Caen 5 policías acribillados en Juárez

Identifican a los cinco policías ejecutados; no tendrán honores

Staff
El Diario | 29-03-2012 | 11:42

La Secretaria de Seguridad Pública Municipal (SSPM) dio a conocer los nombres de los cinco elementos que fueron asesinados la noche de ayer en un domicilio del fraccionamiento Pradera de los Oasis.

Se trata de los oficiales Juan Rodríguez, María Romero, Blas Barrera, Brenda Ulloa y otro de apellido Ceballos, quienes pertenecían a los distritos Cuauhtémoc y Babícora.

La SSPM dio a conocer que ellos tenían entre cuatro y 12 años dentro de la corporación.

Por haber sido asesinados fuera de servicio, el Gobierno Municipal no contempla realizar una ceremonia en honor a ellos, únicamente se brindara el apoyo a las familias para los funerales en un panteón de la ciudad.

La ejecución de los cinco policías ocurrió en un domicilio de la calle Oasis de Niger y Rafael Murguía, en donde estaban reunidos consumiendo carne asada y cervezas.

Sospechan que compañeros ‘pusieron’ a los municipales

Staff
El Diario | 30-03-2012 | 00:21

La Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una línea de investigación en contra de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) por filtrar información sobre la ubicación de los agentes masacrados el miércoles pasado.

Jorge González Nicolás, titular de la Fiscalía de Persecución del Delito en la Zona Norte, señaló que en muchos de los casos en que se asesina a un policía se ha encontrado que los sicarios reciben “pitazo” por parte de los propios compañeros de las víctimas.

Confirmó que en este caso se investiga si eso sucedió. “Los sicarios reciben información desde adentro de la misma corporación y esto es algo que lamentablemente sabemos y lo conocemos en nuestra ciudad y claro que la autoridad investigadora está viendo esto como una línea de investigación en este caso”, abundó.

Los autores de este crimen tuvieron el dato de dónde estaban los polimunicipales y a qué hora, y eso les permite trabajar con ventaja e impunidad, puntualizó.

González Nicolás explicó que como parte del avance de la indagatoria han declarado dos testigos del incidente, dos policías lesionados. Sin embargo, debido a que se trató de una irrupción sorpresiva, de poco se pudieron enterar, señaló.

También se cotejan los casquillos encontrados en la escena del crimen para establecer si las armas con que fueron disparadas las balas son las mismas usadas en otros hechos de violencia en contra de agentes municipales. Indicó que hasta el momento no han podido establecer un móvil.

Señaló que debido al tipo de armamento utilizado se invitó a la Procuraduría General de la República (PGR) para que participe en la investigación. Se tiene proyectada una reunión para integrar a militares en esas labores, pero también para tomar las medidas pertinentes que ayuden a evitar este tipo de atentados.

González Nicolás indicó que investigan cualquier dato, incluso los aportados a través de las mantas presentadas días atrás en las que se amenazaba al alcalde Héctor Murguía Lardizábal.

“Cuando ocurre este tipo de mensajes de la delincuencia organizada los tomamos con la seriedad que debe de ser, no los desechamos, pero también sabemos que es una forma publicitaria que tienen de actuar, esto puede ser una amenaza cumplida o no, pero es parte de la investigación”, precisó el fiscal.

Indicó que en cualquier momento podrían iniciar los citatorios en contra de agentes de la SSPM para que rindan su declaración por estos homicidios.

Identifican a las víctimas

Los policías asesinados el miércoles pasado fueron identificados oficialmente como Brenda Angélica Ulloa Ulloa, de 28 años de edad; María del Socorro Romero Olague, de 34; Juan Manuel Rodríguez Ceballos, de 35; Blas Alfredo Barrera Débora, de 46; y Martín Graciano Ayala, de 43.

De acuerdo con el reporte oficial, en la escena del crimen los peritos en criminalística de campo localizaron 26 casquillos percutidos, calibre 7.62x39 milímetros, y seis 9 mm; un vehículo Saturn color gris, modelo 2002, sin placas; una Ford Caravan color arena, modelo 2001; un Pontiac Grand Prix rojo, modelo 1992; un Mazda Protege color verde, modelo 1997, con placas de Texas; un Ford Taurus Blanco, modelo 1998; un Chrysler New Yorker color guinda, modelo 1990, sin placas; y un Nissan Altima color negro, modelo 1996, sin placas.

Elementos de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra la Vida localizaron en la casa donde sucedieron los hechos, en las calles Oasis de Níger y Roma de la colonia Praderas de los Oasis, los cadáveres de cuatro personas, mientras que una quinta (Martín Graciano Ayala) fue trasladada a la Clínica Santa María, donde finalmente murió.

Los cuerpos estaban en la cochera de la vivienda y presentaban múltiples heridas producidas por proyectiles de arma de fuego en diferentes partes del cuerpo.

‘Han visto afectados sus intereses’

El asesinato de policías preventivos en Juárez es una reacción del crimen organizado ante las acciones que ha llevado a cabo la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que han afectado intereses de esos grupos, coincidieron diputados del Congreso del Estado, ayer en Chihuahua capital.

Ataques como el más reciente son mensajes de la delincuencia para amedrentar a las instituciones, pero éstas no deben doblegarse ni bajar la guardia, advirtieron los coordinadores parlamentarios del PRI y del PAN, Enrique Serrano Escobar y Héctor Ortiz Orpinel, respectivamente.

Este último demandó además la aprobación de la iniciativa que él presentó para crear la Fiscalía Especializada en Investigación de Homicidios de Policías, la cual está -aseguró- “congelada” en comisiones legislativas.

Con esa fiscalía, se podrá determinar el móvil detrás de cada ataque a policías: si fue porque el agente tenía vínculos con el crimen o porque los estaba investigando, añadió.

Serrano Escobar dijo lamentar la masacre y añadió que los agentes policiacos siempre están expuestos a ese tipo de atentados, como respuesta al trabajo que realizan.

A su vez, el diputado juarense René Franco Ruiz consideró que los atentados contra policías son reacciones del crimen organizado contra “buenos elementos” que están “pisando callos con su buena actuación en la corporación.