La pobreza crece en Venezuela

Poverty Shoots Up in Venezuela

BY Juan Nagel
JUNE 4, 2014 - 03:54 PM



When the Venezuelan government defends itself from its critics, it usually points to declining poverty rates as proof of its success. For a while, this worked; poverty figures indeed improved during a portion of the chavista years. But the days when poverty was a winning issue for chavismo are over. Official statistics now show that poverty is rising rapidly.

Venezuela's official statistics office (INE) mostly spends its time producing reports charged with political language -- but it still manages to report actual data once in a while. A few weeks ago, the statisticians published proof that one in three Venezuelans are poor, when twelve months ago the figure stood at one in four. Since an important part of the argument against the opposition is the government's claim that they, and only they, ensure decreasing poverty, this is a significant development.

In order to calculate the poverty rate, the INE estimates the cost of a representative basket of goods, which includes things such as food, dress, housing, transportation, health, communications, and education. The basket is intended as a representative sample of the type of things an average Venezuelan family consumes during a year. If per capita income falls below the cost of this basic basket of goods, the person is considered poor.

According to this measure, the number of Venezuelans classified as poor shot up in the last year by 1.8 million people. Roughly 6 percent of all Venezuela's 30 million people became poor in the last year alone. The situation is even direr when one looks at extreme poverty, i.e., the number of people whose income cannot even buy a representative basket of food and drink. In the last year alone, the number of extremely poor Venezuelans rose by 730,000. They now reach close to three million people, or roughly 10 percent of the population.

The chavista revolution indeed helped the poor between 2003 and 2007, but since 2007, the number of poor Venezuelans has actually increased. All of the government's successes in reducing poverty happened more than six years ago.

The reason for the increase has to do with the nature of chavista economic policy. When the price of oil shot up roughly 10 years ago, it sent an enormous inflow of revenue into the coffers of the Venezuelan state. The government used the windfall to create an extensive web of subsidies and price controls. At the same time, the government quickly spent its oil gains on subsidies and lavish social programs to bolster its support among the less privileged.

Poverty in Chávez's Venezuela in the mid-2000s was indeed falling, and the government kept prices artificially low thanks to an overvalued currency and massive amounts of subsidized imports. People benefitting from the government's generous social programs found plenty to buy, since the government made sure imports kept flowing and prices were low.

Needless to say, this couldn't last. The 2012 campaign to re-elect a mortally ill Hugo Chávez meant government spending went into overdrive. Suddenly the oil boom was not enough to sustain ever increasing social needs. That year, the budget deficit soared past 10 percent of GDP. The price of oil had stopped rising by then, and foreign funding began to dry up. While the government continued to enjoy good fortune at the ballot box, the bubble was close to bursting for Venezuela's poor.

Since taking office early last year, President Nicolás Maduro has seen the local currency go from BsF 4.3 per dollar to BsF 50, depending on which exchange rate you use. This means that the prices of most of what Venezuelans consume have shot up as well. Annual inflation is running north of 60 percent, and it is only increasing: The inflation figures for April have yet to be published, but unofficially, it was 5.7 percent for the month alone.

The sharp fall in the standard of living is what brought protesters to Venezuela's streets. Many of the people demonstrating are what we could call "the emerging poor": people who were middle class during the boom, but have found that their economic situation has deteriorated sharply since then.

Ultimately, chavismo's "victory" against poverty is just rhetoric. What little gains there were in terms of poverty were due to a government that turned an oil boom into a transient consumption boom. That phase is now over, and poverty is reverting to its long-run trend.

The day of reckoning for the populist chavista model is approaching fast. The speed at which it arrives will depend on the price of oil. If oil holds steady, the government will muddle through. But if the price of oil dips -- watch out. Poverty will continue shooting up, and the new poor will remain in the streets.

Juan Nagel is the Venezuela blogger for Transitions, editor of Caracas Chronicles, and author of Blogging the Revolution. Read the rest of his posts here.

Toma Maduro cadena de supermercados

Farmatodo, la cadena de farmacias más grande de Venezuela, también fue ocupada por las autoridades el fin de semana. Foto: Reuters
Tras ser ocupadas por las autoridades, ciudadanos hacían fila afuera de las sucursales de Día Día para comprar sus bienes. Foto: AP
Militares controlaban el ingreso de los clientes, quienes debían mostrar sus cédulas de identidad. Foto: AP
Los ciudadanos aprovecharon para adquirir productos de primera necesidad que cada vez es más difícil conseguir. Foto: AP
Farmatodo, la cadena de farmacias más grande de Venezuela, también fue ocupada por las autoridades el fin de semana. Foto: Reuters
Tras ser ocupadas por las autoridades, ciudadanos hacían fila afuera de las sucursales de Día Día para comprar sus bienes. Foto: AP

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AFP
Caracas, Venezuela (03 febrero 2015).-
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Las autoridades civiles y militares de Venezuela ocuparon las 35 sucursales de la cadena de supermercados Día Día como parte de un endurecimiento de las sanciones que emprendió el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro para presuntamente hacer frente al creciente desabastecimiento de alimentos y otros bienes que se ha manifestado en la multiplicación de largas filas a las puertas de los comercios en todo el país.

"Se ha ordenado la ocupación temporal de todos los espacios, de toda la red de supermercados Día Día en toda la cadena, desde el almacenamiento, distribución, venta'', anunció el diputado oficialista Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, la madrugada de este martes a la televisora estatal durante la toma de uno de los almacenes de la cadena ubicado en la barriada pobre de la Yaguara, al oeste de la capital.

Al explicar las razones de la medida, Cabello indicó que los propietarios incurrieron en venta irregular de los productos, y mantenían más de 2 mil 500 toneladas de alimentos y de productos almacenados.

En medio de una bulliciosa y angosta calle de la barriada pobre de Propatria, al oeste de la ciudad, cerca de medio centenar de humildes compradores se congregaron este martes en una larga fila a las puertas de una de las sucursales de Día Día para ingresar y tratar de adquirir café, aceite, harina de maíz precocido, jabón en polvo y suavizante para la ropa, que son algunos de los productos más demandados entre los venezolanos en los últimos días debido a los problemas de desabastecimiento.

Las puertas del mercado eran resguardadas por cuatro guardias nacionales, armados de fusiles, que iban organizando junto con una funcionaria del Gobierno el ingreso de los compradores luego del chequeo de sus números de cédulas de identidad.

"Esto debió haber pasado mucho antes'', afirmó Ana Brito, ama de casa de 32 años, al asegurar que la ocupación de la cadena Día Día servirá para enfrentar las "mafias'' que estarían operando en la venta de productos.

"Hay demasiadas mafias. Cada quien tiene su cuota de culpa, Gobierno, productores, comerciantes, empresarios, todo el mundo''.

A pesar de celebrar la medida de ocupación, Brito sostuvo, tras esperar en una fila cinco horas para entrar al mercado, que la decisión del Gobierno de Maduro no resolverá el problema del desabastecimiento debido a que no hay conciencia en quienes surten a la población.

"Esto es horrible. ¿Hasta cuándo? Ya no podemos más'', confesó molesta, María Infante, ama de casa de 64 años, al salir decepcionada de una de las sucursales de Día Día, al norte de la ciudad, sin lograr comprar jabón en polvo para lavar ropa, que se había agotado desde tempranas horas del día.

"El Gobierno dice que hay de todo, pero no sé dónde...hay que cambiar la economía'', dijo Infante al manifestarse pesimista por la situación del país.

La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas reiteró su rechazo al señalamiento del Gobierno de que el sector privado es el responsable de la crisis económica.

En un comunicado, la Cámara atribuyó la inflación y la escasez en Venezuela a "la instrumentación de un modelo económico, el socialismo del siglo 21, que con su trama de controles y obstáculos devastó la capacidad productiva privada del país''.

La ocupación de la cadena de mercados se da después que las autoridades iniciaron el fin de semana un procedimiento administrativo contra Farmatodo, la mayor cadena de farmacias del país, y citaron a declarar en la sede de la Policía Política al presidente ejecutivo y seis gerentes del grupo.

Las autoridades comenzaron el mes pasado inspecciones a comercios del país ante el recrudecimiento de los problemas de desabastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos, y las largas filas de clientes que se forman a las puertas de los supermercados y tiendas de productos básicos de todo el país.

Venezuela está sumida en una crisis económica, caracterizada por una inflación galopante que superó el año pasado el 64 por ciento, problemas severos de escasez y una recesión, que analistas proyectan que se agravará este año por la caída de los precios del petróleo que es la principal fuente de ingresos del país.
Hora de publicación: 14:19 hrs.