El Bi-centenario, por fin

por Defekator Agosto 31st 2010, 00:23

Septiembre de 1910 arrancó con una agenda apretada. Los festejos de la Independencia de entonces dan cuenta de la dimensión que alcanzaron en la Ciudad de México, así como su permanencia y vigencia en la historia nacional.

2010-08-29

Todo el mes de septiembre fue de bulla con motivo del Centenario de la Independencia. La pasión política se retrajo y al hambre se le distrajo con inauguraciones, desfiles procesiones, cohetes, repiques, cañonazos, discursos, músicas, luces, verbenas, serenatas, exposiciones y borracheras.
Luis González

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Por fin llega el mes patrio y con él los esperados festejos del Bicentenario de la Independencia. Septiembre se vestirá de gala en el país y esperemos que algo de lo que ahora se haga permanezca y trascienda al 2010, para que así tengamos qué recordar en el futuro sobre este año, además de los que por momentos parecen problemas insuperables en el presente.

Volver la vista atrás para recordar puede resultar ilustrativo, sobre todo, si hacemos un esfuerzo por observar el panorama general y el universo completo de lo que sucedía en México de cara a la celebración del Centenario de la Independencia. Los primeros cien años de vida nacional son, ni duda cabe, de triste recuerdo. Todo le pasó a este país: levantamientos internos, guerras contra naciones extranjeras, invasiones, intervenciones, epidemias y la pérdida de más de la mitad del territorio. Pobreza, analfabetismo, bancarrota, iniquidad, explotación y despojo, habían sido constantes durante todo el siglo XIX.

Tras muchas décadas y un gran esfuerzo, los mexicanos lograron sobreponerse a la triste situación, haciendo que ésta mejorara al final de aquella centuria. O se mejoró, al menos, en algunos sentidos, en particular en el económico, permitiendo con ello que la bonanza arrastrara a diversos sectores sociales. Y aunque los pobres lo seguirían siendo y los ricos se consolidarían como tales, los capitales —nacionales o extranjeros— encontraron algunos nichos de desarrollo: industria, extracción, petróleo, infraestructura, comercio y exportación de diversos productos y de materia prima. La justicia social no se alcanzó en 1910, como bien lo denunciaron diversos intelectuales y críticos del régimen, pero en general, el panorama nacional mejoró bastante en comparación con el vía crucis que había sido la historia de todo aquel siglo.

Así llegamos al Centenario, y el gobierno se preparó para que las fiestas se salieran de lo común y se celebrara con toda la magnificencia que cumplir cien años merecía. Septiembre de 1910 arrancó con una agenda apretada, de la cual resaltamos sólo algunos eventos, por falta de espacio, pero ellos dan cuenta de la dimensión que alcanzaron los festejos en la Ciudad de México, así como de su permanencia y vigencia en la historia nacional:

Día 1. Inauguración del Hospital General de La Castañeda (24 edificios).

Día 2. Recepción de la pila bautismal de Miguel Hidalgo y Costilla. Inauguración de las exposiciones: Popular de higiene; Mineralógica, y Japonesa en el Palacio de Cristal (hoy Museo del Chopo).

Día 4. Desfile de carros alegóricos con motivos de la Independencia.

Día 5. Fundación del Servicio Sismológico Nacional (en funciones en la actualidad) y la Estación Sismológica Central.

Día 8. Inauguración del XVII Congreso Americanista.

Día 9. Reapertura por el presidente Díaz del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía (actual Museo Nacional de Antropología e Historia).

Día 11. Colocación de la primera piedra de los monumentos a Washington (regalo de la colonia americana) y a Pasteur (de la colonia francesa).

Día 12. Inauguración de la Escuela Normal para Profesores (en funciones en la actualidad).

Día 13. Develación de la estatua de Alexander von Humboldt.

Día 14. Gran procesión cívica.

Día 15. Desfile histórico y ceremonia de El grito, con Porfirio Díaz exclamando “Viva la libertad! ¡Viva la Independencia! ¡Vivan los héroes de la Patria! ¡Viva la República! ¡Viva el pueblo mexicano!”. Exhibición de fuegos artificiales. Su esposa, Carmelita Romero Rubio, ofreció una recepción en los salones de Palacio Nacional.

Día 16. Inauguración de los monumentos a la Independencia, El Ángel, y a Cuauhtémoc, en Paseo de la Reforma. Ceremonia oficial del Centenario del Grito de Dolores. Gran desfile militar y apertura del Congreso de la Unión.

Día 17. Devolución del uniforme de Morelos y banderas insurgentes por la embajada española.

Día 18. Inauguración del Hemiciclo a Juárez y de la Escuela Nacional de Altos Estudios (hoy Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM).

Día 19. Apertura de congresos médicos. Desfile de estudiantes y Gran Paseo de Antorchas ejecutado por obreros.

Día 20. Colocación de la primera piedra del monumento a Garibaldi (regalo de la colonia italiana). Inauguración del Anfiteatro en la Escuela Nacional Preparatoria (hoy Anfiteatro Simón Bolívar).

Día 22. Fundación de la Universidad Nacional de México (hoy UNAM).

Día 23. Inauguración del nuevo Lago de Chapultepec y colocación de la primera piedra del nuevo Palacio Legislativo (hoy monumento a la Revolución). Fiesta baile en el Palacio Nacional.

Día 26. Reinauguración de las obras del Desagüe del Valle de México.

Día 27. Reelección de Porfirio Díaz y de Ramón Corral como Presidente y vicepresidente de México para el periodo del 1 de diciembre de 1910 al 30 de noviembre de 1916.

Día 29. Homenaje a doña Josefa Ortiz de Domínguez.

6 de octubre. Apoteosis a los Héroes de la Independencia en Palacio Nacional.

Estos fueron, entre otros muchos, algunos de los actos celebrados en septiembre de 1910. De aquella historia del primer centenario de la Independencia nos quedan decenas de testimonios que dan cuenta de una fiesta que superó todas las expectativas, según narran las diversas crónicas del momento. Pero a cien años del festejo, a los mexicanos nos quedan muchísimas más cosas que se mantienen ahí, en diversas partes de la República, como testimonio de un momento histórico que decidió recordar al pasado construyendo o modernizando instituciones, edificios, vías de comunicación, monumentos, puertos, presas, palacios y fábricas, muchas de las cuales se mantienen en pie y cumplirán también una vida centenaria en este septiembre bicentenario.

Lillian Briseño Senosiain

Fuente:Milenio

En resumen hace cien años se inauguro la ciudad de México, éste bicentenario palidece ante la celebración porfiriana.