Policia Unica

¿Por qué es importante un mando único estatal de policía?

No hace falta explicar por qué la seguridad es la preocupación número uno entre los mexicanos.

Para que nuestro país mejore, los ciudadanos debemos apoyar y respaldar las propuestas y posibles soluciones que han surgido desde diversas asociaciones civiles y, además, debemos exigir a las autoridades que las implementen.

Un primer paso es mejorar el estado y la organización de la policía, porque precisamente ésta representa a la institución que debe garantizar nuestra seguridad. Una propuesta viable y necesaria es la conformación de una policía única estatal. A finales de marzo del 2010 y aún en fechas anteriores a ese periodo, la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) ya había puesto sobre la mesa ese tema y el Presidente de la República envío una iniciativa al Congreso en esta materia el 6 de octubre del 2010.

Para comprender por qué se requiere una renovación de fondo, hay que conocer la problemática del actual sistema. Por ejemplo:

• Las policías municipales ya no garantizan la seguridad de los ciudadanos y poseen un alto grado de corrupción. Sus comandantes, en un gran número de casos, están coludidos con el crimen organizado.
• Por no contar con equipo y tecnología avanzada son un blanco fácil para la venganza de sicarios y otros grupos del crimen organizado.
• Representan más del 90 por ciento de la fuerza policial del país y no tienen un control de calidad a la hora de elegir a sus integrantes.
• Ser policía municipal es una actividad transitoria: al encontrar un mejor trabajo el policía abandona su actividad.
• Hay 400 municipios en el país que no cuentan con cuerpos policiacos.
• 90% de las corporaciones policiales del país disponen de menos de 100 agentes.
• El 61% de los policías tienen sueldos menores a los 4 mil pesos mensuales.
• El 90% de los delitos que se cometen en el país son del fuero común: secuestro, robo, extorsión y homicidio; muchos de ellos recaen para su investigación en las policías municipales antes descritas...

Con la nueva propuesta se plantean modificaciones que darían un giro fundamental a la institución. Por mencionar algunas:


• Se reordenarán competencias. Se contará con autoridades bien definidas por lo que se clarifican las líneas jerárquicas de operación y sus responsabilidades. Con ello el ciudadano sabrá a quien acudir y qué exigir.
• Las policías municipales estarán bajo cargo del gobernador. Se contará así con 32 cuerpos policiales confiables, bien preparados, bien armados y bien pagados en los estados, facilitando la coordinación con las fuerzas federales para combatir mejor al crimen organizado. Lo anterior da sentido de unidad y pertenencia a los grupos policíacos de cada estado, y se facilita la coordinación de acciones de seguridad entre las diversas autoridades municipales con sus gobernadores, e incluso entre los estados.
• Se sistematizará y homologará el reclutamiento, la selección y los controles de confianza dentro de las policías, así como los ascensos, reconocimientos e ingresos.
• Los municipios que deseen acreditar a sus policías harán funciones de proximidad vecinal, vigilancia y aplicación de los bandos y reglamentos municipales, pero también coadyuvar en las tareas de la policía estatal.
• Se estandarizarán criterios y procedimientos de organización, operación, equipos, armamentos y salarios.
Así, el modelo de policía estatal con mando único es una alternativa que permite que la policía trabaje de modo organizado, con recursos y tecnologías más adecuados, coordinados por dirigentes identificables, y bajo un sistema del que les exigiremos cumplan con su misión y rindan cuentas.

Lo más importante es que la policía estatal cuenta con una cabeza visible: el gobernador de cada estado. Cada gobernador se hará responsable por la policía de su entidad además de que puede coordinarse con las fuerzas federales evitando la confusión que actualmente reina entre las diferentes corporaciones que combaten al crimen organizado y establecer verdaderas estrategias para cumplir con esto.

Es la oportunidad para dar un nuevo sentido y valor a la institución policial. Regenerar la imagen pública de la policía, quitarle el estigma de que es corrupta, ineficiente, desorganizada.

De esa forma se da mayor certeza y transparencia a cómo deben responder jurídica y políticamente las autoridades responsables de la seguridad en cada estado.