Una pandilla desalmada en el DF

Masacraban a taxistas para “trabajar” los vehí&^%!@#$% y deshuesarlos o por encargo. Sus apodos: El Perro Estúpido, El Chorejas, El Oso, El Memín y El Bam-Bam. De 18, 19, 21 y 27 años. Dos de ellos habían estado en el Consejo de Menores

Ciudad de México.- El pasado día 12 del mes que avanza, un funcionario de la Procuraduría General de Justicia del DF se personó frente a El Bam-Bam, uno de los cinco integrantes de Los Chacalitos, acusados de masacrar a seis taxistas, y le soltó:

—¿Y qué sentías?

—Nada —respondió El Bam-Bam, de 21 años, que empezó su carrera delictiva a los 17—; a mí, cuando era chamaco, mi padre me daba unas putizas…

Y “deseó” manifestar:

“Que odio a la sociedad, porque desde los siete años, cuando vivía en una vecindad, los vecinos me golpeaban y me pateaban y me maltrataban diciéndome que era un escuincle @%$#&#!@#…”

Aquel joven era miembro de un despiadado grupo surgido en San Miguel y Santo Tomás Ajusco, delegación Tlalpan. El otro era El Memín. En 2008 y 2009 fueron enviados al Centro de Tratamiento para Adolescentes en conflicto con la ley. Después de dos años quedaron libres.

Y volvieron a delinquir.

Sus huellas, como las de El Oso y de El Perro Estúpido, quedaron en parajes de la espesa franja, como en la Cueva del Diablo, donde hallaron restos de seis taxistas; otros, heridos, lograron sobrevivir. La policía rastreó a los delincuentes, quienes se reunían en un bar llamado La Iguana, donde urdían parte de sus crímenes.

Uno de los testigos, sin embargo, no alcanzó a vivir mucho tiempo para contarlo, pues miembros de la banda se percataron de que los iba a delatar.

La intención de los jóvenes era matar a los choferes, y lo hacían de manera cruel, ya que si quedaban con vida, creían, éstos podrían denunciarlos.

La mayoría de los seis taxistas murieron debido a las repetidas cuchilladas que recibían; uno de ellos, el 19 de enero, no sólo fue cosido a apuñaladas, esto en San Andrés Totoltepec, sino que El Perro Estúpido lo remató con piedras.

En algunos casos, y ése era uno de sus planes, además de matar por encargo, los propios asesinos ofrecían servicio en los vehí&^%!@#$% o los alquilaban; y a veces optaban por deshuesarlos y vendían las partes, o reutilizaban éstas en las demás unidades. Un día colocaron el motor de un taxi pirata en una combi.

***

Los agentes de Investigación aceleraron el rastreo, y en su camino aparecieron apodos relacionados con otras averiguaciones previas. Éstos los llevarían hacia nuevos “probables responsables”.

Tenían indicios y escudriñaron en barrios y colonias del Ajusco. Y aparecieron los principales sospechosos: El Perro Estúpido, El Memín, El Bam-Bam y El Oso, con edades de entre 18 y 21, excepto este último, de 27 años. El hilo del mismo ovillo los conectaba a similares formas de operar.

Los sabuesos husmearon más y siguieron la ruta de la sangre y el robo. Uno de los puntos que visitaron fue el sitio de taxis piratas denominado “Vigías de la montaña”, donde saldría parte de la información sobre el paradero de sospechosos.

Y ahí estaba El Bam-Bam.

Y desembuchó.

Los agentes revisaron la base de datos y descubrieron que un taxi tenía el motor de otro auto robado. El Bam-Bam señaló a El Oso, El Orejón y El Perro Estúpido. El primero había abordado un taxi y, cuchillo en mano, ordenó al chofer enfilar a la colonia Jardines de San Juan, pegado al cerro Tierra Colorada.

Y ahí amarraron al taxista con el cinturón de seguridad de su propio auto. Primero lo acuchilló El Memín; luego, El Oso; al final, todos. De uno en uno.

Un escenario más del complot fue la explanada del templo de San Miguel Ajusco, de donde los asesinos caminaron a un sitio de taxis y abordaron el manejado por El Chacal, a quien El Oso le dijo: “Aquí chingaste a tu madre”.

De ahí aceleraron a la colonia Cedros y abordaron otro taxi. El Oso iba en el asiento del copiloto; atrás, El Chorejas, El Bam-Bam, El Memín y El Perro Estúpido. “Hasta aquí llegaste por borrega”, le dijo El Oso al chofer y sacó un cuchillo y le dio dos piquetes en el tórax. Echaron el cuerpo en la parte de atrás. El Oso condujo hacia Topilejo. No hacían caso de las súplicas.

Estacionaron el coche cerca de un estanque de concreto. El Oso y El Choreja bajaron al moribundo. El primero le tasajeó la cara. Enseguida le dio el cuchillo a El Bam-Bam. Éste le metió cuatro piquetes en el estómago y arrojaron el cuerpo a la pileta. Regresaron en el taxi a San Miguel. El Bam-Bam se bajó en el templo.

Una semana después El Bam-Bam encontró a El Oso y éste le dio 5 mil pesos por su complicidad. El 26 de marzo, a las seis de la tarde, ambos se reunieron con El Memín y El Chorejas sobre la carretera Picacho-Ajusco. El Oso le hizo una señal a un taxi color azul. Pidió que los llevara a Lomas de Totoltepec.

Le ordenaron detenerse en un lugar denominado “La Y”. El Oso sacó un cuchillo. El taxista le dijo que se quedaran con el vehí***** y el dinero. “Nosotros no queremos eso”, dijo El Oso. “Es un encargo”, agregó y le dio siete piquetes.

Y así, uno por uno.

Como sucedió el 25 de febrero, a las 20:00 horas, en el paradero del estadio Azteca. El Oso ordenó a El Bam-Bam hacer la señal a un taxi Tsuru. Solicitaron que los llevara rumbo al panteón de San Andrés Totoltepec. El Oso, cuchillo en mano, pidió que se detuviera atrás del cementerio. Le asestó cuatro piquetes y lo bolseó. Colocaron el cuerpo sobre el piso y El Oso se puso al volante.

Se internaron en la zona boscosa del Ajusco y lo bajaron. El Oso volvió a picarlo, ahora en el abdomen, cinco veces, pero el hombre resistía y corrió. Entonces le arrojaron piedras en la cabeza.

El Bam-Bam recibió 500 pesos. La misma cantidad que obtuvo un mes antes, la noche del 19 de enero, cuando El Perro Estúpido le pidió acompañarlo en un taxi tripulado por alguien que, al parecer, sobrevivió al ataque.

***

El Bam-Bam, tez morena, regordete, pelo casi a rape, declaró el pasado 31 de marzo en la Fiscalía Desconcentrada en Tlalpan:

“Que a la edad de 17 comencé a robar y a las víctimas del robo les quitaba la vida, ya que tengo odio a la sociedad, y que por tal razón estuve en el Consejo Tutelar en el año 2009 y desde que salí comencé a trabajar de ayudante de chofer en los camiones, y que en este año, 2011, volví a cometer delitos con los sujetos apodados El Oso, El Chorejas, El Memín y El Perro Estúpido, con los que participé en robos y homicidios (…)”

Y al final reiteró:

“Odio a la sociedad, porque desde los siete años, cuando vivía en una vecindad, los vecinos me golpeaban y me pateaban y me maltrataban diciéndome que era un escuincle @%$#&#!@#, que para qué había nacido, y que durante un año fui víctima de abuso sexual por parte de mi tío (…)”.


Dom, 24/04/2011

Lo bueno es que ya fueron atrapados. Lo malo ahora van a vivir de gorra en la prisión con cargo a la sociedad que ellos mismos dicen odiar.

ps ese es el mejor castigo no crees?? digo ahora ya saben que a los que tanto odian son los q les van a dar de comer

Mendigos desgraciados mejor que los maten

estaria bueno pero es q ya vez q en mexico priemro matan y despues averiguan jajaja pero eso si a los q ya sean seguros seguro de q son delincuentes a esos si deberian darles cranck

Se los hubieran @%$#&#!@# @%$#&#!@# porqueria de tipos, lastima lo que les paso, pero mejor en un hoyo!

sii pues estoa hijos de la verrrga deberian estar muertos mejoor pues pero una muerte lenta no namas un "pum" y yaaa muerto neeel ni madreess una tortura bien cabrona a estos &^%!@#$% ¡