Cienfuegos y Mancera

JORGE MEDELLÍN

08/OCT/2013 00:00 HRS

Cienfuegos y Mancera


1.- Extraño pero importante fue el espaldarazo que recibió la semana pasada el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, por parte del secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda.

2.- Durante el acto en el que fue inaugurado el Parque Centenario del Ejército Mexicano en la delegación Álvaro Obregón, el general Cienfuegos tuvo un gesto por demás relevante al declarar públicamente el “inédito impulso y fortalecimiento que ha impregnado el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, a la relación cívico-militar en esta capital”.

¿Cómo es la relación del GDF, de Mancera con el Ejército Mexicano? ¿En qué momento se da la declaración de Cienfuegos y qué valor tiene para el Jefe de Gobierno capitalino?

3.- El acercamiento de Mancera con los militares ha sido cuidadoso, pragmático, distinto a la relación que en su momento tuvieron Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador con los altos mandos en turno: Clemente Vega García y Guillermo Galván.

4.- López Obrador llevó la relación con la Sedena, al final, a un plano de rispidez pocas veces visto, pese a la presencia del general tabasqueño Audomaro Martínez Zapata en su equipo de trabajo.

El militar -quien es el actual titular de Seguridad Pública en Tabasco- poco pudo hacer para atemperar los cambios de rumbo de AMLO, y sobre todo los momentos de confrontación heredados del plantón que en tiempos de Fox encabezó el ex candidato presidencial de las izquierdas como reacción al fraude electoral que, denunció, fue cometido en su contra.

No fueron pocos los desencuentros que los personeros de López Obrador tuvieron con los asistentes del General Alfredo Oropeza Garnica, quienes buscaban el acercamiento para desbloquear la Avenida Reforma. No obstante, hubo momentos en los que el General Vega buscó mantener una relación cercana, canales abiertos y confiables con el PRD y con AMLO.

Su relación con el entonces diputado federal perredista por Oaxaca, Rufino Rodríguez, fue uno de esos canales. Ambos desayunaban juntos la mañana del 11 de septiembre de 2001, el día de los ataques terroristas en Nueva York.

5.- Marcelo Ebrard fue frío, distante, pero políticamente correcto en su relación con el General Galván. Consciente de la delicada misión de gobernar la capital del país en medio de los reclamos y la efervescencia desatada por el fraude electoral denunciado por AMLO, se mantuvo en la postura de no reconocer a Felipe Calderón como el constitucional y legítimo jefe del Ejecutivo, con las consecuencias indirectas para con el resto del gabinete calderonista.

6.- Fue ahí en donde Ebrard abrió los espacios para el Ejército en el Zócalo, agilizó trámites, desincorporaciones y donaciones de terrenos para los militares. La Sedena tuvo las mayores facilidades para montar exposiciones y difundir sus mensajes a la población civil.


Sin embargo, Ebrard no dejó escapar la oportunidad para quejarse de la falta de pago del Ejército por consumo de agua en la capital del país. En abril de 2008 la deuda por consumo de agua en el Distrito Federal ascendía a unos 800 millones de pesos, de los cuales 130 millones eran de la Sedena. En septiembre de 2012, el adeudo del Ejército por uso de agua llegó a los 200 millones de pesos.

Al final de la administración de Ebrard, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) reveló que desde el 2004 la Sedena acumula un adeudo de 297 millones de pesos, producto del consumo de agua en 37 inmuebles militares ubicados en la capital del país.

A la fecha, la Sedena no ha pagado un solo centavo del descomunal adeudo que tiene por consumo de agua en esta ciudad. Somos el Ejército, no tenemos por qué pagar por el agua, han alegado una y otra vez los militares.

7.- Mancera ha sido más sensible y pragmático en su relación con los militares. Al actual Jefe de Gobierno le tocó lidiar con la agudización de varios escenarios de crisis heredados por los gobiernos presidenciales y también por los gobiernos locales.

Agendas de alta volatilidad como la inseguridad, los secuestros, el desempleo, la movilidad urbana y la convivencia pacífica están rozan de manera constante los límites de la permisividad y la tolerancia desde el punto de vista de la opinión pública.

8.- Acicateado por los medios de comunicación en una andanada de reclamos que potencian el malestar social, Mancera fue calificado de “prudente” por el alto mando militar.

No es poca cosa. Los escenarios manejados por la Sedena en torno al descontento social y su relación con la presencia de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con los bloqueos, marchas y enfrentamientos con la autoridad local, preveían una escalada de violencia focalizada, pero de alto contenido y consecuencias difíciles de manejar.

9.- A Mancera se le pidió cautela, resistencia y un manejo de crisis que no escalara los escenarios de tal manera que desembocaran en una sola palabra abierta e inevitable: represión. Mancera lo entendió y actuó en consecuencia, pese a las fallas y abusos cometidos por sus policías, documentadas y sufridas por reporteros y foto periodistas.

10.- En la percepción de la Sedena esto fue precisamente lo que no ocurrió. La sangre no llegó al río. La cautela, el pragmatismo y la resistencia le fueron reconocidas a Mancera por Cienfuegos, en momentos en los que la figura del Jefe de Gobierno se mueve en la penumbra de las estadísticas negativas y de una eventual desaprobación a su gobierno.

De ahí el valor del espaldarazo militar.

Twitter: @JorgeMedellin95