Kazajstán-México: a océanos de distancia, pero cercanos

Kazajstán-México: a océanos de distancia, pero cercanos

Ambos países tienen similitudes sorprendentes, que deben aprovecharse para impulsar el crecimiento de las relaciones y la cooperación mutua.
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COMPARTIR Opinión del experto nacional 18/09/2014 02:54
Kazajstán-México: a océanos de distancia, pero cercanos
Por Erlan Idrissov *

La Ciudad de México está a casi 14 mil kilómetros de distancia de Astana, capital de Kazajstán. Un rápido vistazo a un mapa del mundo podría concluir que tal distancia es un indicador de lo poco que comparten ambos países. México está rodeado por el mar, mientras que Kazajstán es el país interior más grande del mundo. México tiene una población casi siete veces la de Kazajstán.

Pero una mirada más profunda permite descubrir similitudes sorprendentes. México es el puente entre Norteamérica y Latinoamérica; Kazajs-tán une Asia y Europa. Los dos países tenemos vecinos poderosos, pero hemos trabajado duro para convertirnos en referencias regionales con excelentes relaciones globales.

Nuestros países también han tenido la suerte de tener abundantes recursos naturales. Nuestro petróleo, gas y metales preciosos han proporcionado una plataforma para un fuerte crecimiento económico y prosperidad de nuestros pueblos.

No es de extrañar que, a pesar de la distancia, los vínculos entre nuestros países se han vuelto más fuertes. Es por eso también que México es el lugar de la segunda embajada de Kazajstán en América Latina, que abriré durante mi visita esta semana.

México ha avanzado más en su desarrollo que Kazajs-tán. Ya está entre las 20 mayores economías del mundo y en camino de ser uno de los países más exitosos en 2050, algo de lo cual los mexicanos deben estar muy orgullosos.

Pero Kazajstán es, a estándares mundiales, un país muy joven. Nos volvimos independientes apenas en 1991, después de la desintegración de la antigua Unión Soviética. En las últimas dos décadas, nuestro progreso ha sido rápido. Hemos construido un sistema político estable y una sociedad fuerte en la que gente de todos los orígenes y credos conviven en armonía.

Nuestra vibrante economía de mercado ha crecido 20 veces. Ya estamos entre las primeras 50 economías del mundo y nos hemos fijado el objetivo de estar entre los 30 países más desarrollados para 2050, manteniendo nuestra apertura a nuevas ideas e inversiones.

Estamos dispuestos, como país, a aprender de su éxito en la industrialización y la diversificación de la economía. También estamos comprometidos a ampliar los vínculos comerciales que tenemos, que crecen al 30 por ciento anual.

Sólo Brasil es por ahora un socio comercial más importante para Kazajstán en América Latina. Pero hay un gran potencial para una mayor cooperación entre México y Kazajstán en la minería y el sector de petróleo y gas, por supuesto, pero también en otras áreas como la manufactura, la ciencia y la tecnología. Como miembro fundador de la nueva Unión Económica Euroasiática, somos más que nunca la puerta de entrada a un gran mercado y a grandes oportunidades.

Estas oportunidades incluyen nuestro interés común en la promoción de energía limpia. Ambos países podemos tener grandes reservas de petróleo, pero los dos países miramos al futuro. México ya es un líder mundial en políticas de energía renovable. Kazajs-tán comienza un paso atrás, pero nos hemos fijado el objetivo de generar la mitad de nuestra electricidad a partir de combustibles no fósiles para el año 2050.

También hemos hecho la energía futura el tema de la Expo 2017, de la que seremos anfitriones y que hemos organizado con el objetivo de proporcionar un foro para mostrar los avances tecnológicos y las mejores prácticas. Como país, con un historial tan impresionante, espero que México juegue un papel clave en Astana dentro de tres años.

La base de la creciente amistad de nuestros dos países, sin embargo, va más allá de la economía. También compartimos un fuerte compromiso con la cooperación internacional y la determinación de promover la paz y la estabilidad. Espero poder explorar de qué maneras podemos trabajar juntos para lograr estos objetivos comunes durante mi visita.

Una de las áreas para una mayor cooperación son los esfuerzos comunes para reducir la amenaza global de las armas nucleares. Una inspiración para la zona libre de armas nucleares ahora establecida en Asia Central fueron las medidas adoptadas, con el liderazgo de México, para prohibir estas armas en América Latina y el Caribe.

Tenemos buenas razones como país para hacer todo lo posible para crear un mundo libre de armas nucleares. Nuestro país y ciudadanos han sufrido terriblemente por los cientos de pruebas nucleares que tuvieron lugar en nuestro territorio en el pasado. Fue por eso que uno de los primeros grandes pasos que dimos como país independiente fue renunciar voluntariamente al cuarto arsenal más grande del mundo que habíamos heredado de la antigua Unión Soviética y trabajar con Rusia y Estados Unidos para desmantelar esas armas.

Es con la esperanza de hacer más para impulsar esta causa y ayudar a sanar heridas que buscamos un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para 2017. Hemos hecho de los alimentos, el agua, la energía y la seguridad nuclear los cuatro pilares de nuestra candidatura.

También compartimos la visión de México de la importancia de mantener fuertes vínculos regionales e internacionales. Por medio de una mayor cooperación en todos los niveles, podemos difundir la prosperidad y promover la paz y la estabilidad. Espero que mi visita a México disminuya aún más la distancia entre nuestros dos países y profundice nuestras ya cálidas relaciones, para el beneficio de nuestros ciudadanos y el resto del mundo.

*Ministro de Relaciones Exteriores de Kazajstán