Policías y militares se despliegan en favela de Rio

Policías y militares se despliegan en favela de Rio.

BRASILIA, 6 (ANSA) - Efectivos policiales y de las Fuerzas Armadas brasileñas se desplegaron hoy en una favela de Rio de Janeiro donde será instalada una base permanente de la Policía Militarizada (PM), como parte de la política para expulsar al narcotráfico y garantizar la seguridad de cara al mundial y las olimpíadas.
A las 6 de hoy vehículos del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía (Bope), carros blindados de la marina y un batallón de la caballería policial ingresaron en el Complejo de Favelas Lins, ubicado en la zona norte de la ciudad.
Según fuentes de la PM no se registraron enfrentamientos con los narcotraficantes que controlaban parte de esa comunidad, pero una tanqueta de la Marina destruyó una parada de ómnibus al realizar una maniobra incorrecta, lo cual causó heridas a un efectivo.
Luego de la ocupación total de la zona será instalada la 35 Unidad de la Policía Pacificadora (UPP), una base que permanecerá allí para impedir que el crimen organizado retome el control de esas favelas, donde viven unas 15.000 personas.
El secretario de seguridad de Rio de Janeiro, Mariano Beltrame, recomendó ayer que la población confíe en las UPPs, creadas para pacificar la ciudad de cara a los grandes eventos deportivos, a pesar de los "excesos" cometidos por policías en algunas favelas, como el secuestro y desaparición de un albañil en Rocinha, perpetrado en julio. (ANSA). DCP-FM/ACZ

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Brasil toma primera favela tras escándalo por torturas
Actualizado el 7 de octubre de 2013 a: 12:00 a.m.

Río de Janeiro. AFP. Las autoridades de Río de Janeiro ocuparon ayer un complejo de favelas en poder del narcotráfico, en la primera “pacificación”, como se llaman a estas operaciones, desde el escándalo por la tortura y el asesinato de un albañil en otra barriada a manos de la Policía.

Más de 1.000 efectivos de las fuerzas de seguridad tomaron las 12 favelas de este complejo de la zona norte de Río en unos 50 minutos sin intercambiar un disparo.

“Es un paso más en dirección de la paz”, dijo el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, blanco de críticas por los recientes escándalos de abusos policiales en las favelas ocupadas. Desde hace dos meses, la desaparición del albañil Amarildo de Souza en la gigantesca favela de Rocinha, levantó dudas sobre este programa de ocupación de favelas, diseñado para mejorar la seguridad de cara al Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.

Esta semana, 10 policías fueron detenidos bajo acusación de haber torturado hasta morir a De Souza y luego haber ocultado su cuerpo.

Según la investigación de la Policía Civil, De Souza fue una de las 23 personas torturadas por las autoridades para obtener informaciones sobre tráfico de drogas, actividad que continúa en la zona, solo que de forma más discreta.

“El caso Amarildo nos muestra que este tipo de investigación solo puede ocurrir cuando una comunidad está pacificada. Cuántos crímenes quedaron impunes antes de la llegada de la Policía a los morros”, dijo Cabral.

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