Aun con presencia militar, ejecutan a otros cinco en poblado tomado por narcos

Aun con presencia militar, ejecutan a otros cinco en poblado tomado por narcos

LA REDACCIÓN
9 DE DICIEMBRE DE 2012 · SIN COMENTARIOS
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MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Entre la tarde del sábado y la madrugada del domingo, otras cinco personas fueron ejecutadas en el municipio de Guadalupe y Calvo, poblado que está tomado por un grupo delictivo de la región.

A pesar de que elementos de la 42 Zona Militar y de la Fiscalía General del Estado llegaron a reforzar la vigilancia, los habitantes permanecen encerrados en sus domicilios porque, aseguran, los sicarios pasean por las calles con toda tranquilidad, con vestimenta militar y con camionetas súper equipadas y blindadas, “traen de todo”, señalan.

Esta mañana la Policía Municipal de Guadalupe y Calvo recibió un reporte sobre dos cuerpos abandonados en Santa Rosalía, una comunidad cercana a la cabecera.

Las corporaciones que se encuentran en la región montaron un operativo para levantar evidencias, informó la Fiscalía Zona Sur.

Posteriormente, otra llamada alertó sobre tres asesinados más encontrados a bordo de una pick-up marca Ford.

De acuerdo con testigos, a las víctimas les dispararon desde otro vehículo marca Chevrolet.

Los primeros dos fallecidos fueron identificados como Samuel Flores Esparza, de 30 años y Arnoldo Flores Esparza, de 26. Los otros tres eran: Lázaro Pereda Mata, de 49 años; Estanislao Montañez Ramos, de 35 y Rolando Ramos Silva, de 30, todos con domicilio en ranchos o poblaciones de la región.

Las familias de la cabecera municipal relataron que pasaron una noche más tranquila que la anterior.

“Antenoche parecía una zona como de guerra, se oían las ráfagas bien largas, como si hubiera guerra. Tenemos mucho miedo, no hemos querido salir, sólo para comprar despensa y ya”.

Aunque por las noticias se enteraron que los militares se harán cargo de recuperar el control de la región, aseguran que eso será difícil.

Agregaron que ellos saben bien cómo operan los grupos delictivos que sostienen pugnas, pues muchos de sus integrantes son vecinos de la misma comunidad y están bien equipados con armamento y vehículos, además de que conocen la región lo suficiente como para evadirse y atacar cuando quieran.