Chernóbil y el silencio
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Chernóbil y el silencio
Chernóbil y el silencio
POR INOCENCIO F. ARIAS
28/04/2016 - 07:47
"En cuanto empiezas a hablar del accidente, el teléfono se corta al momento. Te vigilan y te escuchan", relata la Nobel de literatura 2015 en su libro 'Voces de Chernóbil'.
El director del Instituto bielorruso de energía nuclear confesaría a la escritora que le llamaron a casa para decirle que dejaran de espantar a la gente.
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Inocencio Arias Mundo Inocencio Arias
Estamos en el treinta aniversario de la explosión en un reactor de la central V. Illich Lenin de Chernóbil, una localidad ucraniana en la frontera con Bielorrusia. Se la considera la catástrofe tecnológica mas funesta del siglo XX. Bielorrusia, parte entonces de la Unión Soviética y principal país afectado, perdió más de 480 pueblos y aldeas; una década después del desastre uno de cada cinco bielorrusos vivía aún en territorio contaminado.
La reacción de las autoridades soviéticas fue chocante. A diferencia de la época de Stalin o Breznef, cuando el hecho habría sido silenciado, Gorbachef apareció en televisión unos días más tarde , tardanza inconcebible en Occidente, para informar de que había habido un accidente. Sin embargo, con resabios del pasado, se trataba de minimizar el hecho y de que no trascendiera totalmente al extranjero. Svetlana Alexievich, premio Nobel de literatura 2015, da elocuentes testimonios en su libro “Voces de Chernóbil”: “ en cuanto empiezas a hablar del accidente, el teléfono se corta al momento. Te vigilan y te escuchan”.
V. Nesterenko, director del Instituto bielorruso de energía nuclear confesaría a la escritora más tarde: “Funcionaba el KGB, se interceptaban las emisoras extranjeras. Hubo una llamada, al parecer de Gorbachef en el sentido de a ver que hacéis los bielorrusos, nada de sembrar el pánico”. Añadió: “ Me llamaban a casa: ¡Deja de espantar a la gente, profesor!. Que te vamos a mandar donde Cristo dio las tres voces. ¿No lo adivinas?”.
La intervención heroica de los bomberos y de los llamados liquidadores que apagaron el incendio y evitaron que explotaran los tres reactores restantes fue providencial. Muchos de ellos morirían contaminados poco después de haber sido condecorados.
La tragedia de Chernóbil sería posteriormente conocida en todo el mundo. Hubo solidaridad, los niños de la zona se desparramaron en los veranos por varios países para que disfrutaran del sol y de alimentos sanos. A España vinieron bastantes. Yo tuve alguno unas semanas.
Llama, sin embargo, poderosamente la atención, el silencio de las asociaciones ecologistas y de bastantes progres de la época. Ni protestas, ni pancartas, ni manifestaciones, ni cuestionamientos. La inhibición fue casi total. El suceso había ocurrido en la Unión soviética, a cuya población se le había inculcado que las centrales soviéticas eran las más seguras del mundo, y esto impulsaba la pasividad. ¿Imaginan ustedes lo que habría ocurrido si el fallo y el drama tienen lugar en Estados Unidos, en Francia o en España? Las manifestaciones de denuncia aún se celebrarían hoy.
http://noticias.lainformacion.com/mundo/Chernobil-silencio_0_911908930.html?utm_source=LAINFO+-+Kit+buenos+días&utm_campaign=a1abe370fe-lainformacion28042016&utm_medium=email&utm_term=0_378063843d-a1abe370fe-181494177
La verdad es que el libro está rebueno
POR INOCENCIO F. ARIAS
28/04/2016 - 07:47
"En cuanto empiezas a hablar del accidente, el teléfono se corta al momento. Te vigilan y te escuchan", relata la Nobel de literatura 2015 en su libro 'Voces de Chernóbil'.
El director del Instituto bielorruso de energía nuclear confesaría a la escritora que le llamaron a casa para decirle que dejaran de espantar a la gente.
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Inocencio Arias Mundo Inocencio Arias
Estamos en el treinta aniversario de la explosión en un reactor de la central V. Illich Lenin de Chernóbil, una localidad ucraniana en la frontera con Bielorrusia. Se la considera la catástrofe tecnológica mas funesta del siglo XX. Bielorrusia, parte entonces de la Unión Soviética y principal país afectado, perdió más de 480 pueblos y aldeas; una década después del desastre uno de cada cinco bielorrusos vivía aún en territorio contaminado.
La reacción de las autoridades soviéticas fue chocante. A diferencia de la época de Stalin o Breznef, cuando el hecho habría sido silenciado, Gorbachef apareció en televisión unos días más tarde , tardanza inconcebible en Occidente, para informar de que había habido un accidente. Sin embargo, con resabios del pasado, se trataba de minimizar el hecho y de que no trascendiera totalmente al extranjero. Svetlana Alexievich, premio Nobel de literatura 2015, da elocuentes testimonios en su libro “Voces de Chernóbil”: “ en cuanto empiezas a hablar del accidente, el teléfono se corta al momento. Te vigilan y te escuchan”.
V. Nesterenko, director del Instituto bielorruso de energía nuclear confesaría a la escritora más tarde: “Funcionaba el KGB, se interceptaban las emisoras extranjeras. Hubo una llamada, al parecer de Gorbachef en el sentido de a ver que hacéis los bielorrusos, nada de sembrar el pánico”. Añadió: “ Me llamaban a casa: ¡Deja de espantar a la gente, profesor!. Que te vamos a mandar donde Cristo dio las tres voces. ¿No lo adivinas?”.
La intervención heroica de los bomberos y de los llamados liquidadores que apagaron el incendio y evitaron que explotaran los tres reactores restantes fue providencial. Muchos de ellos morirían contaminados poco después de haber sido condecorados.
La tragedia de Chernóbil sería posteriormente conocida en todo el mundo. Hubo solidaridad, los niños de la zona se desparramaron en los veranos por varios países para que disfrutaran del sol y de alimentos sanos. A España vinieron bastantes. Yo tuve alguno unas semanas.
Llama, sin embargo, poderosamente la atención, el silencio de las asociaciones ecologistas y de bastantes progres de la época. Ni protestas, ni pancartas, ni manifestaciones, ni cuestionamientos. La inhibición fue casi total. El suceso había ocurrido en la Unión soviética, a cuya población se le había inculcado que las centrales soviéticas eran las más seguras del mundo, y esto impulsaba la pasividad. ¿Imaginan ustedes lo que habría ocurrido si el fallo y el drama tienen lugar en Estados Unidos, en Francia o en España? Las manifestaciones de denuncia aún se celebrarían hoy.
http://noticias.lainformacion.com/mundo/Chernobil-silencio_0_911908930.html?utm_source=LAINFO+-+Kit+buenos+días&utm_campaign=a1abe370fe-lainformacion28042016&utm_medium=email&utm_term=0_378063843d-a1abe370fe-181494177
La verdad es que el libro está rebueno
ivan_077- Staff
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