Primera prueba para la Sedena

La jornada electoral del domingo 7 de julio estuvo precedida por unas campañas que a decir del Senado de la República, han sido las más violentas que se tengan memoria. Las amenazas del narco, asesinatos y “levantones” contra candidatos de todos los partidos ocurrieron no solo en Chihuahua, Durango y Sinaloa, también en Zacatecas, Oaxaca, Veracruz y Tamaulipas. La visita del general Salvador Cienfuegos a dos de estas entidades, fue visto como una señal de que el alto mando comparte la preocupación de lo que pasa por estos lugares.

México, 6 de julio.- El general Salvador Cienfuegos Cepeda miró a los reporteros que lo rodearon a las afueras del lugar donde acudió a una reunión, con las autoridades del gobierno del estado de Sinaloa, el pasado 19 de junio en la ciudad de Los Mochis. Atento, sin inmutarse ante las cámaras y micrófonos, uno de los periodistas preguntó:

—Se habla que la captura de Joaquín Guzmán Loera ¿es una prioridad?—

Siempre ha sido una prioridad. Seguimos trabajando en eso, buscando a todos los líderes de las organizaciones criminales.

—No nada más a él, ¿no hay una obsesión?—

No, no, claro que no.

—¿Qué lugar ocupa en la visión de la Sedena el estado de Sinaloa?—, preguntó otro reportero.

Pues un estado que ha ido avanzando en el sentido que se ha pretendido. Creo que hemos contando con el absoluto apoyo del señor gobernador, y eso nos ha facilitado mucho las cosas. Excelente coordinación entre los mandos militares y el gobernador. Eso facilita mucho.

—¿Qué posibilidades hay de que el hospital regional militar se quede en los Mochis, qué posibilidades hay, secretario?—le cuestionaron.

No pues de nosotros, todas. El problema no soy yo (sonrisas).

—¿Es el monetario?—

Pues, si, siempre, vamos a platicar precisamente de eso, ver cómo podemos coordinarnos para poder establecer un hospital militar aquí.

—¿Qué tan grande sería, cuanto se invertiría…?—

Pues es un hospital regional, de especialidades, no tengo todavía las cantidades que se tendrían que invertir, pero creemos que con el esfuerzo de ambos podemos lograrlo.

¿Nueva actitud?

La visita del general Cienfuegos se dio en un contexto de fuerte tensión en el norte del estado de Sinaloa donde han ocurrido ataques armados contra policías, militares y la población en general en municipios serranos como El Fuerte y Sinaloa de Leyva, así como balaceras frecuentes en comunidades cercanas a Guasave, y en la carretera que va de ésta ciudad a Culiacán. ¿El motivo? Las disputas entre la célula considerada más conflictiva de la organización de los hermanos Beltrán Leyva, encabezada por Fausto Isidro Meza, alias “el Chapo Isidro”, y el clan de Joaquín “el Chapo” Guzmán e Ismael “el Mayo” Zambada, dirigido en esta región por Orso Iván Gastelum, apodado “El Cholo Iván”.

Unas semanas antes de la visita del general Cienfuegos, un grupo de pistoleros del grupo del Chapo Isidro, atacó con disparos de bazuca un convoy de la policía municipal donde viajaba Jesús Carrasco Ruiz, secretario de seguridad pública del municipio de Ahome, donde se encuentra Los Mochis, cuando circulaban por la carretera federal México 15 en dirección a Culiacán. El mando policiaco declaró que eran alrededor de 80 individuos fuertemente armados quienes los emboscaron cuando pasaban a la altura de los poblados de Ruiz Cortines y el ejido California, muy cerca de Guasave.

El ataque a las patrullas ocurrió cerca de las siete de la mañana del 10 de mayo pasado, en el sitio fue abatido un policía y una mujer que se encontraba cerca del lugar resultó herida junto a otro uniformado, por lo que fueron trasladados de emergencia a un hospital de la zona. Lo que más llamó la atención y que desató una purga posterior de las corporaciones, fue que la emboscada se suscitó a poca distancia de donde se encontraba un retén de la policía municipal de Guasave, y donde los agentes al percatarse de la balacera, se retiraron del lugar sin dar apoyo. Horas después el comandante Carrasco acusó de complicidad con los pistoleros a los agentes de éste municipio, al haber abandonado el sitio en el momento en que eran atacados.

Al terminar el enfrentamiento, los pistoleros huyeron mientras agentes de diferentes corporaciones revisaron la región en busca del grupo armado. Durante uno de esos recorridos se suscitó otro enfrentamiento en una comunidad conocida como El Coloradito, donde tres presuntos pistoleros fueron abatidos a tiros. Los agentes incautaron fusiles de diversos calibres, incluidas bazucas y granadas, así como varios vehículos.

Pese a estos antecedentes, el general Cienfuegos consideró que no se tienen encendidos los “focos rojos” en esta región del país. Su declaración se dio después de la reunión privada que tuvo en aquella visita a Los Mochis, en las instalaciones del cuartel del 89 batallón de infantería, donde estuvo presente el gobernador Mario López Valdez y el alcalde de Ahome, Zenen Xochihua Enciso.

Jornada electoral en el “Triángulo Dorado”

Horas después de aquella reunión en Los Mochis, el general Cienfuegos voló a la ciudad de Chihuahua donde tuvo un reunión de trabajo con los comandantes de las dos zonas militares y de onceava región militar que abarca ésta entidad y Coahuila. Ahí estuvo el general de brigada Leopoldo Noé Gaytán Ochoa, comandante de la quinta zona militar con cuartel en la capital del estado, el también general de brigada Miguel Andrade Cisneros de la 42 zona con sede en Parral, y el general de división Augusto Moisés García Ochoa, comandante de la región con cuartel general en Torreón.

A la junta de trabajo se sumó el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, con quien el general Cienfuegos sobrevoló varios municipios del estado. El titular de la Defensa Nacional pasó revista a las tropas del 66 batallón en Delicias, y del segundo de infantería en ciudad Cuauhtémoc. El mandatario declaró a los medios que la presencia del secretario era para formalizar el anuncio que había hecho en la víspera, cuando dio a conocer el reforzamiento del despliegue de seguridad llamado “Triángulo Dorado”, donde se sumaron elementos de inteligencia del ejército y de la marina con el objetivo de combatir a los grupos de la delincuencia organizada que operan en esa extensa y compleja región donde se unen los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua.

“El operativo lleva varios frentes, el combate al cultivo de enervantes, la recuperación de vehículos robados y combatir a los hechos delictivos, como la investigación de algunos homicidios”, declaró el mandatario a los medios locales en referencia al asesinato Jaime Orozco Madrigal, candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalupe y Calvo, municipio enclavado en la sierra que colinda con Sinaloa, asesinado el pasado 11 de junio luego de que un grupo armado lo sacó en vilo de su casa en este poblado para aparecer horas después sin vida en un paraje aledaño. El antiguo director de obras públicas del ayuntamiento, formaba parte de la administración del ex alcalde Ramón Mendívil Sotelo, también asesinado a tiros en 2010 por un grupo armado.

La tensión en las campañas por las amenazas del narco a los candidatos, no solo en Chihuahua, sino en Durango y Sinaloa, como preámbulo a la jornada electoral del domingo 7 de julio, se cobró varias vidas de aspirantes a distintos cargos de elección popular. Tras el asesinato del aspirante priista Orosco Madrigal en Guadalupe y Calvo, Chihuahua, donde se eligió el domingo a 33 diputados y estuvieron en juego 67 ayuntamientos, vino el del aspirante a regidor de la coalición del PRD, PAN y PT en Sinaloa de Leyva, Eleazar Armenta, cuyo asesinato ocurrido el 23 de junio fue la picota al proceso electoral en este municipio al norte del estado de Sinaloa, cuya zona serrana se encuentra dentro de la geografía del llamado “Triángulo Dorado”. Armenta competía por la coalición “Unidos Ganas Tú”, tras su muerte en señal de protesta los partidos que lo postularon, se retiraron de la contienda al considerar que no había condiciones en este municipio para participar en la jornada electoral.

Pocos días después también dentro del perímetro del “Triángulo Dorado” pero ahora del lado de Durango, José Ricardo Reyes Zamudio, candidato del Movimiento Ciudadano a la alcaldía del municipio de San Dimas, enclavado en la zona serrana del estado, fue abatido a tiros en un paraje conocido como el Sauz, que comunica con la comunidad de Tayoltita, famoso por sus campos sembrados de mariguana. El crimen despertó suspicacias pues a decir del obispo de Durango, monseñor Héctor González Martínez, el hecho pudo tratarse de un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico. Se sabe que en éste municipio “no se mueve” ni “se hace nada” con la anuencia de los jefes que controlan la siembra y el tráfico de droga.

De ahí que la visita del general Cienfuegos haya sido vista como una señal de que al alto mando del ejército, le preocupa la situación que se vive en esta región donde colindan los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango. A los pocos días de que el secretario de la Defensa estuvo en el norte de Sinaloa, vinieron una serie de cambios en los mandos policiales de la entidad, los cuales fueron interpretados como un “jalón” contra los agentes y comandantes con sospechas de tener vínculos con la delincuencia organizada. Cambios y relevos que tras una visita así, no se han visto en otros estados del país.

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