El "partido de la muerte" y sus renglones futbolisticos torcidos.

El "partido de la muerte" y sus renglones torcidos.

El duelo entre el FC Star y el Flakelf cuenta una historia entre refugiados en Kiev y soldados nazis. Un partido que se ha contado de distintas maneras, entre vencedores y vencidos

JC Vargas

22/01/2013 07:01:34


CIUDAD DE MÉXICO, 22 de enero.- Era el año 1942. En la otrora ciudad soviética de Kiev se realizó un partido de futbol entre ex jugadores ucranianos y soldados de la defensa antiaérea alemana. Éstos últimos habían ocupado territorio enemigo durante la Segunda Guerra Mundial y jugaban un entretenido partido con los refugiados de guerra. Aquella tarde, el once conformado por panaderos y ex jugadores del Dinamo Kiev vencieron a los militares teutones por marcador de 5-3. Su historia tomaría distintos rumbos.

Un equipo llamado FC Star

Kordyk, panadero de origen alemán, reconoció en la calle a un mendigo que no era otro que Mykola Trusevych, portero y antigua estrella del Dinamo de Kiev. El alemán decide darle trabajo en su negocio. Disfrutando aquellas historias de futbol contadas por el ex guardameta, Kordyk decide buscar a otros jugadores de aquel equipo, en un tiempo en que la guerra borró el futbol y muchas cosas más.

Con la ayuda de Trusevych, el panadero encuentra entre los mendigos a estrellas en desgracia y también les ofrece trabajo. Como no pudo completar el equipo, ofreció trabajo a jugadores del Locomotiv, recomendados por el ex arquero.

Así nacía el FC Star, equipo de “panaderos” que comenzó a jugar de manera clandestina y a vencer a cuanto rival se ofrecía. Un día, el FC Star se enfrentó a un equipo alemán al que vencieron, los nazis no soportaron la derrota y decidieron formar un equipo con los mejores jugadores alemanes de las Wehrmacht (fuerzas alemanas nazis) y así se confirmaría la supremacía alemana en el deporte, una obsesión del régimen. El equipo nazi era el Flakelf.

La fecha fue el 9 de agosto de 1942, en el estadio Zenit. Se dice que los palcos estaban repletos de autoridades y mandos nazis. Estaba por comenzar un partido que desafiaría al régimen de Hitler y sería conocido como El partido de la muerte.

El árbitro, alemán, visita a los “panaderos” en el vestidor y les pide que en la cancha efectúen el saludo nazi. Para su asombro, los ucranianos, en lugar de levantar la mano y decir el ¡Heil Hitler!, gritaron ¡Fizculthura!, que era un slogan soviético que proclamaba la cultura física.

El futbol agresivo salta en la cancha, hay sangre en los rostros de los jugadores del FC Star, quienes se van al descanso con el marcador de 2-1 a su favor. Un comandante alemán, Eberhardt, bajaría armado al vestidor soviético para intimidar a los rivales en calzoncillos y recordarles que Alemania jamás había perdido en un territorio ocupado. Con el arma en la mano les advierte que una derrota nazi en el campo de futbol sería fatal para ellos.

La leyenda dice que, lejos de asustarse, aquellos ex futbolistas profesionales meterían tres goles más en aquel juego prohibido, donde el premio al vencedor sería la muerte. El partido favorecía al FC Star por 5-3 cuando un delantero ucraniano llamado Klimenko quedó solo frente al portero, lo burló y en lugar de meter la pelota al arco, decidió patearla rumbo al centro de la cancha como un gesto de desprecio. La delegación teutona se retiraría antes del silbatazo final.

Se dijo que una semana después del partido varios ex jugadores del Dinamo fueron arrestados y torturados por la Gestapo, acusándolos de pertenecer a la policía comunista. Uno de ellos, Mykola Korotkykh, murió mientras era torturado. Los demás fueron llevados a campos de concentración. Allí serían asesinados Ivan Kuzmenko, Oleksey Klimenko y el portero Mykola Trusevich, quien todavía traía puesta la sudadera.

Jugadores sobrevivientes como Fedir Tyutchev, Mikhail Sviridovskiy y Makar Goncharenko contarían la historia y el gobierno soviético se encargaría de hacerla popular. En 1981 el estadio Zenit sería rebautizado como estadio Star, en honor a aquellos héroes cuya historia se cuenta en los colegios.

Historia de película

La leyenda de aquel heróico equipo se difundió rápidamente. Inspiró a propios y extraños para contarla, a su manera. Dos películas ucranianas, Tercer tiempo (Mosfilm, 1964) y El partido de la muerte, fueron filmadas basándose en esta historia.

En 1961 apareció la versión húngara Két félido a pokolban (Dos tiempos en el infierno), donde los vencedores serían fusilados en pleno encuentro. Y en 1981 aparecería la versión hollywoodense llamada Victory (Escape a la victoria), en la que Silvester Stallone hace el papel del portero. Aquí se asoman el también actor Michael Caine y los ex futbolistas Pelé, Bobby Moore y Osvaldo Ardiles. En esta versión, los “chicos buenos” humillan a los nazis y escapan.

En el libro I piedi dei Soviet (Los pies de los Soviet), el escritor italiano Mario Alessandro Curletto argumenta que la Gestapo quería saber si entre los jugadores había miembros capaces de realizar tareas de sabotaje y espionaje. En 1958 los periodistas ucranianos Petro Severov y Naum Khalemsky publicaron el libro El último duelo. La historia se cuenta de distintas maneras y con finales cambiados, aunque siempre se manejó como una historia entre buenos y malos.

...Y un recogepelotas

Tuvieron que pasar 70 años, hasta que en 2012 un testigo de aquel partido contara una versión distinta. Se trata de Vladlen Putistin, quien aquel 9 de agosto de 1942 estaba a un lado de la cancha. Tenía ocho años de edad y era uno de los niños recogepelotas. También era hijo del jugador ucraniano llamado Mijail Putistin.

Entrevistado el año pasado por un diario local, el otrora niño recuerda que en el partido hubo pasión, pero niega que fuera sucio o que se lanzaran amenazas. “No hubo patadas y nadie dijo a los jugadores que tenían que perder”. Y para probarlo, muestra una fotografía tomada justo después del partido. En ella se ve a los jugadores de ambos equipos posando mezclados y sonrientes.

Al septuagenario le cuestionan sobre aquella imagen que plasman las películas y las versiones escritas en las que un nazi armado entra al vestidor del FC Star y amenaza de muerte a los jugadores. Vladlen lo desmiente: “después del partido volvimos a casa y celebramos. Unos días más tarde se jugó un segundo encuentro y los militares alemanes perdieron por 8-0”.

El periodista e historiador ucraniano Valentin Scherbachov aseguró: “El partido de la muerte, como tal, no existió. Se disputaron una serie de encuentros en los que siempre ganaba el equipo ucraniano, lo que provocó que un comandante nazi prohibiera los partidos”.

Otra realidad fue que el equipo alemán, conocido como Flakelf, estaba integrado por pilotos y soldados de la defensa antiaérea, que sabían mucho de estrategia militar, pero muy poco de cómo patear un balón. Lógico que jugar contra ex futbolistas profesionales no les traería ningún resultado alentador.

Putistin narra la detención de su padre, tal y como el propio Mijail se lo contó. En aquella época trabajaba en un obrador de pan junto a otros jugadores. El propietario era checo y aficionado al futbol, quien decidió ayudarles para sobrevivir en la Kiev ocupada. “El 18 de agosto llegó la Gestapo y fue pronunciando uno a uno los nombres de los jugadores. Se los llevó a todos para interrogarlos. Querían saber si había miembros del Partido Comunista”.

Remata el periodista Scherbachov que “el Dinamo era una estructura del NKVD, la policía secreta soviética, y fueron el portero Mykola Trusevych, Ivan Kuzmenko y Alexei Klimenko los que finalmente fueron fusilados”.