'México sí está en guerra'
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'México sí está en guerra'
Distrito Federal—El consentimiento del gobierno de Felipe Calderón para una creciente operación de agentes de Estados Unidos en México incentivó a especialistas militares de ese país a promover un cambio –de Irak y Afganistán a México– en sus prioridades estratégicas para enfrentar “la guerra multidimensional” que representa el combate al narcotráfico.
Profesores e investigadores del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, del Comando Norte, de la Universidad Militar Americana y del Centro de Estudios Avanzados sobre Terrorismo buscan que la administración de Barack Obama sustituya el Plan Mérida por uno de mayor alcance que considere al narcotráfico en México como un importante “riesgo estratégico” para la seguridad estadounidense.
Concentrados en el análisis de lo que definen como “delincuencia de alta intensidad” que se debe combatir con “campañas de contrainsurgencia” a cargo de las Fuerzas Armadas, los especialistas han publicado sus trabajos a título personal en Small Wars Journal (http://smallwarsjournal.com), “un sitio no gubernamental, oficial o corporativo” administrado por la Small Wars Foundation, creada por integrantes de los cuerpos de Marina para promover la defensa de los intereses nacionales de Estados Unidos.
Desde el año pasado, pero con más frecuencia en lo que va de 2011, la página ha publicado análisis sobre la decisión de Calderón de incrementar la presencia de Estados Unidos en la guerra que le declaró al narcotráfico al inicio de su administración, en diciembre de 2006, y que desde entonces ha dejado más de 50 mil muertos, miles de desaparecidos y numerosos desplazados.
A diferencia de organismos internacionales que se niegan a considerar la violencia desbordada en México como resultado de un conflicto interno, los especialistas estadounidenses la refieren como producto de un conflicto armado que ha dado lugar a una “guerra no convencional” en la que participa el Estado mexicano.
Los enfrentamientos que ocurren en la frontera común, la muerte de algunos ciudadanos estadounidenses y la improvisaciones tácticas como los “narcotanques” o “monstruos” de Los Zetas los lleva incluso a proponer que se creen “las condiciones militares necesarias” para garantizar la seguridad y el gobierno en México.
Robert Culp, un oficial de carrera del ejército de Estados Unidos experto en operaciones especiales y conflictos de baja intensidad, propone de plano que el narcotráfico se combata con tácticas contrainsurgentes pues el crecimiento del narco afecta la soberanía y seguridad de México, pero sobre todo los intereses vitales de Estados Unidos.
‘Contrainsurgencia’
En Estrategia para la contención militar de operaciones de droga, publicado por Small Wars Journal en enero de este año, Culp critica que la Secretaría de la Defensa no aplique una misión tipo contrainsurgencia.
Dice que el gobierno mexicano debe tomar un enfoque “de gobierno completo” y combatir la amenaza de las drogas como si fuera una insurgencia activa. En términos castrenses especifica que “el terreno clave” en la lucha antidrogas es la población: “Las fuerzas de seguridad mexicanas deben separar a la población de los grupos de narcotraficantes y dar seguridad a la población mientras los gobiernos usan todos los elementos de su poder nacional para restaurar los servicios esenciales y cumplir con sus necesidades básicas”.
Asegura que si el gobierno mexicano sostiene una “campaña contrainsurgente” efectiva contra los cárteles de la droga, las “aterrorizadas comunidades” pueden, tarde o temprano, reducir la narcopropaganda y los prospectos para el reclutamiento.
Una de las posiciones más extremas es la de Johnny M. Lairsey Jr., especialista en planes del Comando Norte, fuerza militar estadounidense encargada de la seguridad de Estados Unidos que abarca Canadá, México y parte del Caribe.
En su texto “¿Una estrategia para México?”, Lairsey propone que ante las condiciones de violencia en este país, Estados Unidos “debería hacer valer sus poderes nacionales para derrotar a las organizaciones de delincuencia trasnacional y ayudar a mejorar las condiciones en México”. Las fuerzas armadas constituyen uno de esos “poderes nacionales”.
Explica “cuatro razones” por las que México debe ser visto como una preocupación para su país: El desborde de la violencia hacia Estados Unidos, la extensión de la corrupción en México, el impacto en el producto interno bruto de los dos países y posibles ataques desde áreas sin gobierno en México. Cada una de ellas, dice, tiene “la posibilidad latente de desarrollarse y amenazar la soberanía de los Estados Unidos”.
Como ejemplos menciona el asesinato de un agente de la Patrulla Fronteriza en Nogales, Arizona, en diciembre de 2010; el ataque en agosto de ese mismo año a la Universidad de Texas en El Paso desde Ciudad Juárez, las “muchas áreas” donde las organizaciones delictivas tienen más autoridad que las autoridades mexicanas y la presencia de organizaciones de la delincuencia trasnacional en 230 ciudades estadounidenses.
Ante lo que define como un “riesgo estratégico significativo” para Estados Unidos y después de lo que considera como “éxito limitado” de la Iniciativa Mérida y su ampliación hecha por el exembajador Carlos Pascual, Más allá de la Iniciativa Mérida, propone “maximizar el uso de los poderes nacionales” de su país. Eso supone estrategias y no planes para “derrotar a las organizaciones de delincuencia trasnacional y ayudar a mejorar las condiciones existentes en México”.
Paul Rexton Kan, profesor asociado de Estudios de Seguridad Nacional y de la cátedra Henry L. Stimson de Estudios Militares en el Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, es también un crítico de la Iniciativa Mérida, a la que responsabiliza de haber originado un “punto muerto” entre las autoridades del Estado mexicano y los cárteles de la droga.
“Como en cualquier guerra, un punto muerto puede ser particularmente peligroso en tanto que cada una de las partes intentará incrementar los niveles de violencia”, dice quien de acuerdo con Small Wars Journal recientemente fue asesor antinarcóticos en el cuartel general de la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional de la OTAN en Kabul, Afganistán.
“La continua confianza del gobierno mexicano en los militares para objetivos no militares ha llevado a ese punto muerto estratégico” e intentar romperlo “puede tener el efecto irónico de provocar el fin de la Iniciativa Mérida y de ese modo profundizar la crisis en México y crear aún más dilemas para Estados Unidos”, escribe en el texto “¿México: el narco accidental?”.
“Aunque ha detenido a jefes del narcotráfico, el gobierno mexicano no ha sido capaz de afectar sustancialmente a los cárteles para reducir sus niveles de violencia o sus operaciones de trasiego de enervantes”, afirma Rexton, quien también ha hecho investigación en la frontera común.
Advierte que en el caso de los cárteles, al intentar acabar con ese “punto muerto” incrementarán su violencia contra las autoridades, por lo que puede sobrevenir el síndrome de “narco por accidente”; es decir que el gobierno mexicano se convierta “en un tipo de cártel de cumplimiento de la ley”.
Más aún, advierte que tentado a mostrar a Estados Unidos y a los mexicanos una disminución de la violencia puede optar por coludirse con algunos de los cárteles menos violentos para obtener inteligencia e información y usarlas contra los más violentos. En ese caso “el gobierno se convierte en un ala armada de los cárteles al actuar contra sus rivales y detener a sus miembros”.
Para apoyar esa idea refiere el auto-bomba que explotó en Ciudad Juárez en julio de 2010 y con el que cártel local acusó a la Policía Federal de apoyar la llegada de la mafia de Sinaloa. También cita las mantas que han aparecido en el lugar contra la DEA y el FBI por la misma razón. Prevé que si los cárteles afectados consideran que Estados Unidos apoya a México en esa posición, podrían atacar, incluso en alianza, intereses estadounidenses.
Pax narcótica
Aunque Calderón reconsideró su término de “guerra al narcotráfico”, Rexton sostiene que el “mosaico de la guerra de cárteles” es un proceso para que algunos o uno de ellos consolide a las varias facciones y bandas “que ahora son ineficientes para el hipercompetitivo mercado de narcóticos ilegales”.
Se adhiere al escenario de que la nueva federación de cárteles del Golfo y de Sinaloa pueden dominar a su rival, Los Zetas, y convertirse en una suerte de “concierto de cárteles de larga duración que actúe como un consejo de directores capaz de manejar las disputas del narcotráfico”.
Pero esa “pax narcótica”, dice, sería un paso en la dirección de hacer de México, de golpe, un narcoestado, lo que dificultaría las relaciones con Estados Unidos. Convencido de que se debe revisar la Iniciativa Mérida, dice que ésta será medida por contener o no la violencia de los cárteles.
El aporte de Estados Unidos a la Iniciativa –mil 400 millones de dólares en cuatro años– sólo se justificará si contribuye a una mayor seguridad de los estadunidenses en su propio territorio y de aquellos que viajen a México, y si define qué tan fiable será México como socio para reducir la violencia y el tráfico de drogas. Pero su futuro inmediato, asegura, depende de lo que pase en las elecciones presidenciales de 2012 en ambos países.
En otro artí*****, “México: un mosaico de la guerra de los cárteles”, Rexton no deja lugar a dudas al considerar que el país está en guerra: “Una situación de delincuencia de alta intensidad no significa que no esté ocurriendo una guerra en México”.
Pero es una guerra diferente, no convencional: “Es multidimensional, de múltiples partes y múltiples locaciones de conflicto armado entre grupos criminales sobre lo que son esencialmente metas delictivas”.
Precisa que se trata de una guerra económica: “La delincuencia de alta intensidad ocurre debido a una guerra motivada por empresarios violentos que buscan imponerse unos a otros y hacer del Estado un mercado ilegal hipercompetitivo con el objeto de controlarlo todo o en parte”.
Tales “empresarios violentos”, dice, usan la fuerza como una extensión de sus ganancias, lo que explica la “limpieza delictiva” en la que los cárteles han ordenado a los habitantes de algunos poblados abandonar sus lugares bajo amenaza de muerte.
El miedo a los ‘monstruos’
La innovación táctica de Los Zetas, grupo fundado por desertores del Ejército mexicano, también lleva a los expertos estadounidenses a definir lo que ocurre en el país en términos de guerra. John P. Sullivan y Adam Elkus, en el texto “Narcoblindaje en México”, aseguran que hay una “carrera armamentista” de los narcotraficantes mexicanos.
A partir del descubrimiento de los “narcotanques” encontrados en Tamaulipas e identificados como “monstruos”, Sullivan –investigador del Centro de Estudios Avanzados sobre Terrorismo– y Elkus –analista de política exterior y seguridad– dibujan un inquietante escenario: la necesidad de “crear las condiciones militares necesarias” (en cursivas en el original) para la seguridad y el gobierno en México.
Sin abundar en qué consisten tales condiciones militares, los autores proponen que se estimulen las innovaciones necesarias para enfrentar lo que consideran una amenaza de guerra.
Aunque reconocen que tienen una capacidad limitada, los “monstruos” se ajustan a la categoría bélica de vehí&^%!@#$% armados de batalla. Son tan flexibles que sirven en una combinación de fuego directo y transporte de tropas, como los “camiones de armas” utilizados en Vietnam contra Estados Unidos. Según los autores, en México tienen una ventaja sobre la policía municipal y estatal y las unidades federales “de bajo nivel”.
En términos de guerra dicen: “Las tácticas de los cárteles en México, que comenzaron con el asesinato y con misiones de incursión y que cerraron la brecha entre delincuencia y guerra irregular, se parecen cada vez más y más a las misiones combinadas convencionales de armas e infantería e infantería mecanizada”.
Con la idea que han expresado diferentes funcionarios estadounidenses desde 2009 –incluida la secretaria de Estado, Hillary Clinton– de que en México hay una narcoinsurgencia, Sullivan escribió otro artí***** que firma con Robert J. Bunker, especialista en seguridad y formado en el Instituto de Ley de Guerra y la Asociación del Ejército de Estados Unidos.
En el texto “Insurgencia delictiva en México: Red mundial y redes sociales”, los autores aseguran que la guerra e insurgencia en Irak, Afganistán, el occidente de Pakistán y otros lugares donde hay operaciones locales llamadas outside contiguous representan menos riesgo que los altos niveles de lucha, establecimiento de enclaves delictivos y zonas de seguridad despobladas por los cárteles y el incremento de “narcociudades” en México, como Nuevo Laredo.
En una connotación más amplia los especialistas dicen que los cárteles y bandas de México, Centroamérica y crecientemente de Sudamérica se han transformado de entidades únicamente apoyadas en el tráfico a unas más complejas organizaciones delictivas diversificadas.
Aseguran que se trata de una “guerra asimétrica” que se deriva de una “insurgencia delictiva evolucionada” bajo el principio no sólo de corrupción y armas, sino también de operaciones de información y de una creciente forma desviada de espiritualidad, como en el caso de La Familia Michoacana y su derivación, Los Caballeros Templarios (Proceso 1814).
En otro texto Bunker es aún más directo sobre las prioridades de Estados Unidos: “El imperativo estratégico de Estados Unidos debe cambiar de Irak y Afganistán a México”. “Las Américas y la estabilización de Europa”, titula el texto que presenta como “una súplica al gobierno de Barack Obama y a las dos cámaras del Congreso”.
Según Bunker –quien ha sido asesor de los Departamentos de Seguridad Interna y de Justicia– los cárteles de la droga y las bandas del narco desde hace décadas han evolucionado, mutado y crecido en capacidad lo suficiente como para desestabilizar países como México, Guatemala y Honduras.
“Los cárteles de la droga y las bandas de narcos del continente, los de México como alta prioridad, ahora deben ser elevados a la categoría de amenaza estratégica número uno para Estados Unidos, en tanto que la amenaza de al-Qaida y el islam radical, si bien aún es significativa debe ser degradada a un segundo nivel”.
Insistente en México, dice que la amenaza dominante para Estados Unidos es el potencial de corrupción de las instituciones por parte de los cárteles mexicanos y bandas de narcos, seguida por la extensión de la violencia de la frontera.
Según Bunker, mientras Estados Unidos está bien preparado para enfrentar actos directos de violencia, “la utilización de las técnicas de violencia y corrupción de los cárteles mexicanos (en Estados Unidos) trae un nuevo elemento que en la actualidad lo hace una amenaza más grande e insidiosa que la representada por al-Qaida y sus socios islámicos radicales”.
Partes de México se han perdido y pueden o no ser recuperadas. Lo mismo se puede decir de algunas regiones de América Central y Colombia. Ante ello propone un Plan de Defensa Hemisférica para las Américas, “una actualización de la Doctrina Monroe” que desde 1823 proclama el principio de “América para los americanos”.
http://www.mundonarco.com/2011/08/mexico-si-esta-en-guerra.html
Profesores e investigadores del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, del Comando Norte, de la Universidad Militar Americana y del Centro de Estudios Avanzados sobre Terrorismo buscan que la administración de Barack Obama sustituya el Plan Mérida por uno de mayor alcance que considere al narcotráfico en México como un importante “riesgo estratégico” para la seguridad estadounidense.
Concentrados en el análisis de lo que definen como “delincuencia de alta intensidad” que se debe combatir con “campañas de contrainsurgencia” a cargo de las Fuerzas Armadas, los especialistas han publicado sus trabajos a título personal en Small Wars Journal (http://smallwarsjournal.com), “un sitio no gubernamental, oficial o corporativo” administrado por la Small Wars Foundation, creada por integrantes de los cuerpos de Marina para promover la defensa de los intereses nacionales de Estados Unidos.
Desde el año pasado, pero con más frecuencia en lo que va de 2011, la página ha publicado análisis sobre la decisión de Calderón de incrementar la presencia de Estados Unidos en la guerra que le declaró al narcotráfico al inicio de su administración, en diciembre de 2006, y que desde entonces ha dejado más de 50 mil muertos, miles de desaparecidos y numerosos desplazados.
A diferencia de organismos internacionales que se niegan a considerar la violencia desbordada en México como resultado de un conflicto interno, los especialistas estadounidenses la refieren como producto de un conflicto armado que ha dado lugar a una “guerra no convencional” en la que participa el Estado mexicano.
Los enfrentamientos que ocurren en la frontera común, la muerte de algunos ciudadanos estadounidenses y la improvisaciones tácticas como los “narcotanques” o “monstruos” de Los Zetas los lleva incluso a proponer que se creen “las condiciones militares necesarias” para garantizar la seguridad y el gobierno en México.
Robert Culp, un oficial de carrera del ejército de Estados Unidos experto en operaciones especiales y conflictos de baja intensidad, propone de plano que el narcotráfico se combata con tácticas contrainsurgentes pues el crecimiento del narco afecta la soberanía y seguridad de México, pero sobre todo los intereses vitales de Estados Unidos.
‘Contrainsurgencia’
En Estrategia para la contención militar de operaciones de droga, publicado por Small Wars Journal en enero de este año, Culp critica que la Secretaría de la Defensa no aplique una misión tipo contrainsurgencia.
Dice que el gobierno mexicano debe tomar un enfoque “de gobierno completo” y combatir la amenaza de las drogas como si fuera una insurgencia activa. En términos castrenses especifica que “el terreno clave” en la lucha antidrogas es la población: “Las fuerzas de seguridad mexicanas deben separar a la población de los grupos de narcotraficantes y dar seguridad a la población mientras los gobiernos usan todos los elementos de su poder nacional para restaurar los servicios esenciales y cumplir con sus necesidades básicas”.
Asegura que si el gobierno mexicano sostiene una “campaña contrainsurgente” efectiva contra los cárteles de la droga, las “aterrorizadas comunidades” pueden, tarde o temprano, reducir la narcopropaganda y los prospectos para el reclutamiento.
Una de las posiciones más extremas es la de Johnny M. Lairsey Jr., especialista en planes del Comando Norte, fuerza militar estadounidense encargada de la seguridad de Estados Unidos que abarca Canadá, México y parte del Caribe.
En su texto “¿Una estrategia para México?”, Lairsey propone que ante las condiciones de violencia en este país, Estados Unidos “debería hacer valer sus poderes nacionales para derrotar a las organizaciones de delincuencia trasnacional y ayudar a mejorar las condiciones en México”. Las fuerzas armadas constituyen uno de esos “poderes nacionales”.
Explica “cuatro razones” por las que México debe ser visto como una preocupación para su país: El desborde de la violencia hacia Estados Unidos, la extensión de la corrupción en México, el impacto en el producto interno bruto de los dos países y posibles ataques desde áreas sin gobierno en México. Cada una de ellas, dice, tiene “la posibilidad latente de desarrollarse y amenazar la soberanía de los Estados Unidos”.
Como ejemplos menciona el asesinato de un agente de la Patrulla Fronteriza en Nogales, Arizona, en diciembre de 2010; el ataque en agosto de ese mismo año a la Universidad de Texas en El Paso desde Ciudad Juárez, las “muchas áreas” donde las organizaciones delictivas tienen más autoridad que las autoridades mexicanas y la presencia de organizaciones de la delincuencia trasnacional en 230 ciudades estadounidenses.
Ante lo que define como un “riesgo estratégico significativo” para Estados Unidos y después de lo que considera como “éxito limitado” de la Iniciativa Mérida y su ampliación hecha por el exembajador Carlos Pascual, Más allá de la Iniciativa Mérida, propone “maximizar el uso de los poderes nacionales” de su país. Eso supone estrategias y no planes para “derrotar a las organizaciones de delincuencia trasnacional y ayudar a mejorar las condiciones existentes en México”.
Paul Rexton Kan, profesor asociado de Estudios de Seguridad Nacional y de la cátedra Henry L. Stimson de Estudios Militares en el Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, es también un crítico de la Iniciativa Mérida, a la que responsabiliza de haber originado un “punto muerto” entre las autoridades del Estado mexicano y los cárteles de la droga.
“Como en cualquier guerra, un punto muerto puede ser particularmente peligroso en tanto que cada una de las partes intentará incrementar los niveles de violencia”, dice quien de acuerdo con Small Wars Journal recientemente fue asesor antinarcóticos en el cuartel general de la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional de la OTAN en Kabul, Afganistán.
“La continua confianza del gobierno mexicano en los militares para objetivos no militares ha llevado a ese punto muerto estratégico” e intentar romperlo “puede tener el efecto irónico de provocar el fin de la Iniciativa Mérida y de ese modo profundizar la crisis en México y crear aún más dilemas para Estados Unidos”, escribe en el texto “¿México: el narco accidental?”.
“Aunque ha detenido a jefes del narcotráfico, el gobierno mexicano no ha sido capaz de afectar sustancialmente a los cárteles para reducir sus niveles de violencia o sus operaciones de trasiego de enervantes”, afirma Rexton, quien también ha hecho investigación en la frontera común.
Advierte que en el caso de los cárteles, al intentar acabar con ese “punto muerto” incrementarán su violencia contra las autoridades, por lo que puede sobrevenir el síndrome de “narco por accidente”; es decir que el gobierno mexicano se convierta “en un tipo de cártel de cumplimiento de la ley”.
Más aún, advierte que tentado a mostrar a Estados Unidos y a los mexicanos una disminución de la violencia puede optar por coludirse con algunos de los cárteles menos violentos para obtener inteligencia e información y usarlas contra los más violentos. En ese caso “el gobierno se convierte en un ala armada de los cárteles al actuar contra sus rivales y detener a sus miembros”.
Para apoyar esa idea refiere el auto-bomba que explotó en Ciudad Juárez en julio de 2010 y con el que cártel local acusó a la Policía Federal de apoyar la llegada de la mafia de Sinaloa. También cita las mantas que han aparecido en el lugar contra la DEA y el FBI por la misma razón. Prevé que si los cárteles afectados consideran que Estados Unidos apoya a México en esa posición, podrían atacar, incluso en alianza, intereses estadounidenses.
Pax narcótica
Aunque Calderón reconsideró su término de “guerra al narcotráfico”, Rexton sostiene que el “mosaico de la guerra de cárteles” es un proceso para que algunos o uno de ellos consolide a las varias facciones y bandas “que ahora son ineficientes para el hipercompetitivo mercado de narcóticos ilegales”.
Se adhiere al escenario de que la nueva federación de cárteles del Golfo y de Sinaloa pueden dominar a su rival, Los Zetas, y convertirse en una suerte de “concierto de cárteles de larga duración que actúe como un consejo de directores capaz de manejar las disputas del narcotráfico”.
Pero esa “pax narcótica”, dice, sería un paso en la dirección de hacer de México, de golpe, un narcoestado, lo que dificultaría las relaciones con Estados Unidos. Convencido de que se debe revisar la Iniciativa Mérida, dice que ésta será medida por contener o no la violencia de los cárteles.
El aporte de Estados Unidos a la Iniciativa –mil 400 millones de dólares en cuatro años– sólo se justificará si contribuye a una mayor seguridad de los estadunidenses en su propio territorio y de aquellos que viajen a México, y si define qué tan fiable será México como socio para reducir la violencia y el tráfico de drogas. Pero su futuro inmediato, asegura, depende de lo que pase en las elecciones presidenciales de 2012 en ambos países.
En otro artí*****, “México: un mosaico de la guerra de los cárteles”, Rexton no deja lugar a dudas al considerar que el país está en guerra: “Una situación de delincuencia de alta intensidad no significa que no esté ocurriendo una guerra en México”.
Pero es una guerra diferente, no convencional: “Es multidimensional, de múltiples partes y múltiples locaciones de conflicto armado entre grupos criminales sobre lo que son esencialmente metas delictivas”.
Precisa que se trata de una guerra económica: “La delincuencia de alta intensidad ocurre debido a una guerra motivada por empresarios violentos que buscan imponerse unos a otros y hacer del Estado un mercado ilegal hipercompetitivo con el objeto de controlarlo todo o en parte”.
Tales “empresarios violentos”, dice, usan la fuerza como una extensión de sus ganancias, lo que explica la “limpieza delictiva” en la que los cárteles han ordenado a los habitantes de algunos poblados abandonar sus lugares bajo amenaza de muerte.
El miedo a los ‘monstruos’
La innovación táctica de Los Zetas, grupo fundado por desertores del Ejército mexicano, también lleva a los expertos estadounidenses a definir lo que ocurre en el país en términos de guerra. John P. Sullivan y Adam Elkus, en el texto “Narcoblindaje en México”, aseguran que hay una “carrera armamentista” de los narcotraficantes mexicanos.
A partir del descubrimiento de los “narcotanques” encontrados en Tamaulipas e identificados como “monstruos”, Sullivan –investigador del Centro de Estudios Avanzados sobre Terrorismo– y Elkus –analista de política exterior y seguridad– dibujan un inquietante escenario: la necesidad de “crear las condiciones militares necesarias” (en cursivas en el original) para la seguridad y el gobierno en México.
Sin abundar en qué consisten tales condiciones militares, los autores proponen que se estimulen las innovaciones necesarias para enfrentar lo que consideran una amenaza de guerra.
Aunque reconocen que tienen una capacidad limitada, los “monstruos” se ajustan a la categoría bélica de vehí&^%!@#$% armados de batalla. Son tan flexibles que sirven en una combinación de fuego directo y transporte de tropas, como los “camiones de armas” utilizados en Vietnam contra Estados Unidos. Según los autores, en México tienen una ventaja sobre la policía municipal y estatal y las unidades federales “de bajo nivel”.
En términos de guerra dicen: “Las tácticas de los cárteles en México, que comenzaron con el asesinato y con misiones de incursión y que cerraron la brecha entre delincuencia y guerra irregular, se parecen cada vez más y más a las misiones combinadas convencionales de armas e infantería e infantería mecanizada”.
Con la idea que han expresado diferentes funcionarios estadounidenses desde 2009 –incluida la secretaria de Estado, Hillary Clinton– de que en México hay una narcoinsurgencia, Sullivan escribió otro artí***** que firma con Robert J. Bunker, especialista en seguridad y formado en el Instituto de Ley de Guerra y la Asociación del Ejército de Estados Unidos.
En el texto “Insurgencia delictiva en México: Red mundial y redes sociales”, los autores aseguran que la guerra e insurgencia en Irak, Afganistán, el occidente de Pakistán y otros lugares donde hay operaciones locales llamadas outside contiguous representan menos riesgo que los altos niveles de lucha, establecimiento de enclaves delictivos y zonas de seguridad despobladas por los cárteles y el incremento de “narcociudades” en México, como Nuevo Laredo.
En una connotación más amplia los especialistas dicen que los cárteles y bandas de México, Centroamérica y crecientemente de Sudamérica se han transformado de entidades únicamente apoyadas en el tráfico a unas más complejas organizaciones delictivas diversificadas.
Aseguran que se trata de una “guerra asimétrica” que se deriva de una “insurgencia delictiva evolucionada” bajo el principio no sólo de corrupción y armas, sino también de operaciones de información y de una creciente forma desviada de espiritualidad, como en el caso de La Familia Michoacana y su derivación, Los Caballeros Templarios (Proceso 1814).
En otro texto Bunker es aún más directo sobre las prioridades de Estados Unidos: “El imperativo estratégico de Estados Unidos debe cambiar de Irak y Afganistán a México”. “Las Américas y la estabilización de Europa”, titula el texto que presenta como “una súplica al gobierno de Barack Obama y a las dos cámaras del Congreso”.
Según Bunker –quien ha sido asesor de los Departamentos de Seguridad Interna y de Justicia– los cárteles de la droga y las bandas del narco desde hace décadas han evolucionado, mutado y crecido en capacidad lo suficiente como para desestabilizar países como México, Guatemala y Honduras.
“Los cárteles de la droga y las bandas de narcos del continente, los de México como alta prioridad, ahora deben ser elevados a la categoría de amenaza estratégica número uno para Estados Unidos, en tanto que la amenaza de al-Qaida y el islam radical, si bien aún es significativa debe ser degradada a un segundo nivel”.
Insistente en México, dice que la amenaza dominante para Estados Unidos es el potencial de corrupción de las instituciones por parte de los cárteles mexicanos y bandas de narcos, seguida por la extensión de la violencia de la frontera.
Según Bunker, mientras Estados Unidos está bien preparado para enfrentar actos directos de violencia, “la utilización de las técnicas de violencia y corrupción de los cárteles mexicanos (en Estados Unidos) trae un nuevo elemento que en la actualidad lo hace una amenaza más grande e insidiosa que la representada por al-Qaida y sus socios islámicos radicales”.
Partes de México se han perdido y pueden o no ser recuperadas. Lo mismo se puede decir de algunas regiones de América Central y Colombia. Ante ello propone un Plan de Defensa Hemisférica para las Américas, “una actualización de la Doctrina Monroe” que desde 1823 proclama el principio de “América para los americanos”.
http://www.mundonarco.com/2011/08/mexico-si-esta-en-guerra.html
ozkr ivan- Tropa/Marineria
- Cantidad de envíos : 117
Fecha de inscripción : 30/07/2011 Edad : 33
Re: 'México sí está en guerra'
La verdad es que esta estrategia de nuestro presidente, no se nota mucho progreso, cada vez hay mas muertos y balaceras... que han atrapado y encarcelado a muchos cabecillas e importantes capos, si; pero yo creo que lo unico que hace falta es incrementar las penas de los criminales relacionados con el narcotrafico, como dicen "en esta guerra no hay suficiente represion hacia los carteles.." solo los agarran y los encierran... en ese punto estaria bien la pena de muerte.. lastima que hay mucha corrupcion en mi hermoso pais.
Powah- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 2741
Fecha de inscripción : 22/10/2010 Edad : 92
Re: 'México sí está en guerra'
Tienes toda la razón, hace falta que dejen notar más en peso de la ley sobre los criminales, también a mi lo que me caga es que los tienen viviendo como si estuvieran en su casa, como el "comandante kilo" (el psicopata de los zetas que hasta sus compas se quejaban por maltrato) esta viviendo lujosamente en la cárcel de Veracruz donde esta entambado así el, y muchos otros.
La neta si estaría excelente la pena de muerte para los delitos como dice usted relacionados con el narcotrafico, pero para que la aprueben va a estar canijo.
La neta si estaría excelente la pena de muerte para los delitos como dice usted relacionados con el narcotrafico, pero para que la aprueben va a estar canijo.
ozkr ivan- Tropa/Marineria
- Cantidad de envíos : 117
Fecha de inscripción : 30/07/2011 Edad : 33
Re: 'México sí está en guerra'
Emm Esque ase Falta Mass Ganas De Los Politicos
Emm La Ley De La Pena De Muerte No Resolveria Nada
Pff En Mi Opinion
Se Ocupa Una estrategia, Aser Una Operacoiion Como en la favela limpiaron la zona
por que no limpiar una cuidad completaa peroo limpiarla con armamento fuerte y sin piedad aplastarlos sin piedad
aunque los derechos humanos se meterian pero pss no see ai cosas que deben de cambiarr..
Emm La Ley De La Pena De Muerte No Resolveria Nada
Pff En Mi Opinion
Se Ocupa Una estrategia, Aser Una Operacoiion Como en la favela limpiaron la zona
por que no limpiar una cuidad completaa peroo limpiarla con armamento fuerte y sin piedad aplastarlos sin piedad
aunque los derechos humanos se meterian pero pss no see ai cosas que deben de cambiarr..
sergioM4-A- Clases/Maestres
- Cantidad de envíos : 336
Fecha de inscripción : 24/09/2010
Re: 'México sí está en guerra'
sergioM4-A escribió: limpiar una cuidad completaa peroo limpiarla con armamento fuerte y sin piedad aplastarlos sin piedad
aunque los derechos humanos se meterian pero pss no see ai cosas que deben de cambiarr..
Ahh creo que en eso estamos todos de acuerdo... pero la situacion de mexico no es tan notoria como lo era en las favelas.. me refiero a que no vez centinelas parados en un barrio... si vemos "comandos" armados etc etc.. pero no tienen los wevos para quedarse ahi todo un dia.. mas que en sus ranchitos.. imaginate, si no dejan a nuestro ejercito catear 1 casa... necesita una orden judicial; menos una ciudad entera... Creeme, el peso de la ley puede ser mas efectiva que una masacre que en nuestras ciudades, claro si es utilizada adecuadamente como dice ozkar.
Powah- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 2741
Fecha de inscripción : 22/10/2010 Edad : 92
Re: 'México sí está en guerra'
Yo también digo que aplicando la pena de muerte si le bajarían a su desmadre notablemente, ya que les daría miedo al ser detenidos, ya cualquier grande que cayera va a saber que va rápido para la muerte, como quiera los "sicarios" a ellos no tanto, en cualquier momento se van a morir, no hay sicarios que dure mas de un año vivo en estos tiempos. Pero si estaría perfecta esa sentencia para los de mas arriba, no que ahora hasta tienen el descaro de reírse cuando los presentan a los medios de comunicación (simplemente salen como si nada hubiera pasado) porque, porque bien saben que allá adentro van a vivir como "reyes" e incluso unos hasta tienen la oportunidad de seguir dirigiendo sus grupos delictivos. Y ya con la sentencia de muerte yo digo que si seria más que perfecta para ese tipo de delincuentes, así ya no irían a su mansión si no directo a la muerte. Que es lo que en verdad se merecen.
ozkr ivan- Tropa/Marineria
- Cantidad de envíos : 117
Fecha de inscripción : 30/07/2011 Edad : 33
Re: 'México sí está en guerra'
El problema de esta guerra es que se libra con un Plan y no con una Estrategia, la cual debe ser bien estructurada, y no se ve realmente que así sea, cada corporación va por su lado, se coordinan para operativos, aveces no, pero el problema de fondo es que no hay visión a mediano y largo plazo, por eso no se puede pasar de un Plan a una Estrategia.
Enemigo Público- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 653
Fecha de inscripción : 09/03/2011 Edad : 36
Re: 'México sí está en guerra'
Enemigo Público escribió:El problema de esta guerra es que se libra con un Plan y no con una Estrategia, la cual debe ser bien estructurada, y no se ve realmente que así sea, cada corporación va por su lado, se coordinan para operativos, aveces no, pero el problema de fondo es que no hay visión a mediano y largo plazo, por eso no se puede pasar de un Plan a una Estrategia.
Por supuesto, esaaa es la palabra que tanto eh buscado para esto "plan"... pero tampoco podemos pedir que se coordinen nuestras fuerzas armadas con nuestras fuerzas policiacas por el nivel de corrupcion, yo creo que deberian empezar por ahi.. acabando con la corrupcion.. no se.. moviendo a los elementos constantemente.. ya que si son despedidos seria mas facil que se unieran al crimen organizado... claro si es un mal elemento como el jefe de transitos que obliga a sus subordinados a halconear.. directito a las rejas... pera esa es mi opinion, incrementar las penas y sentencias y limpiar los cuerpos policiacos... desde la Federal, hasta la municipal del pueblo mas pequeño; y empezando siempre desde arriba claro..
Última edición por PF-Powah el Agosto 15th 2011, 14:11, editado 1 vez (Razón : error de dedo xD)
Powah- Miembro Honorario
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