¿Qué hacemos con las policías?…omisión, criminalidad, ineficiencia, imposibles de resolver

¿Qué hacemos con las policías?…omisión, criminalidad, ineficiencia, imposibles de resolver
29 de septiembre del 2014

México, 29 de septiembre.- La realidad trabaja a favor de quienes la reconocen, como María Elena Morera que lleva años fustigando la poca capacidad de las policías del país. En estos días hemos visto una policía “omisa” en Guadalajara que no reportó el secuestro de un diputado, a plena luz del día y en una de las avenidas principales, que no detonó el botón de emergencia para cerrar las salidas de la ciudad, que no hizo su trabajo.

Incalificable que hubiese tantos testigos, que estuviesen los vehículos en las pantallas de las cámaras de seguridad, y que no llegase una patrulla de la policía municipal o que el C4 no cumpliese su obligación de ordenar una persecución, inmediata, de los secuestradores.

Tal vez otro hubiese sido el destino del diputado que horas después sería asesinado.

De nada sirve la tecnología si los mandos policíacos no hacen su trabajo, si no se cumplen con normas mínimas en estos casos. La inversión en cámaras de seguridad es para que la filmación del acontecer permita actuar, precisamente, de forma inmediata.

No sucedió así. Y las sospechas están más que justificadas. Muchos no hicieron su trabajo por complicidad criminal. Ante lo cual sus jefes, el mismo gobernador, fueron omisos. Lo que se traduce en otra complicidad todavía más grave.

Como la del presidente municipal de Iguala, el perredista José Luis Abarca, que declaró cómodamente apoltronado en el poder que sus muchachos, los policías municipales, “habían echado unos balazos” porque los normalistas tomaron camiones.

Esto, los “balazos” de los policías, tuvo como saldo seis muertos y más de 25 heridos.

No hay calificativo para la estupidez de estos policías sin entrenamiento, sin confiabilidad, sin capacidad alguna para tener una placa de autoridad.

Este fenómeno de policías municipales criminales, cómplices omisos de los delincuentes, totalmente discapacitados para ejercer su función, se viene repitiendo desde hace muchos años. El sexenio pasado se politizó lo suficiente para desviar la atención al respecto.

Activistas sociales como la señora Morera han denunciado en todos los foros públicos que los policías deben someterse a exámenes de confianza, un instrumento para evitar que casos tan trágicos como el de Iguala puedan suceder.

En Córdoba, Veracruz, la población salió a la calle la semana pasada en una manifestación contra la inseguridad, la inestabilidad mental del gobernador Javier Duarte tiene en los cuarteles a la mejor policía del país, la más equipada y la mejor entrenada, mientras en las calles matan a la gente impunemente. Fenómeno que merece análisis aparte.

Los normalistas que fueron atacados por policías, lo que se escucha como de ciencia ficción, “boteaban” por la ciudad en víspera del Informe del presidente municipal. Lo que puede tener un trasfondo político. La respuesta oficial merece un castigo, una investigación, cualquier cantidad de acciones por parte de la Federación.

José Luis Abarca es un político local, empresario muy rico, relacionado con el grupo de los “Chuchos”. Su falta de criterio, su arrogancia, su sostenida incapacidad para tener una policía municipal confiable, no pueden señalarse a una filiación política.

Que, además, hayan disparado contra un autobús donde viajaban jugadores de futbol, que una de las víctimas sea una mujer que viajaba en un taxi, nos indica que son unas bestias que jamás debieron tener un arma. ¿Por qué la licencia colectiva de portación de armas no le ha sido cancelada a Guerrero ante estos hechos?

La autoridad federal encabezada por Miguel Osorio Chong insiste en que hay un cambio en el tema de la inseguridad, hechos tan lamentables como los sucedidos en Tlatlaya, Estado de México, donde la imputación directa por la muerte de 22 personas es para los militares, o estos de Iguala donde civiles inocentes fueron baleados por policías, descalifican cualquier discurso oficial.

Son las policías del país. Pero también la falta de decisión política de presidentes municipales y gobernadores para cambiarlas. Mientras esto no sucede seguiremos contando los muertos del sexenio de Enrique Peña Nieto…

Isabel Arvide

@isabelarvide

Estado Mayor