Museo de enervantes SEDENA
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MICTIAN
minoru30
jorgepf
Exocet
8 participantes
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Re: Museo de enervantes SEDENA
mira la camisa era de torreon coahuila jaja y dicen que no hay nada jajaja
jorgepf- Comisario General [Policía Federal]
- Cantidad de envíos : 1678
Fecha de inscripción : 29/11/2008 Edad : 33
Re: Museo de enervantes SEDENA
muy explicito el video. y es de dar tristeza como en algunas regiones los chavalos se emocionan con pertenener a estos grupos.
minoru30- Jefes/Capitanes
- Cantidad de envíos : 2589
Fecha de inscripción : 30/09/2009
Re: Museo de enervantes SEDENA
Puros Nacos....
MICTIAN- Generales/Almirantes
- Cantidad de envíos : 3816
Fecha de inscripción : 19/03/2009
Re: Museo de enervantes SEDENA
muy buen video, que tal s3e ve Jesus Melverde con los dolares de fuera jajajaja el santo-naco
hunter- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 2231
Fecha de inscripción : 12/09/2009
Re: Museo de enervantes SEDENA
Cargamentos de droga, pistolas, amuletos y hasta una imagen de Malverde, el “santito” de los narcos, son parte del legado de los capos de los cárteles mexicanos recogido en el “Narcomuseo” del Ejército de México.
Este particular museo, único en el mundo según los militares mexicanos, se encuentra en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional y no está abierto al público.
El recorrido ofrece una idea completa de la importancia del narcotráfico en México y del poder de los cárteles sobre vastas zonas del país, en especial en la costa del Pacífico y el norte.
Las primeras salas, en las que los soldados se “ilustran” sobre el asunto, dan paso a un espacio dedicado a la “narcocultura”, que ofrece la cara más folclórica de los narcos mexicanos.
Un maniquí con sombrero vaquero, jeans, una camisa cuyo colorido no tiene nada que envidiar a los más atrevidos diseños hawaianos, gafas oscuras, botas de texano y una gran colección de cadenas de oro y plata, franquea el paso al recinto.
En el interior, el Ejército ha reunido algunas de las “joyas” más preciadas para los narcos.
Una vitrina protege una Colt .38 con culata de oro e incrustaciones de circonitas y esmeraldas, con las iniciales de Amado Carrillo Fuentes, líder del cártel de Juárez, conocido como “El señor de los cielos” por la flota de aviones que utilizaba para introducir cocaína en EEUU.
El arma fue un “regalo” para Joaquín Guzmán, alias “El Chapo”, cabeza del cártel de Sinaloa, que escapó de una cárcel de máxima seguridad en enero de 2001, oculto en un carrito de ropa y protegido por guardias a su servicio.
Junto a la Colt, un rifle automático AK-15 exhibe en el cargador una palma grabada que confirma que perteneció a Héctor Luis Palma, el “Güero Palma”, lugarteniente de “El Chapo”.
Una Browning .38 con un grabado en plata de plantíos de amapola (origen del opio y de la heroína) y marihuana; una Colt 9 mm, con la Virgen de Guadalupe labrada en la culata, o un fusil AK-47, con tigres y leones grabados en el cargador, son algunas de las piezas más valiosas de la colección.
El “legado” de los sicarios incluye tanto lanzagranadas y subametralladoras con rayos láser y mira telescópica, como escopetas caseras de tubos y percutores de hierro soldado, fabricadas por los campesinos a sueldo de los cárteles para defenderse mientras recogen “la cosecha”.
Una camiseta de fabricación colombiana, con doble blindaje en el corazón, perteneciente a Osiel Cárdenas, líder del cártel del Golfo, da idea de la medidas de seguridad utilizadas por los capos.
El Museo ha montado incluso una réplica de la capilla de Jesús Malverde en Sinaloa, la cuna del narcotráfico, y una buena muestra de los amuletos depositados por los delincuentes para pedir protección en el “trabajo” diario.
Malverde, “el Robin Hood” del narco, robaba a los ricos y repartía entre los pobres, hasta que fue ahorcado a principios de siglo.
Cintas de “narcocorridos”, así como cinturones, sombreros y camisetas completan esta muestra de la esencia de una cultura que, según el mayor Gustavo Ricardo Vallejo, encargado del Museo, ha desaparecido en la segunda generación de narcotraficantes, los “narcojuniors”.
Universitarios, con estilo, muy lejos de la imagen “naca” (vulgar) de sus padres o sus tíos, los “narcojuniors” huyen de la ostentación y son expertos en el lavado de dinero.
“Son ejecutivos del narco, mucho más cuidadosos y conocedores de los métodos de la globalización para aprovechar el negocio. En lo único que son iguales es que son tanto o más violentos”, aseguró Vallejo a EFE.
Los nuevos reyes del narco son capaces de elaborar cocaína negra, teñida con tinta, para burlar los controles en las fronteras, y han descubierto una nueva brecha de negocio en las drogas sintéticas.
Este particular museo, único en el mundo según los militares mexicanos, se encuentra en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional y no está abierto al público.
El recorrido ofrece una idea completa de la importancia del narcotráfico en México y del poder de los cárteles sobre vastas zonas del país, en especial en la costa del Pacífico y el norte.
Las primeras salas, en las que los soldados se “ilustran” sobre el asunto, dan paso a un espacio dedicado a la “narcocultura”, que ofrece la cara más folclórica de los narcos mexicanos.
Un maniquí con sombrero vaquero, jeans, una camisa cuyo colorido no tiene nada que envidiar a los más atrevidos diseños hawaianos, gafas oscuras, botas de texano y una gran colección de cadenas de oro y plata, franquea el paso al recinto.
En el interior, el Ejército ha reunido algunas de las “joyas” más preciadas para los narcos.
Una vitrina protege una Colt .38 con culata de oro e incrustaciones de circonitas y esmeraldas, con las iniciales de Amado Carrillo Fuentes, líder del cártel de Juárez, conocido como “El señor de los cielos” por la flota de aviones que utilizaba para introducir cocaína en EEUU.
El arma fue un “regalo” para Joaquín Guzmán, alias “El Chapo”, cabeza del cártel de Sinaloa, que escapó de una cárcel de máxima seguridad en enero de 2001, oculto en un carrito de ropa y protegido por guardias a su servicio.
Junto a la Colt, un rifle automático AK-15 exhibe en el cargador una palma grabada que confirma que perteneció a Héctor Luis Palma, el “Güero Palma”, lugarteniente de “El Chapo”.
Una Browning .38 con un grabado en plata de plantíos de amapola (origen del opio y de la heroína) y marihuana; una Colt 9 mm, con la Virgen de Guadalupe labrada en la culata, o un fusil AK-47, con tigres y leones grabados en el cargador, son algunas de las piezas más valiosas de la colección.
El “legado” de los sicarios incluye tanto lanzagranadas y subametralladoras con rayos láser y mira telescópica, como escopetas caseras de tubos y percutores de hierro soldado, fabricadas por los campesinos a sueldo de los cárteles para defenderse mientras recogen “la cosecha”.
Una camiseta de fabricación colombiana, con doble blindaje en el corazón, perteneciente a Osiel Cárdenas, líder del cártel del Golfo, da idea de la medidas de seguridad utilizadas por los capos.
El Museo ha montado incluso una réplica de la capilla de Jesús Malverde en Sinaloa, la cuna del narcotráfico, y una buena muestra de los amuletos depositados por los delincuentes para pedir protección en el “trabajo” diario.
Malverde, “el Robin Hood” del narco, robaba a los ricos y repartía entre los pobres, hasta que fue ahorcado a principios de siglo.
Cintas de “narcocorridos”, así como cinturones, sombreros y camisetas completan esta muestra de la esencia de una cultura que, según el mayor Gustavo Ricardo Vallejo, encargado del Museo, ha desaparecido en la segunda generación de narcotraficantes, los “narcojuniors”.
Universitarios, con estilo, muy lejos de la imagen “naca” (vulgar) de sus padres o sus tíos, los “narcojuniors” huyen de la ostentación y son expertos en el lavado de dinero.
“Son ejecutivos del narco, mucho más cuidadosos y conocedores de los métodos de la globalización para aprovechar el negocio. En lo único que son iguales es que son tanto o más violentos”, aseguró Vallejo a EFE.
Los nuevos reyes del narco son capaces de elaborar cocaína negra, teñida con tinta, para burlar los controles en las fronteras, y han descubierto una nueva brecha de negocio en las drogas sintéticas.
Re: Museo de enervantes SEDENA
https://youtu.be/vNd3yNqlCf4
https://youtu.be/YjKaOV6zeTs
https://youtu.be/BNNtD2h8uv4
Museo de enervantes SEDENA
la SEDENA abre sus puertas al museo de enervantes por parte del Ejercito Mexicano en la lucha contra el narcotrafico
https://www.youtube.com/watch?v=jwd8gM3wSVg
https://www.youtube.com/watch?v=jwd8gM3wSVg
Última edición por ELIT3MX el Septiembre 3rd 2012, 10:20, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Museo de enervantes SEDENA
No creo que sea un buen titulo un "narco-museo". Suena como que los narcos lo crearon.
Aun asi, gracias por el video.
Aun asi, gracias por el video.
Shadow- Miembro Honorario
- Cantidad de envíos : 2797
Fecha de inscripción : 13/06/2009
Re: Museo de enervantes SEDENA
se refiere al titulo del tema o del museo compañero??? si gusta lo cambio saludos!!!
Invitado- Invitado
Re: Museo de enervantes SEDENA
muy buen video compañero.
COUGAR- Clases/Maestres
- Cantidad de envíos : 371
Fecha de inscripción : 22/08/2012
#TwitterPaseo Museo del Narco en 140 caracteres
En las instalaciones centrales de la Defensa Nacional hay un lugar dedicado al estudio de los enervantes, su trasiego y combate; una de las salas más interesantes es donde se exhiben las armas decomisadas a los gatilleros y jefes de los cárteles
En el séptimo piso de las instalaciones centrales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se encuentra uno de los museos más secretos, raros y controvertidos que hay en México: el Museo de Enervantes, a cargo de las Sección Séptima de Operaciones contra el narcotráfico.
24 HORAS tuvo acceso a las siete salas de este lugar único en su tipo pues sólo hay otros sitios parecidos en el mundo: una sala que tiene la Policía Nacional de Colombia dedicada a investigar a los cárteles y otro que tiene la Agencia Antidrogas de EU, (DEA por sus siglas en inglés) en sus oficinas centrales. Esto es lo que se exhibe en el Museo del Narcotráfico del Ejército mexicano, donde se pueden encontrar desde cigarros de mariguana hasta cocaína negra, y de neumáticos incautados con droga en alguna carretera del país hasta el arma que le decomisaron a El Chapo Guzmán cuando lo detuvieron en Guatemala con las iniciales de El Señor de los Cielos en la cacha.
Una de las piezas nuevas que tiene este lugar es una estatuilla en yeso bañada en oro, con diamantes y rubíes incrustados, de un Caballero Templario. Elementos de la Defensa Nacional lo encontraron en Apatzingán, Michoacán, durante un operativo que se hizo el día en que se celebraba el primer aniversario del presunto abatimiento de Nazario Moreno, alias El Chayo, jefe de la Familia Michoacana y que ahora según versiones periodísticas señalan que se encuentra vivo. En 2010 el entonces vocero de seguridad del gobierno de Felipe Calderón, Alejandro Poiré, aseguró que el capo había caído muerto durante enfrentamientos con federales en Michoacán, pero nunca hallaron el cadáver.
El viernes pasado por la mañana 24 HORAS publicó en vivo a través de su cuenta de Twitter, @diario24horas, el recorrido por esta galería que cumple 28 años. Su acceso no es sencillo ya que no está abierto al público y sólo se permite el acceso al personal militar y a los oficiales de la policía de alto rango.
Diez salas de ‘narcoarte’
En el muro a la entrada del lugar están los nombres de los militares que han muerto desde el arranque de la campaña contra el narcotráfico que arrancó en 1976. En lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto, 29 elementos han sido abatidos, en total van 888. El museo está en el séptimo piso de un búnker de concreto fortificado dentro del complejo central militar de la Sedena. Entre las fotografías que compartimos está la de una vitrina en la que se exhiben muestras reales de diferentes drogas que se cultivan aquí o que llegan a México desde Centroamérica, como la mariguana, el cristal o la cocaína negra.
Pasos adelante tienen lugar las miles de maneras que se inventan para ocultar estas drogas, como muñecas, boilers, biblias o un maniquí que recuerda el caso de una mujer embarazada que ocultó en su vientre paquetes de cocaína en Tijuana.
Hay una fotografía que incluso expone los glúteos de una mujer quien los rentó para cargar en ellos cocaína y murió en el aeropuerto del DF cuando uno de los paquetes reventó. También está Zuyaqui, el perro que más aseguramientos ha realizado: suma 3 mil kilos de marihuana y 102 kilos de pastillas. Tras su muerte, la Sedena lo disecó como homenaje a su trabajo.
En una de las esquinas, una representación de los guardianes del narco: un maniquí disfrazado de un campesino sentado bajo un árbol con un rifle en las manos, que protege un campo de cultivo de mariguana. Alrededor de su cuello una medalla de Jesús Malverde, considerado el santo patrono de los narcotraficantes.
Excentricidades
La bienvenida a la sala de la narcocultura la da otro maniquí disfrazado del estereotipo del narcotraficante mexicano que mantiene la Sedena: la figura viste botas vaqueras, un cinturón de piel, bigotes abultados y la planta de la mariguana como imagen en su joyería. A un lado, en una vitrina se encuentra la chamarra blindada que llevaba puesta Osiel Cárdenas, entonces jefe del Cártel del Golfo al momento de su captura.
Ahí uno se topa con vitrinas que exhiben, por ejemplo, un celular con incrustaciones de diamantes y funda de oro, que le perteneció a Daniel Pérez Rojas, uno de los fundadores de los Zetas. O una pistola con la cacha de oro decomisada a Alfredo Beltrán Leyva, uno de los líderes del cartel de Sinaloa, con la frase: “Prefiero morir de pie que vivir de rodillas”.
Una de las armas que más llama la atención es la que tiene esmeraldas incrustadas y que perteneció a Joaquín Guzmán Loera, líder del cartel de Sinaloa. Esa pistola tiene las iniciales ACF, por Amado Carrillo Fuentes, quien fuera líder del Cartel de Juárez y que antes de morir se la regaló al “Chapo”.
En el museo no hay objetos de los narcotraficantes detenidos recientemente, como Miguel Ángel Treviño, alias “El Z-40”, porque esas capturas fueron hechas por la Secretaría de Marina. La palabra “guerra” no se menciona en ninguno de los objetos o muros que hay en el recinto.
Aquí pueden consultar nuestra cobertura en vivo #TwitterPaseo
FUENTE:
http://www.24-horas.mx/twitterpaseo-museo-del-narco-en-140-caracteres/
visiten los link para mejor información e ilustración acerca del tema
En el séptimo piso de las instalaciones centrales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se encuentra uno de los museos más secretos, raros y controvertidos que hay en México: el Museo de Enervantes, a cargo de las Sección Séptima de Operaciones contra el narcotráfico.
24 HORAS tuvo acceso a las siete salas de este lugar único en su tipo pues sólo hay otros sitios parecidos en el mundo: una sala que tiene la Policía Nacional de Colombia dedicada a investigar a los cárteles y otro que tiene la Agencia Antidrogas de EU, (DEA por sus siglas en inglés) en sus oficinas centrales. Esto es lo que se exhibe en el Museo del Narcotráfico del Ejército mexicano, donde se pueden encontrar desde cigarros de mariguana hasta cocaína negra, y de neumáticos incautados con droga en alguna carretera del país hasta el arma que le decomisaron a El Chapo Guzmán cuando lo detuvieron en Guatemala con las iniciales de El Señor de los Cielos en la cacha.
Una de las piezas nuevas que tiene este lugar es una estatuilla en yeso bañada en oro, con diamantes y rubíes incrustados, de un Caballero Templario. Elementos de la Defensa Nacional lo encontraron en Apatzingán, Michoacán, durante un operativo que se hizo el día en que se celebraba el primer aniversario del presunto abatimiento de Nazario Moreno, alias El Chayo, jefe de la Familia Michoacana y que ahora según versiones periodísticas señalan que se encuentra vivo. En 2010 el entonces vocero de seguridad del gobierno de Felipe Calderón, Alejandro Poiré, aseguró que el capo había caído muerto durante enfrentamientos con federales en Michoacán, pero nunca hallaron el cadáver.
El viernes pasado por la mañana 24 HORAS publicó en vivo a través de su cuenta de Twitter, @diario24horas, el recorrido por esta galería que cumple 28 años. Su acceso no es sencillo ya que no está abierto al público y sólo se permite el acceso al personal militar y a los oficiales de la policía de alto rango.
Diez salas de ‘narcoarte’
En el muro a la entrada del lugar están los nombres de los militares que han muerto desde el arranque de la campaña contra el narcotráfico que arrancó en 1976. En lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto, 29 elementos han sido abatidos, en total van 888. El museo está en el séptimo piso de un búnker de concreto fortificado dentro del complejo central militar de la Sedena. Entre las fotografías que compartimos está la de una vitrina en la que se exhiben muestras reales de diferentes drogas que se cultivan aquí o que llegan a México desde Centroamérica, como la mariguana, el cristal o la cocaína negra.
Pasos adelante tienen lugar las miles de maneras que se inventan para ocultar estas drogas, como muñecas, boilers, biblias o un maniquí que recuerda el caso de una mujer embarazada que ocultó en su vientre paquetes de cocaína en Tijuana.
Hay una fotografía que incluso expone los glúteos de una mujer quien los rentó para cargar en ellos cocaína y murió en el aeropuerto del DF cuando uno de los paquetes reventó. También está Zuyaqui, el perro que más aseguramientos ha realizado: suma 3 mil kilos de marihuana y 102 kilos de pastillas. Tras su muerte, la Sedena lo disecó como homenaje a su trabajo.
En una de las esquinas, una representación de los guardianes del narco: un maniquí disfrazado de un campesino sentado bajo un árbol con un rifle en las manos, que protege un campo de cultivo de mariguana. Alrededor de su cuello una medalla de Jesús Malverde, considerado el santo patrono de los narcotraficantes.
Excentricidades
La bienvenida a la sala de la narcocultura la da otro maniquí disfrazado del estereotipo del narcotraficante mexicano que mantiene la Sedena: la figura viste botas vaqueras, un cinturón de piel, bigotes abultados y la planta de la mariguana como imagen en su joyería. A un lado, en una vitrina se encuentra la chamarra blindada que llevaba puesta Osiel Cárdenas, entonces jefe del Cártel del Golfo al momento de su captura.
Ahí uno se topa con vitrinas que exhiben, por ejemplo, un celular con incrustaciones de diamantes y funda de oro, que le perteneció a Daniel Pérez Rojas, uno de los fundadores de los Zetas. O una pistola con la cacha de oro decomisada a Alfredo Beltrán Leyva, uno de los líderes del cartel de Sinaloa, con la frase: “Prefiero morir de pie que vivir de rodillas”.
Una de las armas que más llama la atención es la que tiene esmeraldas incrustadas y que perteneció a Joaquín Guzmán Loera, líder del cartel de Sinaloa. Esa pistola tiene las iniciales ACF, por Amado Carrillo Fuentes, quien fuera líder del Cartel de Juárez y que antes de morir se la regaló al “Chapo”.
En el museo no hay objetos de los narcotraficantes detenidos recientemente, como Miguel Ángel Treviño, alias “El Z-40”, porque esas capturas fueron hechas por la Secretaría de Marina. La palabra “guerra” no se menciona en ninguno de los objetos o muros que hay en el recinto.
Aquí pueden consultar nuestra cobertura en vivo #TwitterPaseo
FUENTE:
http://www.24-horas.mx/twitterpaseo-museo-del-narco-en-140-caracteres/
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