Temen en Canadá a México

Temen en Canadá a México

16 de febrero del 2013
Alberto Armendáriz

México, 16 de febrero (Reforma).- Canadá debe dejar de considerar el terrorismo como su principal amenaza y concentrarse más en los desafíos que México representa para su seguridad.

Así lo sostiene el mayor Bernard Brister, profesor del Colegio Militar Real, en un documento elaborado por el Instituto Canadiense de Defensa y Asuntos Internacionales con recomendaciones para el Gobierno de ese país.

“Más allá de cuánto les gustaría a los canadienses ser considerados por separado de México en muchos asuntos de seguridad, la realidad es que un problema estadounidense en la frontera sur inevitablemente va a influir en la permeabilidad de su frontera norte si Canadá no involucra activamente tanto a los estadounidenses como a los mexicanos en el tema”, advierte el militar y académico.

El informe “Olvidemos Al-Qaeda: Pensemos en México. La próxima gran amenaza a la seguridad canadiense” fue publicado en noviembre.

Brister explica que los cárteles mexicanos, principalmente Los Zetas, se han vuelto organizaciones muy poderosas que, gracias a la corrupción, controlan cada vez más sectores de las fuerzas de seguridad y del Poder Judicial en México.

“Los cárteles se han establecido como motores regionales de crecimiento económico y han avanzado mucho en suplantar el rol y las funciones normales del Gobierno en varios estados mexicanos”, indica el documento.

La inmigración ilegal de mexicanos a territorio canadiense, el narcotráfico y los efectos negativos de la inestabilidad en las relaciones con sus vecinos del Norte son amenazas que representa México para Canadá, según un reporte.

En el informe, Brister aboga por un mayor involucramiento de Canadá en temas de seguridad entre Estados Unidos y México para evitar que los problemas aumenten en su territorio.

En el aspecto migratorio, señala el reporte, desde 2005 se ha incrementado de manera significativa el número de mexicanos que buscan emigrar a Canadá, muchos de ellos en busca del estatus de refugiados.

Esto llevó a que, en 2009, se requiriera la visa a los ciudadanos mexicanos que quieran viajar a Canadá, pero según Brister el alto número de pedidos de asilo y su procesamiento burocrático, a través del cual eventualmente se rechaza 90 por ciento, significa pérdida de dinero para el Gobierno canadiense.

En cuanto al tráfico de drogas, Brister asegura que hay cada vez más drogas mexicanas ingresando a Canadá.

El volumen de cocaína que entra a territorio canadiense desde Estados Unidos pasó de 25 a 40 por ciento en los últimos años.

Apunta que hay evidencias de que también se ha incrementado el ingreso de cocaína proveniente de México directamente a Canadá, para que luego entre a Estados Unidos desde el norte.

Sobre los efectos negativos que la inestabilidad de México ha tenido en las relaciones entre Estados Unidos y Canadá, Brister subraya que el comercio bilateral viene en franca reducción desde 2005, pues tan sólo en los últimos cinco años cayó casi 20 por ciento.

“Por mucho que Ottawa desee no verse implicada en los temas Estados Unidos-México, los canadienses tienen un interés particular en la resolución de los asuntos económicos y de seguridad mexicanos que atañen a su vecino estadounidense”, apunta.

En este sentido, Brister respalda la propuesta de que el Gobierno de Canadá aumente la influencia y la utilidad de la Junta Permanente de Defensa entre Estados Unidos y Canadá, así como su Comité de Coordinación Militar.

Aboga, además, por un mayor involucramiento de México en estas organizaciones, así como el incremento de programas canadienses de asistencia a México en áreas como el combate al crimen y la reforma judicial.

“El objetivo primario del Gobierno (canadiense) debe ser la neutralización de una amenaza creciente antes de que llegue al territorio canadiense”, advierte el informe elaborado en 2012.