La militarización de la Tierra Caliente michoacana
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La militarización de la Tierra Caliente michoacana
Van más militares a Michoacán ahora en calidad de responsables de las policías municipales, en el momento en que los grupos de autodefensa han logrado colocar su mensaje de que al no existir garantías a la ciudadanía, su labor se hace “indispensable”. El reto parece ser mayor, con el antecedente del “Modelo Coahuila”, implementado hace unos años en aquella entidad, las analogías son varias pero las condiciones en los municipios calentanos donde se pondría en marcha, amenazan con reventar cualquier estrategia que se lleve a cabo.
México, 25 de agosto.- La idea surgió para poder sentar una base de coordinación más eficaz, con personal mejor entrenado y con un salario que mejore el que se percibe como agente policiaco de Michoacán. Cuando Armando Ballinas Mayés, secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, consultó con el gobernador interino Jesús Reyna García el proyecto de que al frente de las policías de los 10 municipios que comprenden la Tierra Caliente, quedará un mando militar, tuvo sus reservas y sugirió lo consultara con los presidentes municipales y con el general Alberto Reyes Vaca, titular del ramo en el estado.
La idea tuvo el visto bueno de dos alcaldes, uno del municipio de Los Reyes y otro el Tacámbaro, donde se planea iniciarían los primeros cambios contemplados para ponerlos en marcha durante el mes de septiembre. Sin embargo se prevé que se realice un estudio a profundidad ya que cada municipio presenta características distintas, y en varios casos, las guardias comunitarias representan un “nudo” que se tendrá que resolver antes de que se modifique la estructura de las corporaciones.
A finales de la semana pasada Ballinas Mayés informó, luego de reunirse con integrantes del gabinete de seguridad federal como el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el titular de la secretaría de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, y el almirante Vidal Soberón, secretario de Marina, entre otros, que el plan arrancaría en estos dos municipios pero se contempla también incorporar a Apatzingán, Buena Vista Tomatlán, Tepalcatepec, y en un segundo momento al resto de los municipios como Aquila y Aguililla.
“Ya hemos platicado con los alcaldes de 10 municipios para proponerles mandos militares en las corporaciones policiales ante lo cual han aceptado, incluso el de Los Reyes acaba de decir que si”, manifestó ante un grupo de reporteros que lo cuestionaron sobre el proyecto.
¿Copia del Modelo Coahuila?
Sobre el escritorio del general Reyes Vaca, quien quedó el frente de la secretaría de seguridad pública de Michoacán desde mayo pasado, se encuentran los expedientes de varios militares en retiro quienes podrían quedar a cargo de las policías en los municipios de la Tierra Caliente donde comenzarían a ser enviados.
Se sabe que sus rangos van de mayor, a teniente coronel e incluso se mencionan a por lo menos dos coroneles de arma que podrían estar en las próximas semanas haciéndose cargo de la seguridad en estos municipios. No han trascendido los nombres pero sí que su perfil pasa por dos factores. El primero que deben tener algún tipo de conocimiento de las dinámicas de los habitantes en la región calentana, es decir, que deberán estar informados cómo se mueve la situación en cuanto a grupos y organizaciones. La segunda es que por lo menos en su experiencia como militares en activo, debieron haber pasado por el estado en los últimos años.
Estas características podrían empatar el proyecto con el que llevó a cabo hace algunos años en Coahuila, durante le gestión de Humberto Moreira como gobernador, Isabel Arvide, la periodista decana de la fuente militar, y quien en su calidad de asesora impulso el proyecto que se denominó “Modelo Coahuilar”, en el que varios militares retirados se incorporaron como jefes de las policías municipales y su labor se desarrolló con libertad de acción, supeditados al mando moral y con cierta coordinación con la comandancia de la doceava región militar que tiene su cuartel en Torreón, Coahuila.
De acuerdo a fuentes del área de seguridad pública michoacana, hay analogías entre lo que se pretende hacer en la Tierra Caliente michoacana y lo que Arvide impulsó en Coahuila, las diferencias mas marcadas serían que en Michoacán se reduciría a la región calentana, y en principio se trabajaría sobre la base de recopilar información, tener mayor coordinación con otras corporaciones, como la estatal y la federal, y abrir el marco de acción que el ejército y la marina señalen para que sin violar atribuciones legales, se cumpla con la ley en su ámbito de competencia.
Otra fuente en el estado, éste allegado al general Reyes Vaca, señaló que se estudia si el perfil de quienes se harán cargo de esa labor, existe un antecedente que lo vincule a la región. Si se logra encontrar los perfiles adecuados, de entrada se marcaría una diferencia con lo ocurrido en algunas partes de Coahuila, pues se trata que quien se haga cargo conozca el terreno y tenga experiencia en el ejercicio del mando en esa parte del estado, comentó.
Estructura gangrenada
El general Reyes Vaca lucía un rostro adusto, serio, no podía ocultar que había algo que le molestaba demasiado. La semana pasada encaró las preguntas de los reporteros y confirmó lo que era un secreto a voces. La secretaría de seguridad pública tiene un desfalco de varios millones de pesos, a tal nivel se detectó el hoyo financiero que se dio parte al ministerio público quien inició dos averiguaciones previas.
Corrupción y deslealtad, fueron dos de las palabras que el general aceptó que existen dentro de la institución que encabeza y que desde que tomó el mando, intenta erradicar. En las primeras semanas de su gestión, se percató que había varias irregularidades, una de ellas fue que había policías fallecidos de quienes “alguien” cobraba sus sueldos. Es un problema que viene de años atrás, aseguró, por lo que se planteó como un reto erradicar ese tipo de conductas que existen porque se realizan dentro de un sistema de complicidades al interior de la dependencia.
Otro caso de corrupción fue que en la policía auxiliar había con antelación un desfalco de alrededor de medio millón de pesos por concepto de viáticos, se realizaron los ajustes y se implementaron diversos mecanismos y los últimos reportes señalan que éste se ha reducido a siete mil pesos.
Ante este panorama, el general Reyes Vaca fue enfático cuando dijo que no habría tolerancia para malos elementos ni para complicidades dentro de la institución. La prensa local calificó sus intenciones como si la moneda estuviera en el aire, es decir, no se sabe si tendrá éxito para erradicar ese tipo de prácticas.
FUENTE:
http://estadomayor.mx/?p=32049
México, 25 de agosto.- La idea surgió para poder sentar una base de coordinación más eficaz, con personal mejor entrenado y con un salario que mejore el que se percibe como agente policiaco de Michoacán. Cuando Armando Ballinas Mayés, secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, consultó con el gobernador interino Jesús Reyna García el proyecto de que al frente de las policías de los 10 municipios que comprenden la Tierra Caliente, quedará un mando militar, tuvo sus reservas y sugirió lo consultara con los presidentes municipales y con el general Alberto Reyes Vaca, titular del ramo en el estado.
La idea tuvo el visto bueno de dos alcaldes, uno del municipio de Los Reyes y otro el Tacámbaro, donde se planea iniciarían los primeros cambios contemplados para ponerlos en marcha durante el mes de septiembre. Sin embargo se prevé que se realice un estudio a profundidad ya que cada municipio presenta características distintas, y en varios casos, las guardias comunitarias representan un “nudo” que se tendrá que resolver antes de que se modifique la estructura de las corporaciones.
A finales de la semana pasada Ballinas Mayés informó, luego de reunirse con integrantes del gabinete de seguridad federal como el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el titular de la secretaría de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, y el almirante Vidal Soberón, secretario de Marina, entre otros, que el plan arrancaría en estos dos municipios pero se contempla también incorporar a Apatzingán, Buena Vista Tomatlán, Tepalcatepec, y en un segundo momento al resto de los municipios como Aquila y Aguililla.
“Ya hemos platicado con los alcaldes de 10 municipios para proponerles mandos militares en las corporaciones policiales ante lo cual han aceptado, incluso el de Los Reyes acaba de decir que si”, manifestó ante un grupo de reporteros que lo cuestionaron sobre el proyecto.
¿Copia del Modelo Coahuila?
Sobre el escritorio del general Reyes Vaca, quien quedó el frente de la secretaría de seguridad pública de Michoacán desde mayo pasado, se encuentran los expedientes de varios militares en retiro quienes podrían quedar a cargo de las policías en los municipios de la Tierra Caliente donde comenzarían a ser enviados.
Se sabe que sus rangos van de mayor, a teniente coronel e incluso se mencionan a por lo menos dos coroneles de arma que podrían estar en las próximas semanas haciéndose cargo de la seguridad en estos municipios. No han trascendido los nombres pero sí que su perfil pasa por dos factores. El primero que deben tener algún tipo de conocimiento de las dinámicas de los habitantes en la región calentana, es decir, que deberán estar informados cómo se mueve la situación en cuanto a grupos y organizaciones. La segunda es que por lo menos en su experiencia como militares en activo, debieron haber pasado por el estado en los últimos años.
Estas características podrían empatar el proyecto con el que llevó a cabo hace algunos años en Coahuila, durante le gestión de Humberto Moreira como gobernador, Isabel Arvide, la periodista decana de la fuente militar, y quien en su calidad de asesora impulso el proyecto que se denominó “Modelo Coahuilar”, en el que varios militares retirados se incorporaron como jefes de las policías municipales y su labor se desarrolló con libertad de acción, supeditados al mando moral y con cierta coordinación con la comandancia de la doceava región militar que tiene su cuartel en Torreón, Coahuila.
De acuerdo a fuentes del área de seguridad pública michoacana, hay analogías entre lo que se pretende hacer en la Tierra Caliente michoacana y lo que Arvide impulsó en Coahuila, las diferencias mas marcadas serían que en Michoacán se reduciría a la región calentana, y en principio se trabajaría sobre la base de recopilar información, tener mayor coordinación con otras corporaciones, como la estatal y la federal, y abrir el marco de acción que el ejército y la marina señalen para que sin violar atribuciones legales, se cumpla con la ley en su ámbito de competencia.
Otra fuente en el estado, éste allegado al general Reyes Vaca, señaló que se estudia si el perfil de quienes se harán cargo de esa labor, existe un antecedente que lo vincule a la región. Si se logra encontrar los perfiles adecuados, de entrada se marcaría una diferencia con lo ocurrido en algunas partes de Coahuila, pues se trata que quien se haga cargo conozca el terreno y tenga experiencia en el ejercicio del mando en esa parte del estado, comentó.
Estructura gangrenada
El general Reyes Vaca lucía un rostro adusto, serio, no podía ocultar que había algo que le molestaba demasiado. La semana pasada encaró las preguntas de los reporteros y confirmó lo que era un secreto a voces. La secretaría de seguridad pública tiene un desfalco de varios millones de pesos, a tal nivel se detectó el hoyo financiero que se dio parte al ministerio público quien inició dos averiguaciones previas.
Corrupción y deslealtad, fueron dos de las palabras que el general aceptó que existen dentro de la institución que encabeza y que desde que tomó el mando, intenta erradicar. En las primeras semanas de su gestión, se percató que había varias irregularidades, una de ellas fue que había policías fallecidos de quienes “alguien” cobraba sus sueldos. Es un problema que viene de años atrás, aseguró, por lo que se planteó como un reto erradicar ese tipo de conductas que existen porque se realizan dentro de un sistema de complicidades al interior de la dependencia.
Otro caso de corrupción fue que en la policía auxiliar había con antelación un desfalco de alrededor de medio millón de pesos por concepto de viáticos, se realizaron los ajustes y se implementaron diversos mecanismos y los últimos reportes señalan que éste se ha reducido a siete mil pesos.
Ante este panorama, el general Reyes Vaca fue enfático cuando dijo que no habría tolerancia para malos elementos ni para complicidades dentro de la institución. La prensa local calificó sus intenciones como si la moneda estuviera en el aire, es decir, no se sabe si tendrá éxito para erradicar ese tipo de prácticas.
FUENTE:
http://estadomayor.mx/?p=32049
Invitado- Invitado
Plan piloto de seguridad en Michoacán, copia del “Modelo Coahuila”
México, 23 de agosto.- El gobierno de Michoacán anunció que diez jefes militares serán responsables de la Policía Municipal de las poblaciones más afectadas por la violencia criminal.
Al hacerlo, con años de distancia, demuestran que estuve en lo correcto al crear el “Modelo Coahuila” bajo esas mismas características, con mayor número de jefes militares, durante el gobierno de Humberto Moreira.
A su vez surgen preocupaciones sobre su viabilidad en la realidad de esa entidad agraviada por el crimen organizado.
De entrada, el anuncio no informa si se trata de jefes militares en situación de retiro, o que vienen del activo como el actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública en esa entidad.
Hay una diferencia importante.
Tampoco comunican si éstos serán coroneles o generales.
Doble diferencia.
Surge una gran interrogante: ¿Conforme a qué criterios fueron seleccionados estos jefes militares? Porque hay generales, coroneles, tenientes coroneles que definitivamente no sirven para realizar labores policiacas.
¿Serán carne de cañón, susceptibles de ser encarcelados en un futuro cercano por capricho civil? ¿Pueden, por carácter y capacitación, comprender los riesgos de la función que habrán de desempeñar?
Y sobre todo no nos avisan si los jefes militares, que están seguramente ya nombrados, vienen bajo el mando de la Comandancia de la Región Militar, actuarán como militares o como civiles, obedecerán o no al gobernador que sustituye al que eligieron los ciudadanos.
Todo esto es tan importante como los salarios que devengarán, los apoyos económicos para salvaguardar su integridad física, el armamento, vehículos blindados y acceso a información de seguridad que deberán tener.
“El Modelo Coahuila” estuvo inserto en una gran libertad de acción, supeditado al mando “moral” y la coordinación voluntaria del comandante de la Región Militar correspondiente.
Nos faltó, por las condiciones políticas de enfrentamiento con autoridades federales, coordinación con policías federales y otras instancias de aplicación de justicia y/o combate al crimen organizado. En ese tiempo la Semar no tenía presencia propiamente hablando en Coahuila.
Los jefes militares que tienen la encomienda de proporcionar seguridad a distintas poblaciones al tiempo que limpian, profesionalizan a los policías bajo su mando, necesitan garantías para el ejercicio de su responsabilidad. En lo político, en lo legal, en lo castrense.
Ese es un paso importante. En Coahuila las tuvieron de sobra.
Requieren también de un “Plan Maestro” que tenga reglas de conducta idénticas para todos ellos, sin importancia de jerarquía. Todos los jefes militares deben tener igualdad de salario. Esto se dio en Coahuila.
Subordinación. Si no hay una organización superior que coordine sus esfuerzos, sea el mismo titular de la Secretaría de Seguridad Pública, general en activo, y que permita una cotidiana colaboración abierta, pública, de confianza con los cuerpos militares ahí destacamentados, no habrá avance posible.
Habrá que estructurar esto en base a temas de violencia, de incidencia criminal, de geopolítica, y no de población. Una jefatura de policía municipal con cien elementos puede ser mucho más importante en el organigrama criminal que otra de quinientos. Y así debe ser visualizada.
Presupuesto. Los jefes militares que serán secretarios municipales de seguridad pública necesitan recursos extraordinarios. Para exámenes de confianza, labores de inteligencia, patrullajes, incluso para el despido y contratación de policías.
Estos presupuestos no están insertos en el gobierno municipal. La burocracia en su asignación es la razón del fracaso de muchos militares dentro de la vida civil.
Se requiere de un “coordinador” civil que entienda y traduzca su lenguaje militar para “facilitarles” toda la tramitología, burocracia civil. De un gestor con verdadera fuerza y vocación castrense que sepa vencer los obstáculos del día a día del gobierno estatal y federal para que los problemas prácticos no ocupen su tiempo y, sobre todo, impidan su trabajo cotidiano. Ese fue mi papel en Coahuila.
En Coahuila tuvimos 16 jefes militares en funciones de seguridad pública. En una primera etapa en los mandos de las policías estatales y en municipios de acuerdo a distribución estratégica territorial. Al cambio de gobiernos municipales, por elecciones donde el PRI recuperó posiciones, esta distribución se cambió por otra de acuerdo a consideraciones de número de habitantes. Funciona mejor por estrategia territorial.
Los jefes militares, no echar en saco roto, deben tener gente de su confianza, militar en situación de retiro o en el activo, para realizar labores de inteligencia, administrativas y de escolta. Para esto se necesitan también sobresueldos acordes al grado de peligrosidad vigente.
De igual forma debe ser solucionado el tema de vivienda para evitar colocar a los jefes militares en situación de violencia. Y evitar, definitivo, la presencia de las familias.
Lo más importante es que no importa qué inteligente sea este nuevo “plan piloto de seguridad” en Michoacán, que es copia del “Modelo Coahuila”, si no existe un apoyo total de parte del gobernador y funcionarios de primer nivel para erradicar corrupción e ineficiencia, no habrá ningún resultado positivo. Y si se ahondará el desgaste a que está sometido el personal militar que hace funciones de policía, por vocación o por orden superior.
FUENTE:
http://estadomayor.mx/?p=31981
Al hacerlo, con años de distancia, demuestran que estuve en lo correcto al crear el “Modelo Coahuila” bajo esas mismas características, con mayor número de jefes militares, durante el gobierno de Humberto Moreira.
A su vez surgen preocupaciones sobre su viabilidad en la realidad de esa entidad agraviada por el crimen organizado.
De entrada, el anuncio no informa si se trata de jefes militares en situación de retiro, o que vienen del activo como el actual titular de la Secretaría de Seguridad Pública en esa entidad.
Hay una diferencia importante.
Tampoco comunican si éstos serán coroneles o generales.
Doble diferencia.
Surge una gran interrogante: ¿Conforme a qué criterios fueron seleccionados estos jefes militares? Porque hay generales, coroneles, tenientes coroneles que definitivamente no sirven para realizar labores policiacas.
¿Serán carne de cañón, susceptibles de ser encarcelados en un futuro cercano por capricho civil? ¿Pueden, por carácter y capacitación, comprender los riesgos de la función que habrán de desempeñar?
Y sobre todo no nos avisan si los jefes militares, que están seguramente ya nombrados, vienen bajo el mando de la Comandancia de la Región Militar, actuarán como militares o como civiles, obedecerán o no al gobernador que sustituye al que eligieron los ciudadanos.
Todo esto es tan importante como los salarios que devengarán, los apoyos económicos para salvaguardar su integridad física, el armamento, vehículos blindados y acceso a información de seguridad que deberán tener.
“El Modelo Coahuila” estuvo inserto en una gran libertad de acción, supeditado al mando “moral” y la coordinación voluntaria del comandante de la Región Militar correspondiente.
Nos faltó, por las condiciones políticas de enfrentamiento con autoridades federales, coordinación con policías federales y otras instancias de aplicación de justicia y/o combate al crimen organizado. En ese tiempo la Semar no tenía presencia propiamente hablando en Coahuila.
Los jefes militares que tienen la encomienda de proporcionar seguridad a distintas poblaciones al tiempo que limpian, profesionalizan a los policías bajo su mando, necesitan garantías para el ejercicio de su responsabilidad. En lo político, en lo legal, en lo castrense.
Ese es un paso importante. En Coahuila las tuvieron de sobra.
Requieren también de un “Plan Maestro” que tenga reglas de conducta idénticas para todos ellos, sin importancia de jerarquía. Todos los jefes militares deben tener igualdad de salario. Esto se dio en Coahuila.
Subordinación. Si no hay una organización superior que coordine sus esfuerzos, sea el mismo titular de la Secretaría de Seguridad Pública, general en activo, y que permita una cotidiana colaboración abierta, pública, de confianza con los cuerpos militares ahí destacamentados, no habrá avance posible.
Habrá que estructurar esto en base a temas de violencia, de incidencia criminal, de geopolítica, y no de población. Una jefatura de policía municipal con cien elementos puede ser mucho más importante en el organigrama criminal que otra de quinientos. Y así debe ser visualizada.
Presupuesto. Los jefes militares que serán secretarios municipales de seguridad pública necesitan recursos extraordinarios. Para exámenes de confianza, labores de inteligencia, patrullajes, incluso para el despido y contratación de policías.
Estos presupuestos no están insertos en el gobierno municipal. La burocracia en su asignación es la razón del fracaso de muchos militares dentro de la vida civil.
Se requiere de un “coordinador” civil que entienda y traduzca su lenguaje militar para “facilitarles” toda la tramitología, burocracia civil. De un gestor con verdadera fuerza y vocación castrense que sepa vencer los obstáculos del día a día del gobierno estatal y federal para que los problemas prácticos no ocupen su tiempo y, sobre todo, impidan su trabajo cotidiano. Ese fue mi papel en Coahuila.
En Coahuila tuvimos 16 jefes militares en funciones de seguridad pública. En una primera etapa en los mandos de las policías estatales y en municipios de acuerdo a distribución estratégica territorial. Al cambio de gobiernos municipales, por elecciones donde el PRI recuperó posiciones, esta distribución se cambió por otra de acuerdo a consideraciones de número de habitantes. Funciona mejor por estrategia territorial.
Los jefes militares, no echar en saco roto, deben tener gente de su confianza, militar en situación de retiro o en el activo, para realizar labores de inteligencia, administrativas y de escolta. Para esto se necesitan también sobresueldos acordes al grado de peligrosidad vigente.
De igual forma debe ser solucionado el tema de vivienda para evitar colocar a los jefes militares en situación de violencia. Y evitar, definitivo, la presencia de las familias.
Lo más importante es que no importa qué inteligente sea este nuevo “plan piloto de seguridad” en Michoacán, que es copia del “Modelo Coahuila”, si no existe un apoyo total de parte del gobernador y funcionarios de primer nivel para erradicar corrupción e ineficiencia, no habrá ningún resultado positivo. Y si se ahondará el desgaste a que está sometido el personal militar que hace funciones de policía, por vocación o por orden superior.
FUENTE:
http://estadomayor.mx/?p=31981
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