni ningún país pueden competir con salarios del narcotráfico y el crimen organizado. Un soldado debe estar ahí porque tiene el compromiso y una moral de guerra”. (JR)
El Ejército no está en crisis: general Badillo
El general Roberto Badillo Martínez niega que el Ejército esté en crisis; “quienes están en crisis son las policías que le hacen mucho daño al Ejército, el cual hace poco se deshizo de una gavilla de maleantes en Zacatecas. Con la policía, jueces que se venden, eso no hubiera ocurrido.
“Es inconcebible que se piense que la lucha contra el narcotráfico se va a ganar con esas contras, como yo les llamo a las policías; es increíble que haya 450 mil policías en el país y que el 50 por ciento de ellos no sea confiable, cuando las fuerzas armadas están luchando solas. Por eso propuse la guardia nacional. No hay otra solución para el crimen organizado, el narcotráfico y la seguridad pública”.
El legislador del Partido Revolucionario Institucional considera que las fuerzas armadas no pueden ser cooptadas ni vulneradas como las demás fuerzas policiacas, porque “en el Ejército al corrupto lo castigamos y lo hemos demostrado. Las fuerzas armadas se autorregeneran y no permiten que se generalice la corrupción, como en las corporaciones policiacas”.
El general Badillo señala que la Sedena cuenta con 180 mil soldados, y tiene un presupuesto de 46 mil millones de pesos, mientras que la Secretaría de Seguridad Pública, con 24 mil elementos, tiene 24 mil millones de pesos.
“¿Cuánto le destina el Estado a un soldado y cuánto a un policía? El soldado al que le destina mucho menos de la mitad que a un policía da el 90 por ciento de resultados en el combate al narcotráfico y el crimen organizado. Las policías dan el 10 por ciento”. (JR)
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el pepino- Clases/Maestres
- Cantidad de envíos : 336
Fecha de inscripción : 12/08/2010
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
si ya lo postearon antes borrenlo
el pepino- Clases/Maestres
- Cantidad de envíos : 336
Fecha de inscripción : 12/08/2010
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
ufff que dilema, ni modo a especializar y consientizar a la tropa y mandos medios para que no decaiga la institucion
ARKANTOS68- Tropa/Marineria
- Cantidad de envíos : 134
Fecha de inscripción : 06/04/2011 Edad : 56
saludos compañeros
tengo mas de 20 años en el medio militar y sabes cuando he leido el manual de mando completo? !NUNCA¡ pues es aburrido y cuadrado, solo lo citaban los militares de la "vieja guardia", su estilo de mando y acciones son obsoletas y absurdas como el general barcena rios, cesar aguirre, luis angel fuentes alvarez, hablaban del honor y la lealtad, solo querian una bola de idiotas automatas. hoy en dia hay que tener vision, sentido comun, mucho criterio y conocimientos para enfrentar y solucionar las muchas situaciones y problemas que nos acogen cotidianamente para mala fortuna; el lider sale conforme va aprendiendo y conociendo, estudia y se prepara con su doctrina y la pone en practica con su punto de vista, actualmente a los de abajo los ponen contra la espada y la pared, pues los momentos que se viven en el pais los hacen correr graves peligros y vivir al borde da lo legal y lo iliicito porque asi lo ordenan, pero no me imagino a los generales que les mencione y a otros que son del medio que conocen hacer este trabajo posiblemente si vivieran nuestros dias no hubieran pasado de subteniente o estuvieran metidos en diligencias judiciales hasta el cuello por querer aplicar sus principios cerrados y cuadrados, hay que leer las leyes y saber aplicarlas, cosa que pocos comandantes hacen algo por asesorar pues ellos solo quieren tener resultados para hacer puntos y obtener su puerco ascenso a costa del bienenstar de sus tropas.
de joseluis piñeyro que segun estudio en donde nose carajos, puede opinar como cualquier ciudadano pues ve todo desde un plano civil, muy general, yo no lo llamaria especialista en seguridad nacional, pues al final solo opina como cualquier critico y burocrata, pues si en verdad observara el problema de lo que pasa en el ejercito y en el pais, entenderia que el soldado necesita mas apoyo moral que criticas, criticas hay muchas de la gente que que esta del lado de la delincuencia, y menos acepto el comentario de alguien que no sopoprtaria siquiera estar dos horas parado en un puesto de vigilancia en la madrugada con la temperatura a bajo cero pendiente de que el peligro puede aparecer en cualquier momento, la verdad se surraria, o que le hayan zumbado las balas por el rostro, lo digo porque cuando leia el universal lei sus articulos como otros y no me parece muy alagadores a la moral de los soldados, talvez hable para los mandos pero embarra a los de abajo que que culpa tienen.
soldados mercenarios; OSEA QUE HAY QUE CRUZAR LOS &^%!@#$% BRAZOS PARA QUE NOS MATEN; no mamen, de que lado estan el soldado cobra un sueldo no para matar, para proteger a su familia y si matan es porque se atraviezan con los delincuentes y si no actuan ¡LOS MATAN, ENTIENDEN! TIENEN QUE DEFENDERSE, no tiene ordenes de matar a aquel que tenga un arma, pero ese que posee un arma, ve a un soldado y dispara y que hace el soldado; "saludarlo o mandarle besos". piensen lo que les digo, al fin los unicos que me entienden son los que han sentido la muerte cerca o la han visto con sus compañeros muertos o muriendo.
los soldados de hoy se preparan, leen y estudian porque sino de la prision no salen. porque quieren saber mas, ya no vean al ejercito de cuando salio el manual de don de mando pues no es lo mismo hoy que hace 17 años cuando se publico. hay les dejo mi reputacion para que la hagan pedazos.
de joseluis piñeyro que segun estudio en donde nose carajos, puede opinar como cualquier ciudadano pues ve todo desde un plano civil, muy general, yo no lo llamaria especialista en seguridad nacional, pues al final solo opina como cualquier critico y burocrata, pues si en verdad observara el problema de lo que pasa en el ejercito y en el pais, entenderia que el soldado necesita mas apoyo moral que criticas, criticas hay muchas de la gente que que esta del lado de la delincuencia, y menos acepto el comentario de alguien que no sopoprtaria siquiera estar dos horas parado en un puesto de vigilancia en la madrugada con la temperatura a bajo cero pendiente de que el peligro puede aparecer en cualquier momento, la verdad se surraria, o que le hayan zumbado las balas por el rostro, lo digo porque cuando leia el universal lei sus articulos como otros y no me parece muy alagadores a la moral de los soldados, talvez hable para los mandos pero embarra a los de abajo que que culpa tienen.
soldados mercenarios; OSEA QUE HAY QUE CRUZAR LOS &^%!@#$% BRAZOS PARA QUE NOS MATEN; no mamen, de que lado estan el soldado cobra un sueldo no para matar, para proteger a su familia y si matan es porque se atraviezan con los delincuentes y si no actuan ¡LOS MATAN, ENTIENDEN! TIENEN QUE DEFENDERSE, no tiene ordenes de matar a aquel que tenga un arma, pero ese que posee un arma, ve a un soldado y dispara y que hace el soldado; "saludarlo o mandarle besos". piensen lo que les digo, al fin los unicos que me entienden son los que han sentido la muerte cerca o la han visto con sus compañeros muertos o muriendo.
los soldados de hoy se preparan, leen y estudian porque sino de la prision no salen. porque quieren saber mas, ya no vean al ejercito de cuando salio el manual de don de mando pues no es lo mismo hoy que hace 17 años cuando se publico. hay les dejo mi reputacion para que la hagan pedazos.
drepamr- Recluta
- Cantidad de envíos : 10
Fecha de inscripción : 11/09/2010
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
drepamr escribió:tengo mas de 20 años en el medio militar y sabes cuando he leido el manual de mando completo? !NUNCA¡ pues es aburrido y cuadrado, solo lo citaban los militares de la "vieja guardia", su estilo de mando y acciones son obsoletas y absurdas como el general barcena rios, cesar aguirre, luis angel fuentes alvarez, hablaban del honor y la lealtad, solo querian una bola de idiotas automatas. hoy en dia hay que tener vision, sentido comun, mucho criterio y conocimientos para enfrentar y solucionar las muchas situaciones y problemas que nos acogen cotidianamente para mala fortuna; el lider sale conforme va aprendiendo y conociendo, estudia y se prepara con su doctrina y la pone en practica con su punto de vista, actualmente a los de abajo los ponen contra la espada y la pared, pues los momentos que se viven en el pais los hacen correr graves peligros y vivir al borde da lo legal y lo iliicito porque asi lo ordenan, pero no me imagino a los generales que les mencione y a otros que son del medio que conocen hacer este trabajo posiblemente si vivieran nuestros dias no hubieran pasado de subteniente o estuvieran metidos en diligencias judiciales hasta el cuello por querer aplicar sus principios cerrados y cuadrados, hay que leer las leyes y saber aplicarlas, cosa que pocos comandantes hacen algo por asesorar pues ellos solo quieren tener resultados para hacer puntos y obtener su puerco ascenso a costa del bienenstar de sus tropas.
de joseluis piñeyro que segun estudio en donde nose carajos, puede opinar como cualquier ciudadano pues ve todo desde un plano civil, muy general, yo no lo llamaria especialista en seguridad nacional, pues al final solo opina como cualquier critico y burocrata, pues si en verdad observara el problema de lo que pasa en el ejercito y en el pais, entenderia que el soldado necesita mas apoyo moral que criticas, criticas hay muchas de la gente que que esta del lado de la delincuencia, y menos acepto el comentario de alguien que no sopoprtaria siquiera estar dos horas parado en un puesto de vigilancia en la madrugada con la temperatura a bajo cero pendiente de que el peligro puede aparecer en cualquier momento, la verdad se surraria, o que le hayan zumbado las balas por el rostro, lo digo porque cuando leia el universal lei sus articulos como otros y no me parece muy alagadores a la moral de los soldados, talvez hable para los mandos pero embarra a los de abajo que que culpa tienen.
soldados mercenarios; OSEA QUE HAY QUE CRUZAR LOS &^%!@#$% BRAZOS PARA QUE NOS MATEN; no mamen, de que lado estan el soldado cobra un sueldo no para matar, para proteger a su familia y si matan es porque se atraviezan con los delincuentes y si no actuan ¡LOS MATAN, ENTIENDEN! TIENEN QUE DEFENDERSE, no tiene ordenes de matar a aquel que tenga un arma, pero ese que posee un arma, ve a un soldado y dispara y que hace el soldado; "saludarlo o mandarle besos". piensen lo que les digo, al fin los unicos que me entienden son los que han sentido la muerte cerca o la han visto con sus compañeros muertos o muriendo.
los soldados de hoy se preparan, leen y estudian porque sino de la prision no salen. porque quieren saber mas, ya no vean al ejercito de cuando salio el manual de don de mando pues no es lo mismo hoy que hace 17 años cuando se publico. hay les dejo mi reputacion para que la hagan pedazos.
Te entiendo, yo lo pase..y aunque no fue mucho es molesto que vean que disfrutamos matar...
Eze_Hunter_JxG- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 2978
Fecha de inscripción : 19/10/2009 Edad : 34
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
Y pore eso la Sedena sigue rondando en la mediocridad... Dicen los gringos jejeje
Cuestion muy obvia, generales disque muy fibras, que escribieron esas joterias, analfabetas vestigos de la Revolucion Mexicana, levados, obligados y sin educacion
Por eso estan jodidos como estan en la Sedena
Por supuesto, de hace unos años para aca, esa misma bola de cabrones ya se murieron o se retiraron o en el mejor de los casos se fueron con licencia a una policia local y los ejecutaron por idiotas
Ahora hay una nueva generacion de oficiales, mas dinamicos, mas inteligentes, (algunos dicen que menos fibras) pero que a la hora de los guamazos la saben desquitar, a diferencia de esos banqueteros monoliticos
Cuestion muy obvia, generales disque muy fibras, que escribieron esas joterias, analfabetas vestigos de la Revolucion Mexicana, levados, obligados y sin educacion
Por eso estan jodidos como estan en la Sedena
Por supuesto, de hace unos años para aca, esa misma bola de cabrones ya se murieron o se retiraron o en el mejor de los casos se fueron con licencia a una policia local y los ejecutaron por idiotas
Ahora hay una nueva generacion de oficiales, mas dinamicos, mas inteligentes, (algunos dicen que menos fibras) pero que a la hora de los guamazos la saben desquitar, a diferencia de esos banqueteros monoliticos
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
Ahora hay una nueva generacion de oficiales, mas dinamicos, mas inteligentes, (algunos dicen que menos fibras)
Esto es muy cierto los soldados de hoy no son conformistas siempre aspiran a algo mejor, mucha gente aún tiene el estigma del soldado analfabeto y que solo ingresa a la Institución por un salario. Si bien es cierto muchos lo hacen por necesidad, hay otros muchos que no, esos que lo hacen por vocación, por el orgullo de servir al país y que tiene como meta prepararse y crecer dentro de la Institución.
el soldado cobra un sueldo no para matar, para proteger a su familia
Muchos teniamos o tenemos esa idea del soldado, cuando en la realidad no es así. Si un soldado mata es porque la situación lo ameritaba, es su vida o la del delicuente y no hay marcha atrás, eso es lo que muchos no entendemos o no queremos entender y más aún los que no sabemos mucho de estos temas. Será que nosotros como civiles vemos solo lo que proyectan y no vemos más allá del ser humano que está detrás del uniforme, porque detrás de todo eso está una persona humana con sentimientos y con una familia a la cual tiene que proteger a costa de lo que sea. Tal vez los que estamos ajenos a este ambiente o no tenemos familiares en la milicia no lo entendamos, pero muchos otros comprendemos y admiramos siempre la labor que hacen.
Venus- Policia Primero [Policia Federal]
- Cantidad de envíos : 58
Fecha de inscripción : 13/04/2011
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
Empezando porque el soldado no se alquila, aun etimologicamente, el soldado es asalariado en este caso de la Nacion.
Contrariamente al mercenario quien si se alquila al mejor postor y le es independiente la filia ya sea de nacionalidad, politica o de fines.
Siempre ha sido y sera, una aberracion de lo mas denigrante la comparacion que se haga de uno y de otro, habra diferencias en la forma en la que se visualice al soldado, desde dentro o de afuera, sin embargo esto no justifica la estup.idez de hacer tal comparacion, pues si bien el soldado de antaño podria ser analfabeto inclusive, su moral y su lealtad estaban y estaran de un solo lado (al menos en la teoria).
Ahora, en el contexto de la escritura del manual de marras, de acuerdo a la epoca aun no se tenian los planos de la administracion y teorias de la misma como son ahora.
Antes era trabajar sobre la teoria "X" de la administracion del personal, en la que se encuadran todas las "virtudes" que el columnista señala, sin embargo, conforme avanza la teoria de la administraciondel personal, tambien surge como un rayo de iluminacion la teoria "Y" en la que se prioriza las virtudes del ser humano como base para su manejo adecuado y es en el momento en que se hace el cambio de vision en toda institucion publica o privada que se respete. Posteriormente surge la teoria "Z" en la que se entiende la coexistencia de ambos tipos de conductas humanas y se trazan direcciones para la administracion de los elementos de acuerdo a sus caracteristicas PERSONALES.
O sea, quien escribio esto de plano es un ignorante de su propio entorno profesional, si no puede hacer el minimo de historia para analisis aun en lo que se supone deberia de ser un experto pues el Arte de la Guerra esta principalmente basado en la ADMINISTRACION Y SU HISTORIA PARA ENTENDERLO, entonces el articulo aqui puesto, no pasa la prueba del acido y por lo tanto se va al bote de la basura de la historia por sarnoso y malintencionado.
Sin tantas defensas a ultranza, ojala y les sirva de reflexion.
Ahi se ven.
Contrariamente al mercenario quien si se alquila al mejor postor y le es independiente la filia ya sea de nacionalidad, politica o de fines.
Siempre ha sido y sera, una aberracion de lo mas denigrante la comparacion que se haga de uno y de otro, habra diferencias en la forma en la que se visualice al soldado, desde dentro o de afuera, sin embargo esto no justifica la estup.idez de hacer tal comparacion, pues si bien el soldado de antaño podria ser analfabeto inclusive, su moral y su lealtad estaban y estaran de un solo lado (al menos en la teoria).
Ahora, en el contexto de la escritura del manual de marras, de acuerdo a la epoca aun no se tenian los planos de la administracion y teorias de la misma como son ahora.
Antes era trabajar sobre la teoria "X" de la administracion del personal, en la que se encuadran todas las "virtudes" que el columnista señala, sin embargo, conforme avanza la teoria de la administraciondel personal, tambien surge como un rayo de iluminacion la teoria "Y" en la que se prioriza las virtudes del ser humano como base para su manejo adecuado y es en el momento en que se hace el cambio de vision en toda institucion publica o privada que se respete. Posteriormente surge la teoria "Z" en la que se entiende la coexistencia de ambos tipos de conductas humanas y se trazan direcciones para la administracion de los elementos de acuerdo a sus caracteristicas PERSONALES.
O sea, quien escribio esto de plano es un ignorante de su propio entorno profesional, si no puede hacer el minimo de historia para analisis aun en lo que se supone deberia de ser un experto pues el Arte de la Guerra esta principalmente basado en la ADMINISTRACION Y SU HISTORIA PARA ENTENDERLO, entonces el articulo aqui puesto, no pasa la prueba del acido y por lo tanto se va al bote de la basura de la historia por sarnoso y malintencionado.
Sin tantas defensas a ultranza, ojala y les sirva de reflexion.
Ahi se ven.
gigarange- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 600
Fecha de inscripción : 17/11/2010
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
mientras el manual Mando militar de la Secretaría de la Defensa Nacional lo describe como “un ser despojado de voluntad, individualidad, inteligencia y valores”
el soldado anda en la búsqueda de satisfacciones inmediatas de carácter personal. Está a disgusto ante la responsabilidad; prefiere ser dirigido. (Muestra) falta de iniciativa. Ante una orden requiere inclusive el cómo hacerlo y trata de evitar excederse en más de lo que se le ordena”.
contextura mental y anímica común del soldado, indican que existe una gran proporción de que su conducta es del seguimiento de la línea del menor esfuerzo; tratando de evadir los actos del servicio, trabajo y otras actividades”.
cabos y soldados– no recibe una educación militar formal, únicamente adiestramiento
la tropa es vista como algo provisional en la cual no se puede confiar”, subraya.
el cambio de la sociedad, ahora es más urbana; antes se reclutaba en la sierra, hoy, en las colonias populares,
las deserciones tienen su causa en los bajos salarios, falta de profesionalismo y de convicciones militares, lo cual “es norma
cabos y soldados–, añade, son totalmente improvisados
yo no etuve veite años en el ejercito como el compañero pero el tiempo que estuvo me sirvio para darme cuenta que esto es cierto y a lo mejo el que redacto la nota es civil sus conocimientos del ejercito son muy acertados ya que si fuera del medio militar sus conclusiones serian diferentes
el soldado anda en la búsqueda de satisfacciones inmediatas de carácter personal. Está a disgusto ante la responsabilidad; prefiere ser dirigido. (Muestra) falta de iniciativa. Ante una orden requiere inclusive el cómo hacerlo y trata de evitar excederse en más de lo que se le ordena”.
contextura mental y anímica común del soldado, indican que existe una gran proporción de que su conducta es del seguimiento de la línea del menor esfuerzo; tratando de evadir los actos del servicio, trabajo y otras actividades”.
cabos y soldados– no recibe una educación militar formal, únicamente adiestramiento
la tropa es vista como algo provisional en la cual no se puede confiar”, subraya.
el cambio de la sociedad, ahora es más urbana; antes se reclutaba en la sierra, hoy, en las colonias populares,
las deserciones tienen su causa en los bajos salarios, falta de profesionalismo y de convicciones militares, lo cual “es norma
cabos y soldados–, añade, son totalmente improvisados
yo no etuve veite años en el ejercito como el compañero pero el tiempo que estuvo me sirvio para darme cuenta que esto es cierto y a lo mejo el que redacto la nota es civil sus conocimientos del ejercito son muy acertados ya que si fuera del medio militar sus conclusiones serian diferentes
el pepino- Clases/Maestres
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Fecha de inscripción : 12/08/2010
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
quien compare al soldado mexicano como un mercenario esta muy equivocado, el ejercito mexicano nutre sus filas y sus cuadros de oficiales, jefes y generales, de gente del pueblo mexicano que sueñan muchos con ser soldados desde niños y otros como una fuente que les dara un empleo para la subsistencia de el y su familia, pero estos son pocos que se reclu tan por este motivo, actualmente el soldado ingresa al ejercito como soldados, por las carencias economicas que no le permite continuar superandose en la vida civil y utilizan al ejercito para superarse aprovechando el sistema educativo militar porque les permite como soldados ir ascendiendo y estudiar en las escuelas militares para ascender a sargentos segundos y primeros y despues estudiar en el heroico colegio militar y despues en las escuelas medico militar y de ingenieros y alcanzar superarse, existen mucha gente con mente obtusa que siempre van en contra del ejercito, me parece una buena solucion que hizo como prouesta el gobernador de chihuahua en relacion a que los jovenes ninis quienes no estudian ni trabajan se integren al ejercito esto es bueno por lo antes expresado, por las faltas de oportunidades para superarse, que hagan su servicio militar por un año encuadrados en las compañias del servicio militar nacional, saliendo sabados y domingos francos y durante su permanencia en el mismo se les cubra un salario semanal o quincenal y se firmen acuerdos con la secretaria de educacion publica para que los que no tengan terminada su educacion primaria, secundaria y preparatoria la terminen y al termino de su servicio militar nacional por un año, dos o tres años, si quieren continuar en el sistema educativo militar lo puedan hacer estudiando en el HEROICO COLEGIO MILITAR, ESCUELA MEDICO MILITAR, ESCUELA MILITAR DE INGENIEROS, COLEGIO DEL AIRE, ESCUELA MILITAR DE ENFERMERAS, entre otras escuelas del sistema educativo militar, esto abate el problema de los jovenes NINIS, porque en el ejercito se les disciplinaria, porque estan fuera del control de sus padres y de la secretaria de educacion publica y por otra parte el ejercito los formaria desde el principio bajo sus principios y reglas, esto fue rechazado por el senado y camara de diputados, porque luego entonces de donde va reclutar el crimen organizado a sus SICARIOS, NARCOMENUDISTAS, HALCONES Y DEMAS INTEGRANTES, si no es de los JOVENES NINIS, recuerden que este problema de delincuencia organizada es politico en contra de felipe calderon hinojosa presidente de la republica, para tratar de hacer quedar mal su gobierno y por los amarres de los candidatos con las distintas organizaciones criminales para sentar sus reales en distintas ciudades del pais y que despues se les salio del control de los politicos, ahora tienen al ejercito como siempre como BOMBERO, apagando el fuego de los politicos que no pudieron controlar y por eso al DIABLO LAS INSTITUCIONES DEL PAIS, estan llevando al ejercito a un desgaste de credibilidad y respeto si las cosas siguen asi no les extrañe que en mexico PUEDA SUSCITARSE UN GOLPE DE ESTADO, para que las cosas se calmen y las aguas vuelvan a sus causes normales, esto que estamos viviendo no es porque dios asi lo quiere, esta pobreza extrema, sin fuentes de empleo y politicos millonarios con un pueblo mas y mas pobre, no es porque dios asi lo quizo, si no mas bien porque estas mierdas de politicos asi tienen a nuestro pais y al pueblo inmerso en un estado deplorable y esto porque el pueblo lo permite un PUEBLO SUMISO UN PUEBLO SIN VOLUNTAD, UN PUEBLO EN DECADENCIA, UN PUEBLO QUE AGONIZA Y SOLO ESPERA LA MUERTE, esto es lo que le dejaremos de herencia a nuestros hijos a nuestros nietos y que vivamos arrodillados ante los politiccos y sus patrones los narcos, q1ue vivamos como cobardes viendo como se roban nuestro patrimonio y futuro de nuestros hijos que es la libertad, por la que lucharon nuestros heroes de la independencia por darnos un mexico mejor, por ser libres sin estar bajo el yugo de la delincuencia organizada, tengan la seguridad compa triotas que si no fuera por el ejercito mexicano, viveramos un estado fallido sin que las autoridades ejercieran su autoridad, en cada municipio o estado de la republica, tenemos un presidente de la republica que es de huevos que esta cumpliendo con su mandato constitucional como presidente de la republica, tan facil seria para el hacerse de la vista gorda y dejar que las cosas siguieran como estan, es el legitimo presidente de la republica porque el pueblo asi lo quiso y para combatir el crimen organizado hecho mano del ejercito mexicano por eso es su comandante supremo y aunque a muchos les de diarrea puede usar sus cinco estrellas y se puede uniformar si asi lo desea, la solucion al proble ma de la delincuencia organizada es PRIMERO, es no entregarlos a la justicia, que mueran en el enfrentamiento y que les compongan su corrido, porque luego salen del bote. SEGUNDO. Sanear las policias, TERCERO. implementar la policia unica para que los narcos no apoyen a los candidatos a presidentes municipales y gobernadores, a cambio de controlar las policias y no interfieran en contra de la actividades de narcomenudeo y no utilizar los recursos de seguridad publica, para pagarle al narco el recurso que le presto para su campaña politica.
paco7777- Recluta
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Fecha de inscripción : 27/10/2010
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
drepamr escribió: de joseluis piñeyro que segun estudio en donde nose carajos, puede opinar como cualquier ciudadano pues ve todo desde un plano civil, muy general, yo no lo llamaria especialista en seguridad nacional, pues al final solo opina como cualquier critico y burocrata, pues si en verdad observara el problema de lo que pasa en el ejercito y en el pais, entenderia que el soldado necesita mas apoyo moral que criticas, criticas hay muchas de la gente que que esta del lado de la delincuencia, y menos acepto el comentario de alguien que no sopoprtaria siquiera estar dos horas parado en un puesto de vigilancia en la madrugada con la temperatura a bajo cero pendiente de que el peligro puede aparecer en cualquier momento, la verdad se surraria, o que le hayan zumbado las balas por el rostro, lo digo porque cuando leia el universal lei sus articulos como otros y no me parece muy alagadores a la moral de los soldados, talvez hable para los mandos pero embarra a los de abajo que que culpa tienen.
soldados mercenarios; OSEA QUE HAY QUE CRUZAR LOS &^%!@#$% BRAZOS PARA QUE NOS MATEN; no mamen, de que lado estan el soldado cobra un sueldo no para matar, para proteger a su familia y si matan es porque se atraviezan con los delincuentes y si no actuan ¡LOS MATAN, ENTIENDEN! TIENEN QUE DEFENDERSE, no tiene ordenes de matar a aquel que tenga un arma, pero ese que posee un arma, ve a un soldado y dispara y que hace el soldado; "saludarlo o mandarle besos". piensen lo que les digo, al fin los unicos que me entienden son los que han sentido la muerte cerca o la han visto con sus compañeros muertos o muriendo.
los soldados de hoy se preparan, leen y estudian porque sino de la prision no salen. porque quieren saber mas, ya no vean al ejercito de cuando salio el manual de don de mando pues no es lo mismo hoy que hace 17 años cuando se publico. hay les dejo mi reputacion para que la hagan pedazos.
Completamente de Acuerdo Con Usted
los soldados de hoy se preparan, leen y estudian, porque quieren saber mas.
Ing_Joseph- Inspector [Policia Federal]
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Fecha de inscripción : 24/02/2011
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
Es lo que pasa cuando uno se dice analista y no lee a Von Clausewitz para estudiar la razon de la existencia de un ejercito...
Re: La tropa del Ejercito Mexicano 'Mercenarios'
Lanceros de Toluca escribió:Y pore eso la Sedena sigue rondando en la mediocridad... Dicen los gringos jejeje
Cuestion muy obvia, generales disque muy fibras, que escribieron esas joterias, analfabetas vestigos de la Revolucion Mexicana, levados, obligados y sin educacion
Por eso estan jodidos como estan en la Sedena
Por supuesto, de hace unos años para aca, esa misma bola de cabrones ya se murieron o se retiraron o en el mejor de los casos se fueron con licencia a una policia local y los ejecutaron por idiotas
Ahora hay una nueva generacion de oficiales, mas dinamicos, mas inteligentes, (algunos dicen que menos fibras) pero que a la hora de los guamazos la saben desquitar, a diferencia de esos banqueteros monoliticos
muy de acuerdo con lanceros.. mucha de la literatura en que se basan estos estudios son de la post revolucion o malas traducciones que respondian a problematicas de paises ajenos y que sin embargo cambiaron mientras que aca se aplico la ley del minimo esfuerzo, para que molestarce en indagar mas si asi ha funcionado bien..."
templario- Tropa/Marineria
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