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Era de terror aún retumba en Ciudad Juárez 2vwzcep

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Era de terror aún retumba en Ciudad Juárez

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Era de terror aún retumba en Ciudad Juárez Empty Era de terror aún retumba en Ciudad Juárez

Mensaje por Absolut Julio 15th 2012, 15:14

“Mi hermano fue un héroe como mucha gente lo ve en Ciudad Juárez. Así quiero que lo recuerden, con cariño, porque les daba consulta y no les cobraba, o les daba la medicina; a todos quería ayudar”, reseña Miguel Antonio, hermano del médico José Guillermo Ortiz Collazo, quien murió al intentar ayudar a un herido en esta frontera, cuando hace dos años narcotraficantes hicieron estallar el primer coche bomba en el país.

En entrevista con Excélsior, Miguel y su hermana María Elvia accedieron a recordar parte de la vida de su hermano Pepe; hablar de la violencia y los problemas de Ciudad Juárez y tratar de explicarse de nueva cuenta, por qué su hermano se convirtió en un héroe, y a la vez una más de las miles de víctimas circunstanciales que han caído abatidas por las balas del crimen organizado en el estado de Chihuahua.

Ellos son amables, sencillos, tanto que a pesar que tuvieron que exiliarse en Estados Unidos por esta violencia, accedieron a venir a Ciudad Juárez, con todo el temor y los peligros que ello implica.

Miguel de 58, y su hermana de 61, se muestran agradecidos que todavía se recuerde a su hermano, quien hoy tendría 59 años, como una persona que perdió su vida por salvar a otro.

Pero no son egoístas y reconocen que la gente de Juárez es igualmente altruista como su hermano: “La gente oriunda de Juárez se cataloga así, de buen corazón, aunque en estas circunstancias la gente se ha endurecido mucho con todo esto que está pasando de la violencia”, afirman y saben que este será el único camino para ganarle el camino a los delincuentes y criminales, porque en parte de las autoridades todavía hay mucha corrupción.

“Esto es parte de lo mismo en que el gobierno tiene que ver mucho porque permite que haya corrupción. Ellos son parte de la violencia… hay muchos que a lo mejor son honestos, tanto personas que trabajan en el gobierno como policías, pero la gran mayoría son corruptos. Pero está bien, la necesidad de que se corrompan es porque les ofrecen dinero.

—¿Qué podían hacer los juarenses para combatir esta corrupción, esta violencia?

—Levantarse en armas como en la época de la revolución. Mi madre me platicaba que en la época de don Carlos Villarreal, cuando fue presidente municipal, él les aplicaba la ley fuga a los delincuentes; los agarraban y los caminaban afuera de la cárcel y cuando se iban les disparaban, cuando veían que ya no había remedio en ellos.

A lo que María Elvia añade dándole la razón a su hermano: “Ese señor Villarreal era una persona muy sencilla, siempre caminaba de su casa a la presidencia, siempre caminaba de la Panamá a la Presidencia… eso nos comentaba mi mamá”.

Y recordando esa sencillez de los años pasados, hoy, ambos se lamentan de no poder vivir en su natal Ciudad Juárez: “Nosotros vivimos en El Paso (Texas). De hecho, viene uno con pendiente, toda las personas que vivimos de aquel lado venimos con pendiente, pero extrañamos la ciudad, porque es un movimiento diferente de vivir en El Paso, donde se vive tranquilamente, no hay bullicio, aunque acá ya no hay bullicio como antes”.

—Y se le cuestiona a Miguel, ¿será por las drogas, por el alcohol?

—No, no es eso. Nosotros vivimos como músicos, podemos decir que en el fango. Nos rodeábamos de mucha gente que tomaba y que usaba drogas, pero la persona que usaba drogas se apartaba y con nadie se metía, él su rollo y allá tú, sin problema alguno. De hecho ahorita hay más problemas por el alcohol, a pesar que aquellos años estaban las cantinas abiertas las 24 horas. No había asesinados. Recuerdo que mi hermano yo nos íbamos a pie del Casino Alianza hasta la casa, caminando, y pasaba la policía y los muchachos de otras partes, de otros bailes y nadie se metía con nadie. Incluso la policía respetaba a la gente. No dudo que sí había uno que otro policía deshonesto, pero se vivía bien.

—¿Qué pasó en esa ocasión que estalló la bomba?

—Me enteré porque mi cuñado, que lo considero mi hermano, me avisó de que no encontraban a mi hermano José, que hubo una explosión o algo así. Yo estaba en El Paso y me vine a Juárez, y al ratito me volvió hablar de que ya lo habían encontrado en el Hospital del Seguro Social.

Hice unos 25 minutos, venía rápido, llegué al Seguro y ahí estaba. Estuve platicando todavía con Pepe, vivo. Lo encontré mal, mal-mal-mal, pero todavía hablé con él, porque él tenía el pendiente de su hijo Kevin.

Y prosigue mientras una lágrima quiere asomarse a sus ojos, la cual contiene: “Fue un momento muy difícil y no me separé hasta que lo trasladaron al Hospital General donde lo iban a intervenir, le iban a amputar sus piernas porque las tenía destrozadas. En eso bajó mi cuñado y me dijo que no se había podido hacer nada, que había fallecido, como a las 2 de la mañana; subí, lo vi en la plancha, lo toqué, lo vi… mal, ya muerto… qué se puede hacer”.

El médico Ortiz Collazo tenía su consultorio a una cuadra donde estalló el explosivo, sobre la calle Ignacio de la Peña, a 30 metros de la avenida 16 de Septiembre. El coche bomba fue dejado en el cruce de ésta última y la calle Bolivia.

Un hombre lesionado con arma de fuego, vestido de policía, fue dejado moribundo a un lado del vehículo verde que contenía los explosivos.

Los parqueros (franeleros) y los vecinos, al ver que llegaba la policía municipal y los federales a este lugar donde les habían reportado un ejecutado, le hablaron de inmediato al “Doctor Ortiz”, sabían que él lo atendería porque así ayudaba a todos.

Miguel Antonio recuerda que cuando le avisaron a su hermano, el doctor salió corriendo, vio al supuesto policía lesionado, se acercó, y le dijo a su hijo Kevin, “ve por el maletín”, mientras buscaba el pulso y las lesiones… fue cuando alguien hizo estallar la bomba.

Entonces interviene doña María Elvia, a pesar que con ello las lagrimas de hace dos años regresan a sus ojos, y platica: “Para mí ha sido una cosa muy difícil y todos los días recuerdo a mi hermano. No hay un día que yo no recuerde a mi hermano. Ese día antes de que sucediera, él tenía un presentimiento porque me dijo ‘sabes qué, yo me voy a ir a la gloria porque ya tengo la gloria ganada’; le dijo lo mismo a su sobrina Pamela el día del atentado, que se iba a ir a la gloria, y en eso le hablaron que hay un paciente urgente, se levanta Pepe, se acomoda la corbata y nos dice, ya me voy, y yo lo vi muy bonito, con un color muy raro en los ojos que no le había visto, y me dio un abrazo y se fue”.

Esa tarde, cerca de las 20:00 horas, el doctor recibió directamente el impacto del explosivo, pues estaba a un par de metros del vehículo que contenía la bomba que fue detonada desde un teléfono celular.

Uno de los parqueros que cuida los vehículos que se estacionan ahí recuerda lo que sucedió: “Se oyó una explosión muy fuerte; yo estaba como a 30 metros, porque la policía nos había alejado. Me acerqué un poco luego de la explosión y vi al doctor como sentado en la calle. Se quería parar, pero estaba partido a la mitad, la bomba le cortó las piernas”.

—Se le pregunta a Miguel: ¿han cambiado las cosas desde entonces, desde que murió su hermano?

—La verdad no creo que haya cambiado, más bien no que haya aumentado, pero ha estado igual, la violencia no ha bajado, a lo mejor en algunos rubros ha bajado en lo que es el secuestro, pero es mínimo. Usted puede preguntarle al turista por qué no viene, y es por la inseguridad”, y continúa, “a raíz de esto, yo como integrante del grupo Los Silver (grupo musical de los 60 que formaron él y su hermano Pepe, el doctor), veníamos a tocar a Juárez y de hecho ya no, ya no venimos a tocar, tocamos en algunos festivales culturales en los últimos años. Ahora venimos a comprar mandado, pero para salir en la noche ya no, a divertirnos menos, para nada.

¿Pero esta violencia es sólo porque los narcos quieren apoderarse de Juárez?, se le pregunta a Miguel, y pensando un poco responde con sinceridad: “A lo mejor nosotros también tenemos la culpa porque no educamos a los hijos con principios y esto es parte de lo que está pasando, de lo que nosotros como padres no les ofrecimos a los hijos. No vemos lo que están haciendo, no los cuidamos, no nos interesamos en ellos. En aquellos años nosotros jamás le podíamos levantar la vista a nuestros padres, estaban hablando los mayores y uno tenía que retirarse y ahorita no, los hijos o nietos barren con uno, ya no les interesa nada de eso, no tienen respeto”.

—¿Creen que se ha hecho justicia en torno a la muerte de su hermano?

—No, para nada. Supuestamente han agarrado a personas que lo hicieron, pero ya no sabe uno, todo se maneja muy en secreto, para mí no creo que se haya hecho justicia. No se han acercado (las autoridades) con nadie de nosotros, en lo absoluto, nada; no hemos tenido ninguna indemnización, que no la pedimos, pero nada.


http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=847822&seccion=tendencia-lo-mas-leido&cat=412
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Mensaje por Absolut Julio 15th 2012, 15:24

que lamentable que despues de 2 años no han podido agarrar a los demas implicados, solo al mentado "Diego".
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