Cae presunto operador de los Beltrán Leyva en Oaxaca

Cae presunto operador de los Beltrán Leyva en Oaxaca
Óscar Santoyo Rodríguez es probable responsable del atentado contra instalaciones de la SSP-DF mediante la detonación de un artefacto explosivo el 15 de febrero de 2008

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Ciudad de México | Jueves 26 de enero de 2012 EFE | El Universal13:04
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El Ejército Mexicano detuvo en el centro turístico de Bahías de Huatulco, en el estado de Oaxaca, a Oscar Santoyo Rodríguez y/o Ignacio Chávez Hernández, con el alias de “El Mosco”, presunto responsable de un ataque con explosivos dirigido a instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal el 15 de febrero de 2008, con resultado de un hombre muerto y dos mujeres lesionadas.

El comandante de la VIII Región Militar, con sede en la capital del estado, General de División de Estado Mayor, Alberto Martínez Herrera, confirmó la detención en una reunión con representantes de medios de comunicación y difundió un comunicado al respecto en el que se indica que la detención se realizó el pasado 18 de enero, sin aportar más detalles de la detención, la cual se realizó “mediante la ejecución de una operación de precisión en Huatulco”.

La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), además, considera a Santoyo Rodríguez como el segundo hombre en importancia de la organización delincuencial “Beltrán Leyva” en la región de la Costa de Oaxaca.

El detenido, fue puesto a disposición del Agente del Ministerio Público Federal, adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República, se informa en el comunicado.

Santoyo Rodríguez “contaba con una orden de aprehensión por los delitos de ataques a la paz pública y delincuencia organizada, por estar vinculado con el atentado en contra de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, mediante la detonación de un artefacto explosivo, el 15 de febrero del 2008, lo que provocó la muerte de una persona del sexo masculino y lesiones a dos mujeres más, motivo por el cual fue detenido”.

De acuerdo a la SEDENA, Santoyo manifestó que “fue invitado a participar en el citado evento por el también implicado Mauricio Navarro Hernández “Mauro”, cobrando por ello 50 mil dólares americanos; después de la detonación, se trasladó a la colonia Cd. Azteca de Ecatepec, Estado de México, huyendo posteriormente a la ciudad de Acapulco”, Guerrero.

A través de Daniel Ramírez Ávila, “El Nazi” quien “igualmente es coparticipe en el intento de atentado con explosivos ya referido, conoció a Martín Gerardo Hernández Esparza “El Kalimba”, a quien en 2008 le solicitó apoyo para esconderse de las autoridades que lo buscaban, por lo que se estableció en Huatulco, Oaxaca, lugar donde comenzó a trabajar para el citado narcotraficante”.

Según el comunicado de la SEDENA, con esta detención “se imprime una importante afectación a la estructura de control, operación y logística de la agrupación delictiva “Beltrán Leyva”, en el estado de Oaxaca, principalmente en el de tráfico de cocaína proveniente de Centro y Sudamérica.

La versión militar indica que Santoyo Rodríguez “desarrollaba sus actividades delictivas bajo las órdenes de Juan Ulises Galván Carmona “El Buda”, líder de la agrupación “Beltrán Leyva” en dicho estado, mismo que a su vez recibió el control de este grupo de Martín Gerardo Hernández Esparza “El Kalimba”, quien abandonó el estado después de ser herido en un enfrentamiento con un grupo antagónico”.

La Secretaría de la Defensa Nacional detalla en su comunicado que este grupo delictivo “efectúa la recepción de cocaína vía marítima en las costas de Oaxaca, procedente de Centro y Sudamérica, mediante el empleo de lanchas rápidas”.

Santoyo Rodríguez “fungía como encargado del control de un grupo de lancheros, que utilizando la cobertura de pescadores, trasladaban los cargamentos de cocaína desde embarcaciones en altamar hacia las costas de Huatulco”, para posteriormente ser trasladados con medios terrestres hacia el interior de la República.

xag

http://www.eluniversal.com.mx/notas/825546.html