Vive DF mutación del crimen, afirma SSPDF

Vive DF mutación del crimen, afirma SSPDF

El subsecretario de información e inteligencia policial de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina habla para La Silla Rota de la situación de seguridad que vive la capital del país

por Juan Veledíaz


Un año antes de la desaparición de los 12 jóvenes en el bar Heaven en la Zona Rosa de la Ciudad de México, hubo señales de que la delincuencia organizada buscaba posicionar sus mensajes en la capital del país, dijo en entrevista para La Silla Rota el subsecretario de información e inteligencia policial de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, Víctor Hugo Ramos Ortiz.

En enero del 2012, dos cuerpos fueron encontrados decapitados en las inmediaciones del centro comercial Santa Fe. De las investigaciones se informó que presumiblemente se trató de una ‘vendetta’ contra la organización Beltrán Leyva por parte de sus ex socios del Cártel de Sinaloa.

Hubo otros mensajes en la zona conurbada en los últimos meses, pero ninguno llegó a ser tan representativo de lo que ocurrió en mayo pasado, cuando semanas antes la policía capitalina detuvo a un individuo con un kilo de cocaína en el sitio donde desaparecerían los 12 jóvenes.

Sobre el posible vínculo de una disputa al interior de la organización de narcomenudistas identificados como La Unión, asentados en la barrio de Tepito, en la desaparición de los jóvenes, Ramos Ortiz indicó que la presencia de este grupo no es nueva, y sobre las rencillas asegura que ese es terreno de investigación que le toca a la Procuraduría capitalina y no al área a su cargo.

A seguridad pública capitalina, explica, no le corresponde calificar si existe o no delincuencia organizada en la Ciudad de México. Pese a ello, lo ocurrido en el bar Heaven, ubicado a escazas dos calles de su oficina en la Zona Rosa, donde se localiza el edificio central de la policía del DF, se dejaron a un lado suposiciones y su área fue la encargada de darle “un sentido de realidad” a lo ocurrido.

Aquí se aterrizó la información que sirvió, en principio, a la autoridad encargada de aclarar el caso. Las primeras tres detenciones, asegura este maestro en sicología y especialista en ciencias penales, fueron hechas por personal de ésta corporación.

—Las organizaciones que operan en el DF son horizontales, en el mapeo de las bandas ¿Cuáles serían las que están con mayor presencia?

El perfil del delincuente actual ha cambiado. La gente que remitimos en su mayoría son jóvenes de 18 a 25 años, la mayoría. Hace algunos años existía como cierto nivel de especialidad, los ‘chineros’ por ejemplo, que eran los asaltantes a transeúnte, que les aplicaban una llave a sus víctimas.

Los ‘chorleros’, que se dedicaban a abrir casas, eran las sub-clasificaciones digamos, delincuenciales.

Eso era antes, ahora son poli-delincuentes, ahora pueden robarse un vehículo, asaltar un transeúnte, realizar un fraude con una tarjeta de crédito, es decir su nivel de acceso es distinto. A final de cuentas esta actividad, si no tenemos una manera de contenerlo no desde el punto de vista de la persecución sino desde la prevención, se vuelve una alternativa para ellos.

Por ejemplo, en el tema del narcomenudeo, se ha generado un proceso, esta gran masa de ganancia, en términos económicos antes manejar una tonelada de cocaína lo hacían muy poco número de gentes que obtenía un nivel económico impresionante.

Hoy se ha convertido en tasa de ganancia, que implica, en lugar de ser una estructura piramidal, se vuelve una estructura horizontal donde ya participan muchas gentes en cantidades mínimas, ahora dos kilos pueden participar distintas personas en su distribución.

—Sobre el grupo denominado La Unión ¿Qué han encontrado, existe un camino que lleve a organizaciones que operan a nivel nacional como los cárteles?

Se ha detectado que esto que llaman La Unión, es un fenómeno que no es nuevo, en términos de que si bien participan la mayoría de jóvenes, lo cierto es que se ha estado desde distintos flancos realizando detenciones y contención. A propósito de este evento, de la desaparición de estos jóvenes, que esperemos que pronto aparezcan, en ese sentido se ha apoyado en lo que la Procuraduría nos ha pedido.

Los primeros tres detenidos fueron por trabajo de gabinete de campo de esta Secretaría, a todo lo que ha surgido lo hemos detenido. Si la Procuraduría nos da instrucciones mandamiento ministerial para poder cumplimentar, lo hacemos. No es de ahora. Estas remisiones en materia de narcomenudeo no son después de este tema, son antes, sin duda tenemos que reforzar el esquema preventivo, no solo en la colonia Morelos, sino en todo lo que es la Guerrero, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, porque no podemos permitir que esto se dé.

Hemos ido de alguna manera dándole un principio de realidad a las cosas, en un principio se hablaba que habían sido camionetas, lo cierto es que muchos de los homicidios y delitos se dan de forma intramuros, en donde el área preventiva en términos operativos no tiene ninguna ventaja, la única posibilidad que tenemos es de entrar a una casa es través de esquemas de prevención.

Este tema es un aspecto de un carácter de un negocio, (el bar Heaven) de un comercio, en ese sentido nosotros hemos apoyado en revisiones a comercios establecidos. No es un tema, insisto, de la parte operativa de seguridad pública, es un tema de prevención del delito.

—Cuando ocurre el hecho del Heaven ¿Ustedes tenían el mapeo previo de los personajes, y de las diferencias en esa organización?

Ahí se aseguró un mes antes a un sujeto con un kilo de droga. Fue una detención relevante, una moto, un joven, esta detención ya nos generó, en cuanto a nosotros, aumentar los procesos de patrullaje.

Por ejemplo, una vez que nosotros detectamos que en la esquina de Violeta y Perú se están realizando robos a vehículos ¿Qué hacemos? Empezamos el proceso de reforzar el sistema de monitorización, en términos de las cámaras, la presencia de personal policial.

Si recuerda en las imágenes que se transmitieron por los medios de comunicación (a las afueras del bar Heaven) se ve como una patrulla está haciendo su recorrido, porque todo el estado de fuerza, que al día tiene la Secretaría de Seguridad Pública, tiene un patrullaje que implicó trabajo de inteligencia. (…) Ahora que se dio lo del bar, fue intramuros. Lo que nosotros hicimos fue establecer toda la logística previa para ver si estaba funcionando o no. Ahí se ve que está la patrulla. Tengo la trazabilidad de todas las unidades que estuvieron en el área y puedo decir qué estuvieron haciendo durante el día, por eso ésta gente trabajó de esta manera.

—La información que obtuvieron de la detención del individuo con el kilo de droga, la información que obtienen ¿Les dio una idea de la dimensión de los que ahí operan?

No, no, porque no soy autoridad ministerial. No tengo derecho a interrogar, salvo decirle que guarde silencio, hoy ya existe nuestra cartilla para leérsela la gente que está detenida. No puedo ni siquiera interrumpir mi traslado del lugar a donde lo detuve a la agencia del Ministerio Público.

— ¿No obtienen información?

Obtenemos los datos generales. Nosotros conocemos que hay algo, ni siquiera nos consta que sea cocaína, nosotros ponemos a disposición, un polco blanco, al parecer cocaína, un sujeto, trae esta motocicleta, por favor tu califícalo. Ahora sí qué información me da, en donde lo detuve, a qué hora lo detuve, qué edad tenía, qué domicilio tiene, y con esto ya empiezo a generar inteligencia preventiva. Porque no es una situación ociosa que un sujeto esté ahí con un kilo de cocaína.

— ¿Cuál es el área más compleja, más problemática de la Ciudad de México?

En realidad toda la zona norte. Toda la zona norte, para nosotros nos ha llevado a tener estrategias específicas. Para ciertos temas la zona norte es la más complicada, Gustavo A. Madero e Iztapalapa, robo a transporte, robo a bordo de microbús, robo de vehículo, por la colindancia con el Estado de México.

A partir de que hemos empezado a trabajar con el esquema Escudo Centro, en toda esa franja ha disminuido 13 por ciento la incidencia. No estamos conformes. Mucho de lo que estamos haciendo, es compartir nuestro modelo de operación, que se creó desde el sexenio pasado, se ha ido modificando, esto implica un proceso serio de autocrítica. En materia de seguridad pública pareciera que cuando nos critican resultaría ofensiva, esto no es así, los procesos de autocrítica y critica externa lo que nos han permitido por ejemplo es disminuir el tiempo respuesta de siete minutos a dos minutos y medio en delitos de alto impacto.