Aplican mano firme a Generales

Aplican mano firme a Generales
27 de octubre del 2014

México, 27 de octubre (Reforma).- En la administración de Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional, son ya tres los Generales que han sido llevados a proceso por distintos delitos previstos en el Código de Justicia Militar.

La dependencia acusó penalmente y logró llevar a juicio al General de brigada Marco Antonio Barrón Ávila, comandante de 21 Zona Militar en Morelia, por el delito de uso indebido de vehículo oficial.

Barrón mandó pintar su camioneta particular con los colores distintivos del Ejército.

Al mismo tiempo, llevó a juicio al General de brigada Ángel Sergio Olivares Morales, quien fuera director de Sanidad del Ejército en el sexenio pasado.

Otro es el General de brigada José Luis Castañeda Jiménez, subdirector de Adquisiciones en el Gobierno de Felipe Calderón, acusado de encubrir a un subordinado que presuntamente otorgó contratos por más de un millón de pesos a la empresa de un hermano.

En la causa penal 84/2014, el Juzgado Sexto Militar de la Primera Región en el DF ordenó la aprehensión y luego dictó la formal prisión al General por los delitos de encubrimiento, coalición de servidores públicos e infracción de deberes comunes a todos los obligados a servir en el Ejército.

La Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) le imputa haber autorizado en el 2011 al Teniente Coronel Héctor Hernández González, Jefe de la Sección de Adquisiciones de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), participar en procesos de licitación donde tendría un conflicto de interés.

El General y el Teniente Coronel, este último procesado por ejercicio abusivo de funciones, se encuentran en libertad provisional bajo caución porque los delitos que les imputan no son graves.

El 26 de julio de aquel año, Hernández envió al General un escrito donde se declaraba impedido para participar en procedimientos de contratación donde participaría la empresa Avinsu, cuyo administrador único era su hermano Osvaldo Alberto Hernández González.

Al día siguiente, Castañeda, entonces colaborador del General Moisés García Ochoa, le instruyó por escrito al Teniente Coronel continuar interviniendo “en el ámbito de su competencia” en el procedimiento de adquisición de diversos bienes para la Fuerza Aérea Mexicana.

“Le instruyo a usted para que continúe interviniendo en el ámbito de su competencia, en el procedimiento que se indica y continúe desempeñándose con la responsabilidad, lealtad y profesionalismo que hasta ahora lo han caracterizado y en consideración a que la formalización de invitaciones como Jefe de la Sección de Adquisiciones de esta Subdirección de Adquisiciones de esta Secretaría no es un acto que dependa de su discrecionalidad, se le emite la presente instrucción”, dice el escrito de Castañeda.

En su acusación, la PGJM señala que gracias a la autorización de Castañeda a su subordinado, la Sedena le otorgó a Avinsu partidas de los contratos por 84 mil 235 dólares (1 millón 51 mil 575 pesos) y 5 mil 410 dólares (69 mil 88 pesos), por concepto de refacciones para aviones y helicópteros.

El General Castañeda fue subdirector de Adquisiciones del 1 de octubre de 2008 al 1 de enero de 2013 y luego pasó a ser comandante de la 34 Zona Militar en Chetumal. El 16 de enero de este año lo nombraron jefe de Servicios Técnicos de la Quinta Región Militar en Guadalajara.

Asegura militar que planteó sustitución

El General de Brigada José Luis Castañeda Jiménez aseguró haber planteado la sustitución del Teniente Coronel Héctor Hernández, para que evitara el conflicto de interés en los procedimientos de contratación donde participara la empresa de su hermano; sin embargo, eso no ocurrió.

En un interrogatorio que le practicó la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM), el ex subdirector de Adquisiciones en el sexenio pasado reconoció que su subordinado le entregó por escrito una excusa para no participar en dichos procedimientos.

-El Teniente Coronel le entregó un documento en forma personal, ¿recuerda el contenido del mismo?

“No exactamente, pero me explicó que era para dar contestación a la inspección del Ejército, mismo que mandé al jurídico dando contestación con base en la recomendación de dicha área”.

Se le pone a la vista copia de dicho documento, siendo un escrito de fecha 26 de julio del 2011 por medio del cual el citado jefe se excusa del procedimiento y solicita instrucciones, ¿lo reconoce como el que el Teniente Coronel Héctor Hernández González le entregó personalmente?

“Sí lo reconozco y es por eso que le contesté que procediera como legalmente le corresponde como funcionario público, comentándole verbalmente que propusiera quién lo sustituiría en el procedimiento para no incurrir en falta”, respondió Castañeda.

Por su parte, el Teniente Coronel Héctor Hernández rechazó ante el Ministerio Público Militar que él o el General obtuvieran un beneficio económico con los contratos a la empresa Avinsu, propiedad de su hermano Osvaldo Alberto Hernández.

La PGJM ha sido muy estricta con cada dicho de los acusados. Por ejemplo, rastreó en archivos el oficio 2388 que se menciona y, según la autoridad, no corresponde a su comunicación con el General Castañeda, sino a un oficio dirigido a la Dirección General de Sanidad con fecha 29 de marzo de 2011.

Por este tipo de supuestas anomalías, la PGJM afirma que Hernández pretendió justificar su actuar, elaborando con posterioridad un escrito con su supuesta excusa.

Abel Barajas